El próximo 26 de abril debutarán las primarias abiertas simultáneas y obligatorias para la elección de candidatos a autoridades en la Ciudad de Buenos Aires. En total, son 31 los/as precandidatos/as a Jefe/a de Gobierno que intentarán atravesar el tamiz hacia los comicios de julio.
Por Fernando Casasco
La disputa interna del PRO se centrará, cómo se avizoraba, en un mano a mano entre el jefe de gabinete porteño Horacio Rodríguez Larreta y la senadora Gabriela Michetti. Tras la decisión del senador Diego Santilli de bajarse de su candidatura, llegó también el renunciamiento de Cristian Ritondo. El dirigente de Mataderos orejeó hasta último momento la interna partidaria para tomar su decisión, pero finalmente decidió apoyar a Rodríguez Larreta.
La interna del partido gobernante es la que se lleva la mayor atención por contener también una historia de amores y traiciones, propias de un culebrón televisivo. El dato clave pasó por el apoyo de Mauricio Macri a la candidatura de su mano derecha en la administración porteña.
“Horacio fue la persona más cercana a las decisiones de nuestro gobierno”, aseguró el líder del PRO en su Facebook. Destacó “su capacidad de trabajar en equipo”, su “idoneidad, su entrega, su integridad intachable”, justificando su respaldo, “más allá del enorme afecto y el respeto que tengo por Gabriela”, subrayó.
La definición de Macri fue percibida como una puñalada por Michetti. “Me genera tristeza porque todos hemos estado juntos, en equipo, haciéndole frente a cada decisión difícil”, admitió. Pero aprovechó para mojarle la oreja a su rival interno, al afirmar que ella no necesitaba “tener a papá al lado” para ganar una elección.
Asimismo, sacó chapa de invicta, al recordar sus propios triunfos en las elecciones legislativas de 2009 y 2013, con la boleta amarilla.
Hacia adentro del PRO se juegan en esta interna viejas rencillas que se originan en los cruces entre los técnicos sin militancia previa y los dirigentes “con territorio”.
Llegado al poder porteño, Macri intentó hacer equilibrio entre los sectores que respondían a su Vicejefa de Gobierno y al Jefe de Gabinete, respectivamente, pero ese orden se rompió a favor de Rodríguez Larreta, cuando Michetti se fue al Congreso. De todos modos, para esta elección se pudo conformar una boleta única para la Legislatura, encabezada por Francisco Quintana, Omar Abboud y Silvana Giudici.
Algunas actitudes de la senadora (negarse a su mudanza a provincia de Buenos Aires, su insistencia en competir en la Ciudad, en detrimento de la candidatura a Vicepresidenta de Macri), terminaron convirtiéndola en una dirigente demasiado díscola para el Jefe de Gobierno y en una figura odiosa para amplios sectores del PRO, pese a que su imagen pública continúa siendo positiva.
Con su apoyo frontal a su jefe de gabinete, Macri corre el riesgo de una derrota en la interna de su partido, justo en la antesala de la elección presidencial. Y un posible triunfo de Michetti también presentaría la duda acerca del futuro liderazgo del PRO, en caso de que Macri no ganase la Presidencia en octubre.
El amplio abanico opositor
Así como Macri pretende tener una decisiva participación en la interna del PRO, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner hace lo propio en la nutrida primaria del Frente para la Victoria.
Si bien el oficialismo nacional es la fuerza con mayor cantidad de precandidatos, la Jefa de Estado jugó sus cartas a favor de Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas. Apenas oficializada su precandidatura, la Mandataria encabezó junto al dirigente de La Cámpora el acto de presentación de una aeronave de la línea de bandera y lo sumó a varias videoconferencias presidenciales. La agrupación liderada por Máximo Kirchner juega fuerte en el distrito porteño.
Pero para ungirse como el candidato kirchnerista, Recalde deberá superar a múltiples competidores. Hay dos con los que comparte la lista de legisladores, encabezada por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada (lo siguen Paula Penacca y Silvia Gottero): la legisladora Gabriela Cerruti y el radical K Gustavo López.
