De los 1.792 millones de pesos asignados para el año 2018, las comunas en los primeros nueve meses del año utilizaron 994 millones, suma equivalentes al 55% del total. Un tercio corresponde a gastos de personal, el resto para mantenimiento, construcciones más equipamiento y funcionamiento de la sedes. La Comuna 12 entre las que menos ejecutaron sus recursos. El presupuesto participativo una deuda pendiente de la Legislatura.
Ignacio Di Toma Mues
En los primeros nueve meses del año, las quince comunas de la Ciudad de Buenos Aires utilizaron 994 millones de pesos de los 1.792 millones asignados por la Legislatura porteña, suma ésta equivalente al 55% del total.
De los 590 millones asignados para “construcciones y equipamiento”, las comunas apenas ejecutaron en nueve meses el 34,9%, alrededor de 206 millones. Mientras que de los 675 millones del rubro “mantenimiento, reparaciones y limpieza” alcanzó el 57,8%, equivalente a casi 390 millones.
Si estimamos que al 30 de septiembre el 75% del presupuesto para “construcciones y equipamiento” y “mantenimiento, reparaciones y limpieza” tendría que haberse ejecutado, tenemos como resultado que según los datos oficiales del Ministerio de Economía porteño, unos 353 millones no tuvieron destino alguno, a pesar de las demandas barriales insatisfechas.
Los presupuestos comunales no están elaborados en forma participativa; los consejos consultivos prácticamente no tienen injerencia alguna. Y esto sucede a pesar que la “Ley de Comunas” establece que una de sus finalidades es la de consolidar la cultura democrática participativa y que uno de sus principios generales es la gestión pública participativa.
Si nos atenemos a lo que establece la Ley de Comunas, por un lado, y la Ley de Presupuesto, por otro, las juntas comunales tienen a su cargo la planificación, ejecución y control de los trabajos de mantenimiento urbano de las vías secundarias y otras de menor jerarquía; la planificación, ejecución y control de los trabajos de mantenimiento de los espacios verdes; y toda acción que contribuya al mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes y al desarrollo local.
Para cumplir con estos cometidos la Legislatura asigna un presupuesto a cada comuna, que podemos dividirlo en tres grandes rubros: gastos de personal; mantenimiento, y construcciones más equipamiento; rubros que sumados equivalen al 93% del total de los recursos presupuestados y el resto es para insumos para el funcionamiento administrativo de las sedes comunales.
Como dijimos antes, la elaboración del presupuesto no está realizada en forma participativa con las organizaciones vecinales, sociales y políticas de cada comuna, ni con la debida injerencia por parte de los consejos consultivos.
La Ley de Comunas fija que “la aprobación del anteproyecto de presupuesto de cada Comuna está a cargo de la Junta Comunal y se elabora a través de mecanismos que, a escala barrial, garantizan la participación de los vecinos en la fijación de metas, formulación y control presupuestario. La discusión referida precedentemente se dará en el ámbito del Consejo Consultivo Comunal”.
En estos siete años de experiencia comunal la voluntad política de establecer un mecanismo legal de participación vecinal para la elaboración del presupuesto y para la supervisión en su ejecución, fue inexistente.
Hace dos años el Gobierno de la Ciudad lanzó, a través de Participación Ciudadana, el programa BA Elige, desconociendo a los consejos consultivos comunales. Este programa reglamentó una “simulación participativa” con recursos asignados por el Jefe de Gabinete de Ministros, cuando las propias comunas subejecutan los propios, y las obras quedan bajo el arbitrio de funcionarios de la administración central.
Por otro lado, este año las direcciones generales de Mantenimiento del Espacio Público Comunal y de Obras Comunales y Mantenimiento edilicio, dependientes de la Jefatura de Gabinete de Ministros, recibieron 748 millones de pesos para ser invertidos en la comunas en forma centralizada. Al 30 de septiembre fueron aplicados 443 millones, equivalentes al 59,2% del total.
Presupuesto y la Comuna 12
En la comuna 12 (Villa Urquiza, Coghlan, Saavedra y Villa Pueyrredón), la ejecución presupuestaria estuvo entre las tres más bajas con un 50,6%, junto a la Comuna 5 (Almagro y Boedo) que alcanzó el 49,6% y la Comuna 15 (Villa Crespo, Chacarita, La Paternal, Villa Ortuzar, Parque Chás y Agronomía) con el 49%. La más eficiente fue la Comuna 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano) con un 64,7%.
Para construcciones y equipamiento, la Junta Comunal 12 contó este año con un presupuesto de casi 50 millones de pesos, y al 30 de septiembre utilizó solamente 11,8 millones suma equivalente al 23,8%. Mientras que para mantenimiento, reparaciones y limpieza utilizó 40 millones, un 55,4% de los 72,2 millones disponibles.
Cabe destacar que la Comuna 12 fue el tercer mayor presupuesto entre todas las comunas, con un total de 156 millones de pesos, y como explicamos antes, una de las tres que menos uso los recursos asignados por la Legislatura.
En el proyecto de presupuesto para el 2019 presentado por el Ejecutivo ante la Legislatura, y sancionado el 29 de noviembre, la Comuna 12 volvió a resultar afortunada, con un aumento de 55 millones de pesos equivalentes al 35,2% respecto al año 2018, alcanzando un total de 211 millones. Vuelve a ser el tercer mayor presupuesto.
No tuvieron igual suerte las comunas vecinas, como la Comuna 11 (Villa Mitre, Devoto, Villa del Parque y Santa Rita) que tendrá los mismos recursos que en 2018 y la Comuna 15 con un incremento de sólo el 17,5%.