Las elecciones porteñas ya pusieron primera con la presentación de los frentes y la definición de los precandidatos para las PASO. Mientras tanto, sigue la polémica sobre la implementación de la boleta electrónica.
Por Fernando Casasco
Como primer paso de cara a elegir el sucesor de Mauricio Macri en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se inscribieron los distintos frentes y alianzas que competirán en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del próximo 26 de abril.
El PRO definió todo rápidamente y anotó su alianza un día antes de la fecha límite. Conforman la misma la UceDe, Unión por la Libertad, de Patricia Bullrich, el MID, el partido Demócrata, el Partido Demócrata Progresista, Fe y Partido de la Ciudad, de Jorge Giorno.
En las PASO se deberá resolver quién será el candidato a Jefe de Gobierno, en una contienda que se centra en el duelo entre Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta.
El Frente para la Victoria es el que agrupa a mayor cantidad de partidos, y por ende, a más precandidatos.
Al Partido Justicialista se suman: Partido de la Victoria, Frente Grande, Partido Intransigente, Nuevo Encuentro, Movimiento Kolina, Nueva Dirigencia, Partido Solidario, Frente Progresista y Popular, Concertación Forja, Encuentro por la Democracia y la Equidad y Red por Buenos Aires.
Sobre el cierre de esta edición, finalizaba el plazo para la presentación de las listas, tras el cual se sabrá quién queda en pie de un damero de posibles precandidatos: el justicialista Juan Cabandié, el ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, el sciolista Gustavo Marangoni, el diputado Carlos Heller, la legisladora Gabriela Cerruti y el subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López, entre otros.
Quienes quedaron afuera del armado kirchnerista son los partidos Comunista, Humanista y Seamos Libres, quienes formaron la alianza ALBA (Alternativa Buenos Aires).
Esta fuerza respalda la candidatura a jefe de Gobierno del diputado Pablo Ferreyra y cuenta con el apoyo del precandidato presidencial Jorge Taiana.
El frente UNEN, que hace apenas dos años obtuvo más votos que el PRO en las PASO, ha dejado de existir. Para esta elección, sus integrantes se escindieron en dos frentes: Energía Ciudadana Organizada (ECO) y SurGen.
ECO está integrado por la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista, la Coalición Cívica-ARI, el Partido Socialista Auténtico y Confianza Pública. En este frente medirán fuerzas el diputado nacional Martín Lousteau y la legisladora Graciela Ocaña, quien en algún momento fue mencionada como posible compañera de fórmula de Rodríguez Larreta, del PRO.
Una curiosidad de esta primaria: enfrentará a dos ex ministros que formaron parte del primer gabinete de Cristina Fernández de Kirchner. Ambos se fueron en malos términos del Gobierno nacional: Lousteau dejó su breve gestión en Economía, tras redactar la resolución 125 que suscitó el conflicto con las patronales agrarias; y Ocaña abandonó la cartera de Salud, debido a su fracaso en la lucha contra el dengue y la gripe A.
En tanto, el sello SurGen reúne a los partidos que se oponen a la alianza de Carrió con el macrismo y a los devaneos del radicalismo en torno a posibles ententes con el PRO o con el massismo. Ellos son Proyecto Sur, GEN, PODES y Libres del Sur. Los dos que ya anunciaron sus precandidaturas por este espacio son Humberto Tumini, de Libres del Sur, y Sergio Abrevaya, de PODÉS.
La alianza de Proyecto Sur con otros partidos de centro izquierda se dio después de que fracasaran las negociaciones que Pino Solanas mantuvo con el Frente Renovador. De esta manera, el massismo inscribió al Frente por Buenos Aires, conformado por el Frente Progresista de Diego Kravetz, PARTE (Partido del Trabajo y la Equidad) de Alberto Fernández, Tercera Posición, el Partido Nacionalista Constitucional y el Movimiento Independiente Justicia y Dignidad de Raúl Castells.
También se inscribieron el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), donde están el Partido Obrero, el Partido de los Trabajadores Socialistas e Izquierda Socialista; Nueva Izquierda-MST, que presentará la precandidatura del actor Héctor Bidonde; el Movimiento por el Bien Común, postula al legislador Gustavo Vera, apoyado por el Partido de la Cultura, la Educación y el Trabajo, de Hugo Moyano, la Democracia Cristiana y Bien Común; el Movimiento Federal, con la confluencia de los partidos El Movimiento y el Partido Federal ; y Camino Popular, donde participan Patria Grande, encabezado por Itaí Hagman e Instrumento Electoral por la Unidad Popular, de Claudio Lozano.
Volver al papel
Más allá de las distintas alianzas electorales y los prencandidatos a los que votar, también ocupa un espacio importante la forma en que se realizará el comicio. La reglamentación por parte del Poder Ejecutivo de la boleta única electrónica se dio con demoras y su puesta en práctica fue severamente cuestionada desde distintos sectores.
La ley 4894 fue sancionada por la Legislatura a fines de 2013. El Jefe de Gobierno Mauricio Macri reglamentó en septiembre del año pasado el anexo de la norma que establecía las primarias abiertas simultáneas y obligatorias y recién en noviembre el apartado sobre boleta única y voto electrónico.
Dado que la legislación de la Ciudad obliga al mandatario a convocar a elecciones en fechas separadas de los comicios nacionales, la demora implicaba una carrera contra reloj para la puesta a punto del nuevo sistema de votación.
La situación se complicó porque la UCR presentó una denuncia contra el modelo de boleta electrónica diseñado por el Gobierno de la Ciudad. Consideraban que el sistema de plantillas, al ubicar primero la posibilidad de votar la lista completa de cada partido, trampeaba el espíritu de la ley de boleta única y beneficiaba al partido gobernante. Sin embargo, los planteos fueron rechazados por el Tribunal Superior de Justicia.
Finalmente, el Ejecutivo realizó una licitación pública para la Boleta Única Electrónica (BUE), a la que se presentaron dos ofertas, y terminó adjudicando la contratación a la empresa Magic Software Argentina S.A., por 216 millones de pesos.
La empresa ya participó en otras experiencias de voto electrónico en las provincias de Salta, Tucumán, Chaco, Córdoba y Santa Fe. Algunos especialistas expresaron sus dudas sobre la validez de la licitación, al señalar que el sistema escogido por el Ejecutivo tornaba casi obligatoria la contratación de MSA.
También la Defensoría del Pueblo de la Ciudad expresó sus dudas sobre la aplicación del sistema y recomendó no implementarlo en las PASO del próximo 26 de abril. El documento firmado por el ombudsman Alejandro Amor afirma que “la inexistente información con la que hoy cuenta la ciudadanía sobre la BUE” no garantiza “la confianza y seguridad de quien va a votar en el sistema”.
“Debe el Estado ser el garante de lograr la plena y total información a los ciudadanos, para que la BUE, sea conocida, aceptada, y de simple práctica”, resalta Amor. Y recomienda a la Legislatura considerar “la potencial aplicación del Código Electoral Nacional actual». Es decir, el regreso al voto con boletas de papel y con lista sábana.
Por todo esto, desde el propio partido gobernante está casi decidido postergar la aplicación de la BUE hasta la elección general del 5 de julio. El vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo, admitió que con la postergación “se evitaría el problema de que los cambios tecnológicos afecten a los mayores de 50 años, a la gente sin estudios o los denominados ‘analfabetos digitales’”.
La enmienda a la ley electoral podría estar lista en la primera semana de este mes. Con la definición del sistema de votación y de los precandidatos, la campaña electoral se pondrá en marcha.