Privilegios para Clubes de élite, burocracia y silencio para los barriales

Escuelita Deportiva Villa Pueyrredón
Logo El Barrio PueyrredónLa concesión al Belgrano Athletic en Parque Sarmiento y el incumplimiento de una ley para brindar wifi a los Clubes de Barrio despertó críticas de instituciones deportivas territoriales. “No son acciones que beneficien al pueblo”, dice Vanesa Coria, directora de la Escuelita Deportiva Villa Pueyrredón, que sigue en la búsqueda de un lugar para entrenar dentro del barrio. La Canchita techada de la calle Bolivia al 5800, con baños y vestuarios, luego de su puesta en valor permanece hace cinco años cerrada.

Por Juan Manuel Castro

En la calle Bolivia al 5800 hay un predio público donde los chicos del barrio podrían jugar a la pelota, pero eso no ocurre porque falta construir tres paredes. Un sector del Parque Sarmiento podría destinarse al uso de clubes locales, pero quedó en manos de una institución de élite como el Belgrano Athletic. Ante esta situación, mezcla de indiferencia y desigualdad, los clubes de barrio se organizan para exigir mejoras en su actividad.

“Nos da mucha impotencia que el Gobierno porteño entregue más de cuatro hectáreas públicas por cinco años a un club que cobra membresía, tiene recursos, cuota altísima y hasta un predio en Pilar con canchas. Más para los que más tienen. En cambio, cuando grupos de vecinos se reúnen y fundan clubes para trabajar con los chicos del barrio hay burocracia e indiferencia, no son acciones que beneficien al pueblo”, lamenta ante este medio Vanesa Coria, fundadora y directora de la Escuelita Deportiva Villa Pueyrredón, donde asisten más de un centenar de niños y niñas de la zona.

Entrenan en fútbol y básquet – hoy suspendida la actividad por la pandemia – en las canchas del parque de la estación ferroviaria. “Los días de lluvia o calor intenso tenemos que cancelar la práctica. El acceso a baños es otro tema de complicaciones”, describe sobre algunos de los contratiempos de no tener sede propia.

Esta Escuelita forma parte de los “clubes sin techo” porteños y junto a la Federación de Organizaciones Deportivas de la Argentina (FODA) presentaron a fines de abril una nota a la Subsecretaría de Deportes porteña. Con la concesión en Parque Sarmiento de disparador, pidieron la cesión de un terreno para la práctica deportiva.

Escuelita Deportiva Villa Pueyrredón

Foto de archivo de elbarriopueyrredon

“Muchos clubes que no tienen ni predio, colaboran con su comunidad aportando ropa, alimento y resguardo, al que lo necesite; mientras que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires cede terrenos (realizando una privatización encubierta) a un club que ya tiene 70 hectáreas y que cobra una cuota de exclusividad, no una cuota social”, destaca el texto entregado a las autoridades.

Agregan que los clubes de barrio “adquirieron una importancia crucial ofreciendo ayuda social y comunitaria a los que más están padeciendo esta pandemia”. Forman parte del reclamo también: Club Bajo Flores; Club Medrano de Palermo; Club Jesús de Nazareth de Pompeya; Escuelita deportiva “Fútbol Base” de Pompeya; Club Social, Cultural y Deportivo Pirelli; Playón de Retiro FC; Escuela de fútbol la canchita Villa Fraga; Escuela de Fútbol “Barrilete Cósmico”; Escuela Deportiva “Rincón del Fútbol”.

Al respecto, Vanesa destaca: “El Gobierno de la Ciudad ejerce desigualdad, beneficiando a clubes de ricos y vedando a los pibes de los barrios de hacer uso de instalaciones que posee y no brinda a la sociedad”.

Aclara que el Parque Sarmiento “queda a trasmano” de los chicos y chicas que asisten a la Escuelita. Por eso mismo, pone de ejemplo situaciones latentes en Villa Pueyrredón que podrían convertirse en sitios para la práctica deportiva local.

“Un lugar que no está en uso y nos vendría muy bien es la cancha de fútbol con tinglado que antiguamente perteneció al Club Esparta, en Bolivia, entre Albarellos y Ezeiza. Fue expropiado por el Gobierno de la Ciudad y tiene vestuarios, hechos hace poco. Ahora hay un casero viviendo allí, usa el lugar como si fuera el patio de su casa”.

Explica que vecinos que viven junto al predio impulsaron un amparo y la justicia ordenó que no haya actividad hasta que el Gobierno de la Ciudad construya tres paredes linderas para evitar los ruidos molestos. Ahora tienen como medianera propia unos alambres tejidos.

“Años atrás hicimos un petitorio con más de 1.500 firmas que entregamos a la Comuna 12, pero no tuvimos respuesta. Por nuestra cuenta nos enteramos de la situación judicial”, dice Vanesa y reflexiona: “Construís tres paredes y el lugar se puede usar por cientos de pibes. Me vas a decir que el Gobierno porteño no tiene recursos y logística para hacer tres paredes. Es como si lo dejaran morir a este lugar. Después vienen con proyectos para vender el terreno y poner torres, jerarquizando lo privado sobre lo público”.

A pocas cuadras hay otro lugar que podría estar en uso. Hay una cancha de fútbol que es parte del colegio Belisario Roldán, en Franco y Zamudio. Tiene ingreso independiente. “Con conocimiento de causa, porque varios estudiantes asisten a la Escuelita, el lugar se desocupa a las 16. A partir de esa hora, con un acuerdo entre partes, se podría usar para que los chicos del barrio hagan deporte”, añade y remata: “Es una picardía que esté vacío, está techado, tiene las paredes, es un gran lugar para hacer deporte”.

Además, FODA presentó el último lunes de abril un amparo solicitando al Poder Judicial intervención ante el incumplimiento del jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y la Subsecretaría de deportes de la Ciudad de la Ley porteña N° 6.295 sancionada en diciembre de 2019 cuyo objetivo es “reducir la brecha digital”.

La norma obliga a garantizar el “acceso inalámbrico gratuito a Internet (WiFi) a todos los Clubes de Barrio que funcionen en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y se encuentren inscriptos en el Registro Único de Instituciones Deportivas”.

Guido Veneziale, presidente de FODA, expresó: “Llegamos a la instancia de presentar un amparo tras casi doce meses sin respuestas por parte de Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno vuelve a incumplir con la ley dejando a los clubes sin un derecho que es esencial en estos tiempos pandémicos para el funcionamiento de los clubes y los pibes y pibas que concurren”.

Al respecto, Vanesa señala que esta situación con el Wifi tiene la misma raíz que lleva a las autoridades a “ejercer desigualdad beneficiando a clubes de ricos y vedando a los pibes de clubes de barrio”. En esencia, el rol de los clubes de barrio es clave. Para la referente de la Escuelita “los pibes son piolas y hay que darles herramientas”.

“Son tiempos difíciles para los adultos por la economía y la incertidumbre, también lo es para niños y adolescentes, por eso es tan importante que en sus barrios haya sitios de esparcimiento, donde tener amigos, hacer deporte grupales, construir vínculos sociales”, concluye.

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