Presentan proyecto para la ampliación edilicia del Centro de Salud y Acción Comunitaria N° 2 “Dr. Ramón Carrillo” de Villa Pueyrredón. La iniciativa de Victoria Montenegro (Unidad Ciudadana) declara la utilidad pública, y sujeto a expropiación, del inmueble de la calle Terrada 5840.
Por Ignacio Di Toma Mues
Presentaron ante la comisión de salud un proyecto para declarar de utilidad pública, y sujeto a expropiación, al inmueble de la calle Terrada 5840 con destino a la ampliación del Centro de Salud y Acción Comunitaria (CESAC) N° 2 “Dr. Ramón Carrillo” de Villa Pueyrredón*.
Cabe destacar que junto con la atención primaria de la salud, desde 1988 se desarrolla en el CESAC de Villa Pueyrredón el Programa Talleres de producción, recreación y reflexión en forma gratuita, talleres que son coordinados por vecinos y vecinas que lo hacen ad honorem.
Utilidad pública y expropiación
El proyecto de ley establece que el inmueble de la calle Terrada 5840 será exclusivamente destinado para su utilización como ampliación del CESAC N° 2 perteneciente al área programática del Hospital General de Agudos “Dr. Ignacio Pirovano, y que el Ejecutivo deberá proceder a su restauración y puesta en valor a fin de garantizar su funcionamiento como parte integrante del área de atención del centro de salud.
La legisladora de Unidad Ciudadana, Victoria Montenegro, presentó este proyecto luego de visitar la sede del CESAC y entrevistarse con su Director, el Dr. Francisco Agosta, quién le advirtió sobre el estado de deterioro y abandono del inmueble lindero al edificio de la institución sanitaria, con proliferación de ratas y de posibles focos de criaderos del mosquito que transmite el dengue, chikungunya y zika.
En los fundamentos de su proyecto, Montenegro señaló que el CESAC N° 2 atiende a más de tres mil personas por mes, cubriendo las especialidades de ginecología, obstetricia, fonoaudiología, psiquiatría, odontología, clínica general y pediatría, entre otras, además de brindar un servicio de entrega gratuita de medicación a través de la farmacia y poseer un vacunatorio.
También destacó la acción comunitaria del centro de salud: “la fuerte vinculación territorial no solo se expresa mediante la múltiple atención y disponibilidad de sus servicios sanitarios. Sino además por su oferta de talleres, charlas y espacios de juego, lo que convierte a este Centro en un lugar de encuentro y participación de todos los vecinos y vecinas de la Comuna 12”.
“El inmueble lindero al CESAC se encuentra actualmente desocupado y en estado de total abandono” remarcó la legisladora. Y agregó que “teniendo en cuenta que el Poder Ejecutivo suele mencionar su deseo de ampliar y fortalecer la red de Atención Primaria de la Salud, creemos que la puesta en valor de este inmueble y su posterior utilización como parte ampliatoria del CESAC N° 2 daría testimonio de la voluntad política de hacer realidad este objetivo”.
Una de cal y una de arena
El Dr. Agosta, en charla telefónica con nuestro medio, indicó que el techo del primer piso tiene filtraciones, reclamo que han elevado a la empresa contratista encargada del mantenimiento del CESAC sin respuesta hasta la fecha.
La empresa es INDALTEC ganadora, en diciembre de 2014, de la licitación por la “Gestión, Operación y Mantenimiento Integral del Recurso Físico, Edificios e Instalaciones y la Limpieza y Manejo Interno de los Residuos Hospitalarios y la ejecución de trabajos menores de mantenimiento” de 32 centros de salud, entre ellos el de Villa Pueyrredón.
Un tema que finalmente si tuvo una solución es el ascensor, que estuvo alrededor de seis meses sin funcionar. Hace dos meses, luego del cambio de la empresa que debía realizar el control y mantenimiento, fue reparado.
* En los últimos años se ha cambiado la denominación y ahora en el letrero de entrada se puede leer a secas: “Centro de Salud Nivel 1. Villa Pueyrredón”. Se eliminó el término “acción comunitaria” y se borró su nombre propio: “Dr. Ramón Carrillo”.
Carrillo fue el primer Ministro de Salud de la Argentina (1945-1954), un pionero en la atención primaria de la salud. Se lo considera el padre de la salud pública argentina. Murió en 1956, a los 50 años de edad, pobre y desterrado.