El Ejecutivo porteño sin consulta previa reemplazó una canchita de básquet – ubicada en la Plaza 1° de Marzo de 1948 en el barrio de Saavedra – en una de fútbol. Los vecinos de la zona pedirán a la Junta Comunal 12 la recuperación del espacio al que concurrían a jugar desde hace décadas.
La canchita de básquet ubicada en la Plaza “1° de Marzo de 1948” en el barrio de Saavedra fue convertida por el Ejecutivo porteño en una de fútbol y despertó la reacción de vecinos de la zona que están recolectando firmas para elevar un petitorio a la Junta Comunal 12.
“Queremos que nuestra cancha de básquet de Valdenegro y García del Río, a la que concurren cientos de vecinos a jugar hace décadas, una de las pocas y preciadas de la Ciudad, vuelva a ser exclusivamente cancha de básquet”.
La nota que le harán llegar a las autoridades comunales explica que “allí se reúnen amigos, vecinos y hay siempre un ambiente de fraternidad y amistad entre amantes del básquet de este y de otros barrios ya que es una de los pocos predios públicos donde hay cancha y aros para jugar”.
Además puntualizan que “en el mismo parque y en otros cientos de predios públicos de la ciudad donde jugar al futbol, y muy pocos para nuestro amado deporte, el básquet”.
La canchita, ubicada en forma paralela a la calle Valdenegro, entre Paroissien y García del Río, tenía los aros y tableros de madera y una carpeta asfáltica.
Estado de la canchita antes de la intervención del Ejecutivo Porteño
“Estaban correctamente pintadas las líneas reglamentarias y los vecinos manteníamos aros y redes ocasionalmente. A mediados de diciembre de 2014 el Gobierno de la Ciudad encaró una modificación de la cancha. Pensamos que sería para bien, pero se retiraron los aros de básquet, se construyó una carpeta de hormigón simple sobre el piso asfáltico y se colocaron dos arcos metálicos de fútbol. Se eliminaba así una de las pocas canchas públicas de básquet de la ciudad. Los aros están tirados en el parque y se desconoce cuál va a ser su destino. Queremos recuperar nuestra canchita, la de nuestros hijos y del barrio” detalla Silvia Otero, vecina del barrio.