Tendencias y curiosidades del pasaje Joaquín Castellanos en Villa Pueyrredón

Pasaje Castellanos Villa Pueyrredón
Joaquín Castellanos es un pasaje que pasa desapercibido en el rápido andar del porteño. Cuenta con un perfil con parecidos y diferencias de tantos otros, ubicados en la zona. Vayamos entonces a transitar por su idiosincrasia.

¿Escondido en plena ciudad?

El eje del pasaje lo compone un pavimento, no empedrado, de tan solo cuatro cuadras. Veredas angostas comparten generosamente su espacio, con árboles. Los fresnos son los “ganadores” por mayoría. Se genera así, un microclima con una fuerte tonalidad verde, provocada por los follajes en pleno esplendor primaveral.

bujinkan illa pueyrredón
Tres estilos pasaje Castellanos
A la fecha, tres ejemplos de la diversidad en la construcción: a la izquierda un porche revestido con lajas y puertita de ingreso. Una nueva casa, aún en construcción. La última, es parte de un frente de impecables volutas con relieves de hojas, las cuales “sostienen” un balcón con baranda de época. Se suman: celosías y respiradero romboidal. Es común ver que sobre el trabajo ornamental de la reja original, que se ha complementado por temas de seguridad, la prolongación de la misma, sin observar el mismo diseño.

El pasaje se orienta en uno de los dos puntos extremos, al sudeste. Su fin, lo demarca, la transitada avenida Mosconi y por el noroeste, la calle José León Cabezón. Para los que gustan observar la ciudad porteña desde las alturas, hay una página web de fácil acceso: mapa.buenosaires.gob.ar

Por esta razón, buscamos allí el primer registro completo de vista aérea de esta ciudad. Corresponde al año 1940. Ante esta posibilidad, reproducimos en un cuadro comparativo, las siguientes dos fotografías aéreas (77 años de diferencia entre ambas).

pasaje Joaquín Castellanos en Villa Pueyrredón
Fotos aéreas comparativas de 1940 y 2017 de los alrededores del pasaje Joaquín Castellanos. Hacia el noroeste (a 300 metros) vías y terrenos perteneciente al ferrocarril Mitre. Décadas después dieron origen a dos plazas: “Nunca más” (nomenclatura antigua: “Teniente General Lonardi”) y “Dr. Gianantonio”, además del parque “Paseo del Centenario”, con canchas públicas de básquet, futbol, juegos para niños, una fuente, etc.
Joaquín Castellanos, un gobernador de origen salteño

Por otro lado, desde 1944 al pasaje se le asigna por decreto, la nomenclatura oficial: Joaquín Castellanos (1861-1932). Vayamos entonces a destacar hechos de la vida, de esta figura oriunda de Salta.

El niño y el hombre

Joaquín, al morir sus padres, desde temprana edad fue criado por sus tías. Con el título de bachiller y una vida itinerante, ejerció la docencia en Jujuy y Catamarca.

Llegó a Buenos Aires con tan solo 19 años. Se alistó como soldado raso, allá por 1880, en medio de una revolución (1). Como secuela de esta participación, usó una muleta el resto de su existencia. Varias “pasiones” marcan su personalidad temperamental e inquieta. Algunas de ellas son: fervor cívico – político, graduación en la facultad de Derecho de Bs. As., producción literaria y su casamiento con Elvira Uriburu Uriburu Álvarez de Arenales. Por si esto fuera poco: fue ministro, diputado nacional, gobernador de su provincia natal, además de reorganizar, allí mismo, el partido radical.

Joaquín Castellanos
La imagen nos muestra el momento de la salida de un Tedeum celebrado en la Catedral de Salta. Castellanos, el tercero (desde la izquierda), lo muestra con una muleta, cuando era gobernador de su provincia. Foto: portaldesalta.gov.ar/libros/castellanos
Lotes al por mayor

Los lotes comprados en remates (ver nota: Villa Pueyrredón: remate de terrenos en el recuerdo) allá por 1910, ’20… en las tierras de Villa Pueyrredón y alrededores, muchos de ellos carecían de edificación de mampostería. Por eso, con la adquisición, venían “como obsequio” una determinada cantidad de ladrillos. Acto seguido a la compra, el nuevo propietario, delimitaba el contorno de su parcela con tejidos de alambre. Con el tiempo se construirían los muros medianeros y como aún pueden verse: rejas decorativas, antecediendo a un jardín o porche.

