El Laberinto de Chas cumplió diez años: Nacido como centro de jubilados, el espacio amplió su propuesta con actividades sociales y culturales hasta convertirse en un referente de Parque Chas. En diálogo con este medio, su coordinador, Lito Grisafi, celebra el recorrido y proyecta los nuevos desafíos.
Por Mateo Lazcano
La vida social de Parque Chas tiene en “El Laberinto de Chas” uno de sus epicentros. El lugar, nacido como un centro de jubilados, ha sabido ser una vía de contención para muchas de las crisis o desgracias recientes, pero también un espacio de alegría y encuentro. En un contexto marcado por el centenario del barrio que lo acoge e identifica, realizó días atrás un gran evento de celebración por su propia década de actividad. Fue a su manera: en la calle, con los vecinos y vecinas, y en comunidad.
“Resultó un festejo 4×1”, dice Carlos “Lito” Grisafi, impulsor del “Laberinto” y reconocido referente de Parque Chas y la Comuna 15, que en una charla con este periódico describe este hito para su espacio con el orgullo que un padre puede tener hacia un hijo.
“Unimos la celebración del Día de la Primavera, que trae alegría; del Día del Jubilado, porque en nuestro ámbito funciona un centro de jubilados; el Centenario del barrio y nuestros diez años”, cuenta.
Todo se dio el pasado 23 de septiembre en Victorica 2642, con decenas de personas en la vereda, como suelen ser las celebraciones de este espacio social y cultural. “Es donde más nos gusta, porque lo compartís con los vecinos que vienen al centro, con los que pasan y con los que están un poco más lejos”, reflexiona Lito.
Previamente, el domingo 7, se había hecho una nueva edición de la feria, otra actividad tradicional que vincula a emprendedores y feriantes con vecinos, y que tuvo presentaciones artísticas para acompañar la tarde.
Parte del entramado social y cultural del barrio
“Los diez años fueron una fiesta esperada, porque en estos momentos tan difíciles, autogestionar un espacio colectivo y barrial donde se cruzan generaciones no es fácil, y había que festejarlo”, suma Lito, que fue de vital apoyo en circunstancias críticas, encabezando acciones solidarias. De un centro de jubilados se amplió a otras propuestas artísticas y sociales, constituyéndose como centro cultural.
Lito es consciente de este crecimiento y del lugar que supo ganar el espacio para Parque Chas. “Ver para atrás nos llena de orgullo y también de responsabilidad. Ser parte del entramado social y cultural de nuestro barrio implica sostener un espacio de encuentro, de contención y de construcción colectiva, sobre todo en los momentos difíciles”.
En ese sentido, recuerda como un hito la época de la pandemia, cuando “estuvimos presentes, acercando alimentos que otros vecinos donaban, haciendo un mandado cuando alguien no podía, repartiendo barbijos y varias cosas más”.
“Se instalaba la psicosis, casi al comienzo, de que el vecino tenía la culpa de enfermarse, pero nosotros estábamos para ponerle el cuerpo y nos acercábamos al centro para ser la contención y estar a disposición de quien lo necesitara”, explica.
Esa presencia se mantuvo tanto antes como después de la pandemia, con las sucesivas crisis económicas. “En cada circunstancia tratamos de ayudar, construyendo más vecindad, y eso reafirmó nuestro sentido: el de ser un lugar donde la comunidad se reconoce, se apoya y se reinventa”, asume Lito.
La reivindicación de las luchas actuales y la mirada hacia adelante
El repaso de la vida activa del “Laberinto de Chas” no puede omitir las luchas del presente. En ese sentido, el reclamo de los jubilados contra los recortes del Gobierno Nacional a los haberes, bonos y medicamentos gratis es una de las banderas a las que el centro adscribe.
“Reivindicar a los jubilados es también reconocer que la cultura popular y la vida barrial se nutren de su presencia. Como lo comprobamos día a día en cada actividad, ellos sostienen tradiciones, saberes e historias. Por eso, en tiempos de tanto desprecio hacia la vejez, nosotros apostamos por incluir, escuchar y celebrar”, afirma y sentencia: “Es una posición ética, política, social y cultural a la vez”.
Cuando pase la espuma de la celebración, no habrá resaca para este centro cultural. Ya hay varias actividades en la mira para lo que queda de 2025. “Nuestra meta es seguir construyendo comunidad en tiempos difíciles. Apostar por la cultura, por el encuentro y por la organización popular”, destaca.
Por eso, confirma la realización de la ya emblemática Feria de Navidad para mediados de diciembre y la recepción del festival de tango Urchasdonía, que suele vincular a instituciones de Parque Chas, Urquiza, Agronomía y Villa Pueyrredón.
Para el mediano plazo, dice: “Queremos generar nuevos espacios de participación y, de una vez por todas, terminar la radio comunitaria que tenemos en nuestro espacio, y continuar abriendo ‘El Laberinto’ a otras expresiones artísticas y sociales. Seguir siendo un faro social y cultural de Parque Chas y de la Comuna 15”, resume Lito, con la satisfacción de lo conseguido y con la misma ambición que llenó de alegría y comunidad a este espacio situado en el corazón de Parque Chas.
Parque Chas y un inédito festejo comunitario y participativo de un mes
El aniversario del “Laberinto de Chas” quedó inmerso dentro de la imponente celebración por el centenario del barrio, que formalmente se cumplió el pasado 29 de septiembre. A diferencia de otros barrios que tuvieron festejos más solemnes y formales, en Parque Chas se montó un operativo inédito, autogestionado por vecinos y vecinas, organizaciones e instituciones, así como por comerciantes y emprendedores, que derivó en semanas de actividades durante todo septiembre, casi todos los días.
En noviembre de 2024 se había conformado de manera informal una “Comisión Centenario” que luego se reunió varias veces y diseñó las propuestas, que tuvieron la característica de ser abiertas, para todas las edades y dentro de los márgenes del territorio. Algunos eventos se repiten todos los años y ajustaron su fecha al mes de festejos, y otros se organizaron específicamente.
Así, hubo un Festival de Poesía, una muestra de fotos antiguas, mesas literarias, una búsqueda del tesoro por lugares emblemáticos, caminatas guiadas por los hitos arquitectónicos, proyecciones de películas al aire libre, un homenaje al poeta Luis Luchi, una feria del libro infantil en la Escuela Petronila Rodríguez, una caminata “lunática” por la noche, conversatorios históricos, muestras de tejido y un festival de murgas, entre otras actividades.
Para el 5 de octubre estaba prevista la jornada de cierre de festejos pero por mal tiempo se postergó para el domingo 2 de noviembre. Además del izado de la Bandera Nacional y palabras alusivas, los festejos tendrán la clásica visita guiada por Parque Chas a cargo de la arquitecta Magdalena Eggers, una muestra de fútbol del club “El Trébol”, un buffet al aire libre y presentaciones artísticas a lo largo de la tarde, para concluir con la proyección de “Una película de Parque Chas”. Todo ocurrirá en la Plaza Éxodo Jujeño (Bauness y Gándara).
Sobre esta forma de celebrar en comunidad y con participación activa, Lito Grisafi reflexiona: “Lo que se vio en septiembre es la mejor expresión del espíritu de Parque Chas: una comunidad organizada, creativa y solidaria”.
Y concluye orgullosamente: “El involucramiento de los vecinos y de las instituciones no es una excepción, sino una forma de vida. En un contexto donde muchas veces prima la fragmentación, este barrio sigue apostando a lo común, al trabajo conjunto y a celebrar la identidad compartida”.
