Parque Chas un barrio pionero en bibliotecas al paso en la geografía porteña

Bibliotecas al paso
“Las bibliotecas no son de quien las pone sino de la comunidad”

logo-nota-elbarriopueyrredonLas bibliotecas al paso en Parque Chas fueron promovidas por la escritora y poeta Inés Kreplak. A fines de enero se inauguró la sexta en la plaza Jamaica, en Burela y Moscú.

Por Mateo Lazcano
Urquiza se Organiza

Bibliotecas al paso en Parque Chas

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Además de sus calles curvas y sus chalets residenciales, Parque Chas tiene desde comienzos de este 2020 otro motivo para distinguirse. A finales de enero, un grupo de vecinos y vecinas inauguraron una nueva biblioteca al paso en el barrio. La misma está ubicada en Plaza Jamaica (Burela y Moscú) y es la sexta que se inaugura en las 140 hectáreas que tiene su superficie.

Denominada “Biblioteca Humanista”, está situada bajo la frondosa copa de un árbol en la plazoleta con forma de triángulo situada en los márgenes de Parque Chas, muy cerca del límite con Agronomía. La movida de las bibliotecas al paso se da hace algunos años en toda la Argentina, pero existe un fuerte auge en la zona noroeste de la Ciudad de Buenos Aires.

La iniciativa propone colocar en un espacio (que en este caso es un estante de madera, pero que ha llegado a ser hasta una heladera en desuso, cajones de verdura o el acoplado de un carro) una serie de libros. Allí, se invita a los y las vecinas a retirar un ejemplar con la condición de dejar otro, y así ir rotando el “catálogo” bibliográfico. El sistema es gratuito, público y autogestivo.

En Parque Chas, la idea de formar bibliotecas al paso la trajo hace pocos años la joven escritora y poeta Inés Kreplak. Esta licenciada en Letras confesó a la revista de literatura “Ocultalit” que es admiradora de los proyectos de promoción de la lectura, y que particularmente éste, surgido en Europa, le llamó la atención. “Me pregunté qué pasaría si se instalara una de estas bibliotecas en mi barrio y la lancé”, aseguró la joven de 32 años.

“Lo considero una manera de construir comunidad”, explicó Kreplak, satisfecha de que haya una de estas bibliotecas en ámbitos disímiles como escuelas, plazas, centros culturales o hasta cárceles. “Es muy valioso fomentar intercambios que no sean mediados por el dinero”, agregó al medio citado la también docente de la UBA.

Esta nueva biblioteca se suma a las otras cinco ya existentes en uno de los barrios más pequeños de Buenos Aires. La pionera no solo del barrio sino de todo el país es la que se encuentra en Gándara 2888, caracterizada por los distintos colores con los que está pintada la “casita de madera” que contiene a los libros en plena calle.

En Bucarest 1465 está la llamada “Casa de los libros”, mientras que en Andonaegui 1532, la comunidad de la Escuela Nº 27 “Petronila Rodríguez” administra la suya. En la casa cultural “Adelita” de Ginebra al 4000 hay una biblioteca homónima en su fachada, mientras que la quinta está en Praga y Moscú, muy cerca de la recientemente inaugurada. Esta última biblioteca fue armada en una heladera, y tiene colocados en la parte superior los libros para adultos y en la inferior los infantiles.

En los márgenes de Parque Chas, tanto en la Comuna 12 como en la 15, existen también proyectos de este tipo. En Agronomía hay una frente a la emblemática casa de Julio Cortázar, mientras que en La Paternal tiene las suyas en Artigas al 2600 y en la escuela “Juan Agustín García”, entre otras. En Villa Urquiza se encuentran dos en plena calle (Manuela Pedraza al 6000 y Capdevila al 3300), mientras que la escuela “Luis Pasteur” administra su propia biblioteca.

En el mismo sentido, la escuela media de Villa Pueyrredón “Agustín Tosco” (Zamudio 4386), creó recientemente su propio proyecto de este tipo, pintado, instalado y con los libros aportados por la propia comunidad escolar.

Como toda iniciativa autogestiva y situada en espacios públicos, las bibliotecas al paso no están exentas de sufrir inconvenientes que muchas veces desalientan a quienes lo nutren y difunden. El “robo de libros”, que sucede cuando alguien se lleva ejemplares sin dejar otros, por lo que los mismos van desapareciendo, o el propio vandalismo son algunos de ellos. No obstante, el proyecto sigue creciendo a nivel nacional.

En diálogo con este periódico, desde la página de Facebook “Bibliotecas al paso” comentaron que esta última creación de Parque Chas no se dio dentro de su red, por lo que invitan a los y las vecinas a unirse. La comunidad de estas bibliotecas conforma un mapa actualizado con los espacios de este tipo que van abriéndose en todo el país, y realza la importancia de “compartir experiencias, estrategias y realizar reuniones periódicas para establecer contacto entre cada uno de los proyectos de este tipo”.

“Las bibliotecas no son de quien las pone sino de la comunidad”, cierran como lema, y llaman a quienes quieran a multiplicar aún más la iniciativa.

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