En algunos terrenos, se ingresaba por una calle y se podía salir, por el extremo opuesto y/o lateral, es decir a otras calles. Semejante superficie era “un valor agregado” para cultivar lo que integraría luego el menú diario. En las entrañas de una misma cuadra, cuando diferentes propietarios eran parientes y/o compatriotas, era habitual comunicarse de “jardín a jardín”.

En lo que respecta a esta nota, algunos terrenos, tuvieron originalmente su entrada principal sobre la calle Argerich. Al subdividirse con los años, muchas veces por temas sucesorios, dieron como resultado la edificación de nuevas casitas sobre el pasaje J. Castellanos. Recordemos que este tipo de manzanas, medía 100 x 50 metros. Por esto en la próxima nota, la historia continuará, con: lotes con nombre y apellido.

Aún resisten a las demoliciones

Caminando de extremo a extremo, quedan unas pocas casas que nos delatan, sus vidas centenarias. Lucen en sus frentes, la típica arquitectura de líneas clásicas. Son una excepción, ante tanto cambio que trae el desarrollo urbano. Sobresalen los ornamentos, que embellecen todavía sus frentes, como balaustradas, cornisas, celosías y puertas de ingreso de hierro o madera de doble hoja…

Placa Pje. Castellanos
Las casas de una o dos plantas aún prevalecen en el pasaje. Así en primera fila, en un frente centenario y testigo del crecimiento barrial, amurada sobre su pared una placa cuadrangular -de bronce-. Ésta, ha sido pintada con el color del muro. Extracta detalles biográficos de Joaquín Castellanos. Está firmada por la “Comisión de Homenaje”.
Tendencias del pasaje
  • Revisten varias fachadas: ladrillos decorativos, piedra Mar del Plata o lajas.
  • No hay locales, ni negocios.
  • Aún quedan pequeños jardines delanteros.
  • Casas chorizos remodeladas y convertidas en PH.
  • Propiedades que cuentan, con una planta baja, terraza en el 1er o 2do piso.
  • Espacio para auto o garajes, donde antes había jardines.
  • Nuevas alturas máximas de propiedad horizontal: hay 3 edificios de 5 pisos.
  • No figura firma de constructor, a simple vista, en la fachada de ninguna propiedad.
Curiosidades del pasaje

Lanchas en el Pje. Castellanos
Al transitarlo, nos encontramos con: dos lanchas estacionadas que llaman la atención a quienes van distraídos. También una minúscula placa de metal, que enuncia: “1950 Año del Libertador Gral. San Martín”.

Reflexionando sobre la arquitectura de época

En el pasaje, las casas más antiguas pasan a ser hoy una excepción. Son viejos testimonios estructurales de un ocaso en la historia patrimonial. Reflejan aún lo tangible de un barrio en crecimiento que deberían salvaguardarse como verdaderos tesoros. Compartimos así en las últimas tres fotos algunos vestigios: una puerta de madera con un llamador; una casa chorizo con jardín delantero y un trabajo artístico en forma simétrica en otra puerta (próxima a la av. Mosconi).

Tres frentes en el Pje. Castellanos
¿Has caminado por el pasaje últimamente? ¿Te trae algún recuerdo de tu niñez o de alguna persona? Si deseas que se difunda la calle donde vives o viviste, contáctate con la editorial. A continuación de la nota encontrarás un espacio para que el lector pueda escribir temas relacionados con la misma.

Saludos con salud.
Sobre la autora de la nota: María Fernanda Gómez. Tecnicatura en turismo, Universidad del Salvador. Guía de turismo, Instituto Superior Perito Moreno. Ciudad de Buenos Aires.

FUENTES
  • Portaldesalta.gov.ar/libros/castellanos
  • EDI SALTA, Enciclopedia digital de la provincia de Salta
  • “Las calles de Buenos Aires”, de Alberto G. Piñeiro. 2005

(1) La federalización de Bs. As. fue un proceso que trajo consigo una guerra civil en 1880. Se enfrentaron provincias argentinas con Buenos Aires. Culminaron con la derrota provinciana y la gran ciudad pasó a ser territorio federal.

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