La comunidad educativa de la Ciudad expresó su máximo repudio a la decisión del Gobierno porteño de regresar a las aulas en plena pandemia. Además, exigió la implementación de la Tarjeta Escolar Alimentaria y garantía de conectividad y acceso a dispositivos para todxs lxs alumnxs y docentes. El Gobierno Nacional desaprobó ayer el protocolo.
Por Agustina Cavalanti
La escuela no se toca. Organizaciones sociales, cooperadoras escolares, consejos consultivos y asesores de legisladores de la Ciudad de Buenos Aires manifestaron enérgicamente su rechazo a la posibilidad de volver a clases presenciales en medio de la pandemia por coronavirus, con gran cantidad de contagios y sin garantías de seguridad sanitaria. Pero la unión hace la fuerza. Ayer se dio a conocer la noticia de que el Ministerio de Educación de la Nación había desaprobado el protocolo presentado por la gestión porteña.
“Lxs cooperadorxs escolares creemos que no hay condiciones para regresar a las aulas. Y al afirmarlo, no es porque seamos epidemiólogos, lo vemos en nuestros barrios que cada vez hay más contagios. En nuestras familias también hay docentes: los están forzando a regresar al trabajo en escuelas que no reúnen las condiciones para aplicar los protocolos que el mismo Gobierno de la Ciudad elabora. Se habla de alcohol en gel, de termómetros, de limpieza con lavandina varias veces por día. ¿Quién va a poner esos elementos? Porque el Gobierno de Larreta no envió nada de eso a ninguna escuela”, señaló a este portal, Daniel Ortiz, miembro de la Cooperadora de la Escuela de Enseñanza Artística Musical Juan Pedro Esnaola y delegado de la Asamblea de Cooperadoras de la Comuna 12.
¿Por qué el Gobierno porteño quiso apresurar el regreso a las clases presenciales? Según el delegado, porque no sabe cómo asegurar la educación en forma remota. “No tiene intención de hacerlo, y quizás suponga que así descomprime la situación, y va preparando el camino para el regreso total a las aulas. Desde ya que en algún momento habrá que regresar: pero no ahora, ni así. No a costa de la salud de docentes y alumnxs”.
De este modo, durante la reunión que mantuvieron el Cuerpo de Delegados de Cooperadoras, Cooperadores en Movimiento, Barrios de Pie, Foro Comuna 10, La Vacante es un Derecho, Consejo Consultivo de la Comuna 4 y 15; Cooperadoras de las Comunas, 1, 2, 3, 5, 6, 8, 10, 12, 13, 14 y 15 y tres Legisladorxs de la Comisión de Educación de la Legislatura, se manifestó unánimemente la necesidad de que la gestión porteña garantice el acceso a conectividad y dispositivos para todxs lxs alumnxs y docentes.
“El relevamiento en nuestra Comuna da un resultado pobre en materia de conectividad y herramientas informáticas. Porque lo mínimo que debe haber es un equipo por cada estudiante y conectividad de suficiente banda para que toda la familia la utilice a la vez, para estudiar y trabajar. No es que eso sea lo ideal. Es lo mínimo!” aseveró Daniel Ortiz.
Y agregó: “Cuando vemos que hay familias que tienen que hacer la tarea, seguir clases, mirar videos educativos, etc. desde uno o dos celulares que comparten entre cinco personas, y que lxs niñxs solo pueden usarlos mientras los progenitores no tienen que trabajar con el equipo, estamos de acuerdo que allí no hay conectividad ni equipamiento. Pero para el Gobierno de Larreta eso sería una familia conectada, le queda fuera de las estadísticas”.
A su vez, volvieron a exigir la implementación de una Tarjeta Escolar Alimentaria (un monto de dinero depositado a cada familia para cubrir sus necesidades) y, también, que se haga efectivo el pago de las becas para lxs estudiantes secundarixs.
Al respecto, el delegado de la Comuna 12 explicó: “Las Becas Ciudad son una herramienta ya implementada, legislada, con un monto determinado. Pero no se pagan. Las cooperadoras nos informan que lxs directorxs de los colegios analizaron las solicitudes, dieron el visto bueno, pero no transfieren los fondos a los beneficiarios. Estamos hablando de una suma que en circunstancias habituales no le resuelve la vida a nadie, pero en estas, es la diferencia entre tener una comida diaria o alcanzar a tener dos. Hoy en día las cooperadoras estamos usando nuestros fondos para ayudar a la alimentación de las familias de nuestras comunidades”.
La decisión del regreso a las aulas en plena ola de contagios llevó a que organizaciones representativas del movimiento cooperador y otros actores del sistema educativo, como sindicatos docentes o movimientos sociales, consensúen una agenda común en defensa de la educación pública.
La respuesta del Gobierno Nacional fue inmediata. En cuanto al Gobierno de la Ciudad, no se hacen ilusiones. De todos modos, aseguran que no se callarán y que a las escuelas no van a regresar.