Piden preservar las casas bajas y el derecho
al sol en la vivienda propia

Taller “Qué barrio queremos los vecinos” |


El sábado 22 de julio en el Instituto Parroquial Nuestra Señora de la Unidad en Agronomía se realizó un taller para escuchar propuestas de vecinos respecto a los anteproyectos de Códigos Urbanísticos y de Edificación elaborados por el Gobierno porteño. Solicitaron preservar las casas bajas y el derecho al sol en la vivienda propia.

Por Juan Manuel Castro

El sábado 22 de julio por la tarde, las organizaciones “Salvemos al Barrio” y “Vecinos por las casas bajas” organizaron en el salón del Instituto Parroquial Nuestra Señora de la Unidad (Nueva York 2467) un taller vecinal titulado “Qué barrio queremos los vecinos” donde a través de una guía de preguntas hicieron propuestas urbanas y ambientales para los barrios de Villa Pueyrredón y Agronomía.

Esta es una respuesta a la “inconsulta” reforma a los Códigos Urbanístico y de Edificación que promueve el Gobierno porteño “con el diseño de las cinco desarrolladoras inmobiliarias y los cinco estudios de arquitectos más influyentes de la Capital sin la consulta de los vecinos”, según reprocharon los hacedores de la jornada.

Participó cerca de un centenar de personas, entre ellos referentes de distintos consejos consultivos como el de la Comuna 12 y la 13, además de integrantes del Movimiento Comunero.

Estuvieron presentes los legisladores porteños Juan Francisco Nosiglia (SUMA+), Laura Marrone (Frente de Izquierda y de los Trabajadores) y Adrián Camps (Partido Socialista Auténtico) y Ezequiel Conde asesor del diputado Gustavo Vera.

Antes de iniciar el debate entre vecinos, bajo el lema “decir basta y plantarse para defender el desarrollo sostenible” en ambos barrios y en toda la Ciudad de Buenos Aires, disertaron los arquitectos Silvio Shachter, Rubén Kavanagh, Carlos Wilkinson y Manuel Ludueña.

Wilkinson, quien participa en el Consejo Consultivo 13 y en el Movimiento Comunero, dijo que la Constitución porteña plantea la democracia participativa. Por eso reprochó que la discusión de los códigos no se haya dado en los Consejos Consultivos, estipulados por la Ley 1.777 de Comunas.

“Lo que vamos a hacer es ejercer nuestro derecho”, dijo sobre el taller vecinal. Además, recordó que el Gobierno quiso aprobar las reformas en marzo, pero por un amparo presentado por vecinos se convocó el 5 de junio al Foro Participativo Permanente, celebrado en la jefatura de Gobierno. Durante el Foro vecinos, Consejos Consultivos y entidades zonales reprocharon que sus propuestas no fueran vinculantes.

Ante la intención del Gobierno de aprobar la reforma lo más pronto posible, se harán talleres similares en todos los barrios. Con los resultados “se va a pelear contra los Códigos que nos quieren meter a la fuerza”, añadió el arquitecto Wilkinson.

Ludueña citó la normativa vigente sobre urbanismo, como los artículos 17, 18, 26, 27 y 29 de la Constitución porteña y en el Plan Urbano Ambiental de la ciudad (Ley porteña 2.930). Dijo que el espíritu de todas estas normas es la “sostenibilidad y el largo plazo para las generaciones futuras”.

Por su parte Kavanagh evocó la lucha de los vecinos de Caballito (Comuna 6) contra la construcción de un shopping en tierras linderas al club Ferrocarril Oeste. “Hicimos los vecinos una propuesta de parque porque vimos que tener una propuesta era mejor que solo mostrar oposición”, añadió.

Sobre el taller vecinal dijo: “Hoy queremos un proyecto alternativo a los códigos que quiere imponer el Gobierno, una alternativa por el derecho a la Ciudad”.

