Timbre 4 ofrece en forma gratuita “teatro en tiempo de cuarentena” vía streaming. Únicamente este fin de semana desde las 20 horas se podrán ver las obras “Emilia” y “Dínamo”, ambas dirigidas por Claudio Tolcachir.
(EBVP) “Teatro en tiempo de cuarentena” es la propuesta de Claudio Tolcachir, fundador de Timbre 4, para este fin de semana. Ayer viernes se presentó en forma gratuita, vía streaming, la obra “El viento en un violín”. Hoy sábado 21 de marzo se presenta “Emilia” y mañana domingo 22 de marzo “Dínamo”. Ambas a partir de las 20 horas. Las tres obras están dirigidas por Tolcachir. Será solamente por este fin de semana.
“Este fin de semana TIMBRE4 te invita al teatro a ver tres obras escritas y dirigidas por Claudio Tolcachir en línea, con entrada libre y gratuita. A las 20 horas (hora local) vamos a compartir el link de acceso directo al video de la obra correspondiente a la fecha a través de nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram” anunciaron.
Señalaron que “lo subiremos en una historia, y dejaremos el link en nuestra biografía. Sólo deben estar atentxs a estos posteos, y hacer click en el enlace. Tendrán tiempo hasta las 12 horas (pm) del día siguiente para verlo. Luego de ese horario el link quedará obsoleto. De esta manera podrán disfrutarlas también en otros países en horarios más amigables”
“Emilia”
Emilia fue su niñera. Lo crió, lo cuidó. Lo acompañó como nadie. El tiempo los separó y vuelven a encontrarse, él adulto, con mujer e hijo. Ella ya vieja, sola, necesitada. ¿Cuánto no registramos de la necesidad de los otros? ¿Donde nace esa desconexión solidaria en quienes nos pensamos solidarios?
Ese niño creció pero tal vez ese amor de pago que constituyó su infancia no haya mutado, siga siendo su estructura afectiva. Por alguna razón todos se aman y esa razón no siempre es el amor.
Quizás ese refugio que pretende encontrar Emilia en ese antiguo amor y su familia sea su perdición, su sacrificio o salvación.
“Dínamo”
Tres mujeres perdidas en el camino, al igual que la casa rodante donde cohabitan, casi sin saberlo, un espacio común sin encontrarse. Sin embargo, un día se encuentran, se rozan, se incorporan, se registran como pueden y como cada una se ve. Y es en ese instante donde el delirio cotidiano estalla, se vuelve absurdo y pierde el sentido. O quizá lo encuentra.