“Queremos salvar la historia no como algo nostálgico, sino como motor para avanzar”

Barrio Perón
A finales de mayo, un grupo de madres y padres de alumnos de la “Escuela Naciones Unidas” se propuso hacer una caminata guiada por el “Barrio Perón”. Con testimonios de vecinos históricos y fotos de aquellos primeros años, atravesaron calles, casas y lugares emblemáticos, así como su vida comunitaria. En esta nota, Catalina Tortosa, una de las impulsoras, repasa cómo surgió la idea y qué fue lo que más sorprendió a sus organizadores.

Por Mateo Lazcano

Un barrio no es únicamente una suma de casas y calles, sino que está plagado de los vínculos sociales que se forman entre sus habitantes, que deriva en una verdadera comunidad. Ese punto de vista común, transformado en lema, es el que motivó a un grupo de padres y madres de alumnos de la Escuela “Naciones Unidas” y vecinos de la zona a realizar una caminata guiada por el Barrio Perón*. En ella repasaron los lugares icónicos y la historia del lugar, pero también enfatizaron la importancia de rescatar la memoria barrial para mantener viva su identidad.

Catalina Tortosa es arquitecta y tiene dos hijos que asisten a la Escuela N° 19 “Naciones Unidas ubicada en el corazón del barrio. Ella integra la Cooperadora y junto a otros padres y madres comentaron el impacto que les había generado la demolición de una casa situada en la esquina del establecimiento.

“Nosotros somos de La Siberia en Villa Urquiza, pero hace 18 años que pasamos ida y vuelta caminando por ahí. Y esa casa era como que tenía una sintonía con la escuela porque los chicos se sentaban a hacer tiempo en el cordón, y uno la tenía muy presente por su construcción típica. Entonces es como que su desaparición nos sirvió para reflexionar acerca de cómo van quedando menos casas así, y se va perdiendo la identidad”, cuenta.

Barrio Perón
Pablo Rebón, otro padre presente en esas charlas de la vereda de la escuela fue el primero en llevar la inquietud a la acción. Aprovechando que estaba estudiando cine documental, generó un corto sobre el barrio. “Me lo mostró y me encantó. Le aporté mi perspectiva como arquitecta, y empezamos a constituir el grupo. Lo mismo hizo otro padre, Adrián Naveira, y después se sumó otra mamá de la Cooperadora que es fotógrafa y tenía una búsqueda muy similar a la nuestra”, repasa Catalina.

Testimonios y arquitectura original en la caminata

Con eso como puntapié, el grupo se propuso generar una caminata guiada por lugares icónicos del Barrio Cornelio Saavedra. La convocatoria, que incluyó la referencia al “ex Barrio Perón”, anticipó una toma de postura por recordar y reivindicar aquellos primeros años de vida del lugar y, sobre todo, la vida comunitaria. Un tema que estuvo presente en toda la jornada del 24 de mayo, día de la caminata.

“El día de la visita fue muy lindo porque se dio algo recíproco. Nosotros teníamos mucho que queríamos contar y otros vecinos, al vernos, se acercaron y nos pasaron más información y se fue como hilando la historia del barrio de una manera muy linda”, asegura Catalina.

Barrio Perón
En ese sentido, hubo testimonios claves. Como el de Zulema, quien todavía reside en el barrio y dio su relato del momento en que Eva Perón entregó a su familia una casa. También habló otra vecina de “La Siberia”, quien aportó el recuerdo de los momentos de la construcción del barrio. Lo destacable fue que, mientras el grupo hacía la recorrida, se iba sumando gente. “Hubo un hombre que estaba en el Parque y nos vio, y se puso a contar de cuando jugaba al fútbol en las primeras décadas de vida del barrio”, plantea Catalina.

Otro de los que participaron fue el Padre Domingo Bresci, párroco durante quince años de la parroquia San Juan Bautista el Precursor, que siempre impulsó (producto de su cercanía con el peronismo y el movimiento de sacerdotes tercermundistas), la vigencia de la memoria sobre el Barrio Perón.

Barrio Perón
Las Fotos históricas como punto de partida

Participaron unas cien personas en la caminata, un número que superó las expectativas de los convocantes. “Es un barrio que tiene un interés que puede abarcar a gente de distintas edades porque no es solo la belleza sino también la historia. Había mucha gente joven, algunos tenían que ver con la escuela, pero otros no. Una chica, por ejemplo, nos contó que vio el volante en un supermercado chino y vino. Y así hubo otros ´nuevos vecinos´ que nos interesa que sepan sobre el lugar donde habitan”, repasa la entrevistada.

Barrio Perón
La actividad tenía una propuesta dinámica. Con el punto de partida de una ilustración que había hecho la artista Natalia Kerbabian de “Ilustro para no olvidar”, de un chalet de Crisólogo Larralde y Aizpurúa que todavía se conserva en buen estado, imprimieron una serie de fotos de casas y lugares del momento de la fundación del lugar y se propusieron visitar y ver cómo se encuentran hoy.

“Nos guiaban las fotos e íbamos comparando y viendo en qué afectaban esas diferencias. Buscamos relacionar el pasado, las historias, las fotos y el presente. Y por ejemplo nos dimos cuenta cómo una casa original que es demolida y luego se construye una nueva con un paredón en el frente, ya hace que se pierda el vínculo vecinal. Entonces cada decisión de un inmueble que se tira abajo tiene un impacto en el conjunto, en la comunidad”, dice Catalina.

El recorrido siguió por el área de chalets, haciendo foco en la historia del proyecto y su planificación arquitectónica. Luego pasaron por el antiguo garaje, en Burela y Macedonio Fernández – donde hace más de 20 años los vecinos resistieron la idea de construcción de torres – y luego fueron a la zona de casas colectivas.

Posteriormente pasaron por la Escuela, el antiguo Centro Cívico con un cine y la estafeta postal y finalizaron en la Iglesia. Junto al padre Bresci, fueron recibidos por el actual párroco, Hernán Giudice, quien los invitó a pasar al patio, un lugar muy poco conocido por los vecinos.

Rescatar la vida comunitaria

Al finalizar la recorrida, el grupo les entregó de recuerdo a cada asistente una foto de las imágenes de archivo que habían impreso. Satisfechos por lo logrado, apuntan ahora a repetir la actividad en septiembre, cuando haya pasado lo más duro del invierno. Durante estos meses, prometen, seguirán investigando y recogiendo testimonios y fotografías.

“Nos une una idea colectiva de salvar la historia no como algo nostálgico perdido en el tiempo sino como motor para avanzar y desde ella reinterpretarla, manteniendo la identidad. Que en el caso del Barrio Perón se expresa en la vida social que conllevaba la forma de construcción del lugar, pensado para una comunidad. Porque algo que lamentablemente pasa en la Ciudad es que se demuele sin respetar el pasado y el valor patrimonial, arquitectónico y simbólico, del lugar. Y no sucede por ejemplo en otras ciudades a las que por ahí admiramos y destacamos”, cierra Catalina resumiendo el espíritu de un proyecto que parece haber nacido para quedarse.

*El Barrio Perón es el nombre original. Luego del golpe de 1955 fue sustituido por Barrio Cornelio Saavedra.
Historias barriales
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