En tanto, el sector de centro-izquierda aliado al kirchnerismo anotó como precandidatos al ex jefe de gobierno Aníbal Ibarra y al diputado nacional Carlos Heller, apoyados por Jorge Taiana, con una lista común de legisladores liderada por Edgardo Form.
A todos ellos, se suman otros dos precandidatos: Carlos Oviedo, de Aluvión Ciudadano (cuya lista de legisladores la encabeza María José Lubertino) y el peronista Víctor Ramos, acompañado por dirigentes villeros.
Algunas fuerzas políticas que en los últimos años compartieron coalición con el kirchnerismo, presentarán sus propias listas. ALBA, que conforman entre otros el Partido Comunista, Seamos Libres y Peronismo de Base, postula a Pablo Ferreyra como Jefe de Gobierno. Mientras tanto, el Partido Humanista retorna con su histórico sello a una compulsa electoral, precandidateando a Gustavo Tenaglia.
Otra de las primarias que genera cierta atención es la de ECO, una de las fracciones en las que se dividió la desaparecida UNEN. En la fuerza en la que confluyen la UCR, el Partido Socialista, Coalición Cívica y Confianza Pública, quien reúne más apoyos es la boleta encabezada por Martín Lousteau. El economista ya se mostró rodeado de los nuevos socios de Macri a nivel nacional, Elisa Carrió y Ernesto Sanz.
Curiosamente, también lo respalda el Partido Socialista (Roy Cortina es primer candidato a legislador), el cual no suscribió la alianza con el macrismo. El ex ministro de Economía debe hacer equilibrio en una fina línea, en la que se muestra opositor a la gestión del PRO a nivel local, pero no tanto como para enemistarse con quien podría ser su candidato a Presidente. Tendrá como competidores a Graciela Ocaña y al radical Andrés Borthagaray.
El otro desprendimiento de UNEN es el frente SURGEN, conformado por el GEN, Proyecto Sur y Libres del Sur. Allí se enfrentan buscando la nominación Sergio Abrevaya y Humberto Tumini. Los integrantes de la alianza apoyan a nivel nacional la candidatura presidencial de Margarita Stolbizer.
Caídas varias opciones, entre las que se incluían algunos mediáticos, Sergio Massa se inclinó finalmente por el ex secretario de Hacienda, Guillermo Nielsen, una figura prácticamente ignorada por el electorado.
De aquí a la fecha de las elecciones, el líder del Frente Renovador intentará traspasarle al pulcro técnico parte de su popularidad. Florencia Arietto y Diego Kravetz serán los primeros candidatos a legisladores.
Las fuerzas de izquierda, una vez más parten atomizadas a la contienda electoral. Enancado en los buenos resultados de 2013, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, compuesto por el Partido Obrero e Izquierda Socialista, muestra las mejores chances. Su precandidata única será la abogada Myriam Bregman, mientras que Marcelo Ramal encabeza la lista de legisladores.
Donde habrá competencia será en el MST-Nueva Izquierda: sus cuatro precandidatos a jefe de Gobierno son el actor Héctor Bidonde, Martín Ignacio Torres, Maru Lopes y Sergio García. En todos los casos la lista de legisladores la encabeza Alejandro Bodart.
También se presentan Camino Popular, con la precandidatura del economista Claudio Lozano (Itaí Hagman será primer legislador); y Autodeterminación y Libertad, del inoxidable Luis Zamora.
La primaria también servirá para dirimir fuerzas en el Movimiento Bien Común, entre el titular de la Fundación La Alameda, Gustavo Vera, y el mandamás del gremio del Personal de los Organismos de Previsión Social (APOPS), Leonardo Fabre.
Por último, aparecen los precandidatos Enrique Piragini, del Movimiento Federal; Ramiro Vasena, de Bandera Vecinal; y el actor Ivo Cutzarida, por Es posible – Compromiso Federal, la fuerza política de Adolfo Rodríguez Saá.
Todos los precandidatos deberán superar la vara del 1,5 % del padrón para ganar el derecho de competir en las elecciones generales del 5 de julio.
Una vez electo el candidato de cada fuerza, deberá designar a su compañero de fórmula, quien tendrá que ser confirmado por las autoridades del partido o frente al que representa.