Un comedor para vencer el frío

Urquiza se Organiza

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“Cosechando sueños” es un comedor comunitario que cada lunes cocina cincuenta viandas para gente en situación de calle en la Plaza Ricchieri de Villa Devoto. Se trata de integrantes de una murga del barrio, que juntando peso a peso tratan de ayudar a pasar los duros días invernales a los más necesitados. También realizarán actividades para niños en los próximos meses, con shows, juegos y colecta de donaciones.

Por Mateo Lazcano

“Nosotros somos miembros de la murga “Los Amos de Devoto”. Desde hace veintiún años estamos en el barrio. En cada ensayo, los domingos, se nos fue acercando la gente a donar ropa para aquellos que la necesitan. Luego empezamos a repartir la merienda los miércoles y hace dos años pusimos el comedor. A todo eso le sumamos también los eventos solidarios”.

Así, a modo de recitado, comienza Sebastián Fossaceca a relatar la historia de Cosechando Sueños. Este es el comedor comunitario ubicado en la plaza Ricchieri de Villa Devoto, en Francisco Beiró y Quevedo. Como tantos otros, este comedor fue fiel testigo este último mes, el más crudo del invierno, de la triste realidad de la Ciudad de Buenos Aires: el gran aumento del número de personas en situación de calle.

El comedor comunitario funciona hace dos años, cada lunes, entre las 19 y las 21 horas en la plaza ubicada detrás del shopping de Devoto sobre la avenida Beiró. Los mismos integrantes de la murga son los que juntan el dinero, hacen las compras y reparten las viandas para las personas que se acercan. Cocinan comida casera, hecha por Mirta Bottini. Generalmente se trata de guiso de fideos, de lentejas o de polenta, toda comida caliente para poder apaciguar el frío.

“La cantidad de viandas aumentó mucho este año. Nosotros no podemos medir el índice de pobreza, pero antes poníamos 800 pesos y ahora tenemos que llegar a 1400, casi un cincuenta por ciento”, dice Sebastián. Mientras antes entregaban treinta viandas, ahora son cincuenta. “Si anteriormente venía una persona, ahora llega él, el hermano y los hijos del hermano. Está muy difícil la situación”, agrega.

Este mes de julio, marcado por las bajas temperaturas, la actividad del comedor se incrementó. “El frío es durísimo. Nosotros estamos dos horas ahí muriéndonos de frío, pero después volvemos a nuestras casas calentitas. Ellos están esas dos horas ahí y las otras veintidós también”, relata con pena el integrante de Cosechando Sueños.

Ellos cenan ahí mismo con la gente en situación de calle que se acerca: “se hace mucha contención social, que muchas veces se necesita más que el plato de comida. Preguntamos, nos reímos, tratamos de hablar de cualquier cosa que los saque de esa situación horrible que están pasando”, agrega Sebastián.

Sobre la población que va en busca del alimento, dice que “hay muchos que están por un tiempo en la calle. Otros que estuvieron unos meses, lograron salir y ahora se sumaron a nuestro trabajo. Vienen a colaborar y a charlar también para dar esperanza, para hacer compañía al que estaba como él hasta hace un rato”.

Los miércoles, se da la merienda. Pero la estructura es distinta, ya que ellos van a repartirla, por distintos puntos del barrio. “La gente te espera, es impresionante”, trata de comentar la experiencia Sebastián. “Te dicen: ¿me dejás para mi hermana?, y nosotros le damos ahí el té y las galletitas”, agrega con las palabras justas.

La tarea de Cosechando Sueños no está vinculada a agrupaciones políticas. Tanto allí como en la murga, se les han acercado gente vinculada a la política, pero sus integrantes se oponen enfáticamente. “Después terminas embarrando la cancha, terminas siendo de un partido político y trabajando para otras personas. Nosotros queremos laburar exclusivamente para la gente que lo necesita. Para hacer política, militamos desde una unidad básica y punto”, sostiene Sebastián.

Tampoco reciben subsidio alguno. La comunidad se formó “a pulmón”. “Hay organizaciones que trabajan todos los días en ayuda social y dando de comer. Nosotros hacemos lo que podemos y lo que nos da. Somos un grupo de amigos tratando de poner un granito de arena”, manifiestan. Además de Sebastián y Mirta, también colabora fuertemente en Cosechando Sueños Gonzalo Franco y la gente de la murga.

El comedor está ubicado en el barrio de Villa Devoto, de donde son sus integrantes. “De tantos años, uno reconoce las caras. A veces alguno se suma, otro se baja, pero suelen venir los mismos”, agrega Sebastián. Al mismo tiempo, marca como destacable la respuesta de los vecinos: “Somos conscientes de que estamos en Devoto, no en Soldati, Lugano. Hay vecinos que no son sensibles a estas realidades sociales. Pero hay otros que se acercan y colaboran”, afirma. Además no duda en señalar que se logró recuperar el espíritu de barrio solidario y atento a las necesidades de los demás, interesado por lo que le pasa al otro.

En este tema, el integrante del comedor puede dar un ejemplo notorio. “Hace dos años, pusimos un perchero comunitario. Usamos el lema “Si lo necesitás llevalo; si querés ayudar, dejalo”. Nos costó que lo acepten en la plaza. Hubo veces que nos lo sacaban. Pero un tiempo después empezó a caminar solo. Y veías vecinos colgando ropa a la mañana, a la tarde y a la noche. Haber logrado ese nivel de concientización en los vecinos con esta humilde acción es formidable”, detalla Sebastián Fossaceca. Lamentablemente hoy ese perchero fue robado, de manera que están juntando el dinero para poder volverlo a tener uno.

El próximo Día del Niño, el 20 de agosto, Cosechando Sueños va a realizar un evento solidario como suele hacer en esa fecha. Allí estarán repartiendo juguetes a los chicos que se acerquen y además a hospitales de la zona. También será un buen momento para que la gente del barrio siga conociendo sus actividades y se pueda sumar o aportar su ayuda.

Y un mes después, hacia fines de setiembre, ocurrirá el mayor evento del año. La gente de 100% Lucha se acercará en forma gratuita a la plaza Ricchieri para hacer peleas en el ring. “Para un chico que está todo el día en la calle, que capaz los vió en una tele prestada o por una figurita, tenerlos ahí peleando, sacándose fotos, es impagable”, dice Sebastián. En ese mega evento habrá además shows, sorteos y juegos.

Aquellos interesados, pueden ver sus actividades y contactarse en el Facebook “Cosechando Sueños Crecer“. O acercándose a la plaza ubicada en Beiró y Quevedo en los horarios mencionados. Para que el relato del comienzo, de la historia de Cosechando Sueños, siga creciendo.

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