Estas reformas a ambos Códigos – manifestó Shachter – implican “más continuidad que novedades”. “Hay interés de un grupo de hegemonizar y diseñar la Ciudad (desarrolladores inmobiliarios y estudios de arquitectos) y determinar características edilicias basadas en sus intereses y negocios a pesar de la voluntad de los habitantes porteños”.

“Es un Código pensado para acciones privadas como la construcción; pienso en una sociedad delivery donde cada uno en su casa resuelve problemas que son comunes. Lo que se legisla con esta reforma es solo lo que cada uno puede hacer en su lote”, sumó.

Y agregó que esta reforma obedece a que a los grandes desarrollos inmobiliarios ya se les terminó Puerto Madero y entonces “quedan bolsones de tierra pública a los cuales esos sectores inmobiliarios quieren acceder”.

“Si hoy se quiere discutir cada proyecto (ex Ciudad Deportiva Boca Juniors, Shopping Caballito, etc.) por separado, habrá una reacción colectiva, pero si todos los proyectos aparecen metidos en el código farragoso de miles de páginas y lo aprueba la Legislatura porteña en una sola votación, van a hacer que pasen desapercibidos”, cerró Shachter .

Las conclusiones de los vecinos

Luego, los vecinos se acomodaron en torno a seis mesas y contestaron un cuestionario elaborado por los organizadores de la jornada. Por un lado, se les preguntaba qué tipo de construcciones querían que predominen en sus barrios, si casas altas, departamentos medianos o torres. También llamaban a analizar si hay suficiente cantidad de escuelas, centros de salud, clubes barriales, espacios verdes.

Todos los grupos pidieron preservar las casas bajas. Solicitaron bajar la densidad poblacional, garantizar la circulación de aire entre viviendas, mantener escuelas primarias, espacios verdes de libre acceso (incluidos los que lindan con el paso de las vías). Instaron a que haya libre estacionamiento, mantener clubes de barrio y preservar a los pequeños comerciantes (frente a la competencia de grandes centros comerciales). También hablaron del derecho al sol en la vivienda propia.

En cuanto a cosas para cambiar, pidieron aumentar el número de escuelas secundarias y jardines de infantes; mejorar zonas de estacionamiento, el paisaje urbano, la seguridad vial, las veredas y el alumbrado, y aumentar la cantidad de centros asistenciales.

La pata legislativa

Sobre el final del encuentro se pidió un fuerte aplauso por las conclusiones a las que llegaron los vecinos y luego se le dio la palabra al legislador Adrián Camps del Socialismo Auténtico. Contó a los vecinos que el PRO ahora cuenta con mayoría automática en la Legislatura porteña por haberse creado el interbloque “Vamos Juntos” que reúne a 32 diputados representantes del PRO, de la Coalición Cívica (Elisa Carrió) y Confianza Pública (Graciela Ocaña).

Manifestó que la modificación de los Códigos requiere 30 votos positivos de los 60 escaños locales. Por eso, denunció Camps, las Comisiones parlamentarias están paralizadas y sólo se reúnen ante los proyectos que envía el jefe de Gobierno.

Se quejó además porque los despachos de minoría son firmados pero luego se rechazan en el Recinto. En este contexto, con una oposición que no puede dar debate, pidió que los vecinos hagan presión para dar visibilidad al inconformismo ante la falta de diálogo vecinal sobre la reforma.

Laura Marrone del FIT expresó: “Tenemos el compromiso de votar contra la reforma, lo que hacemos es promover la difusión en los barrios para que la gente sepa que estamos en una falsa democracia participativa”.

Y agregó que “esta convocatoria de hoy es ejemplo para hacer en los demás barrios. El PRO está decidido a que el Código pase sí o sí. En los últimos 10 años se privatizaron alrededor de 300 hectáreas. El problema es delicado, la lucha de los vecinos está planteada, nuestro compromiso es estar junto a ustedes”.

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