Ayer a la tarde una multitud, calculada en 300 mil personas, se extendía desde la 9 de Julio por la Avenida de Mayo, inundaba la Plaza de los Dos Congresos y llegaba hasta las vallas colocadas a 200 metros del Congreso de la Nación. A la noche en los barrios cacerolazos y marcha a la Plaza de Mayo y al Congreso. Todos en contra de una ley que afecta a 17 millones de personas. La feroz represión dejó un saldo de 80 detenidos y 200 heridos.
Por Ignacio Di Toma Mues
Era una multitud multicolor compuesta por sindicatos, partidos políticos y sus distintas corrientes, movimientos sociales, y quienes fueron por su propia cuenta, todos movilizados con bronca pero sin violencia, unidos por el rechazo a una ley que el presidente Mauricio Macri (cuyo texto fue dictado por el Fondo Monetario Internacional) impuso con balas y gases al pueblo, la extorsión a las provincias y carpetazos a los diputados.
Durante casi dos horas, de las dos a las cuatro de la tarde, un grupo reducido, no más de 50 personas, se dedicó a romper baldosas y tirar piedras, sin que la policía actúe, y en muchos casos las sospechas de los infiltrados se confirmaron con documentos fotográficos.
También se identificó a Sebastián Romero, ex candidato a diputado nacional por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, militante del Partido Socialista de los Trabajadores Unificados, quien fue registrado disparando bombas de estruendo a la policía con un mortero casero. El Juez Federal Sergio Torres ordenó su detención. De los infiltrados por los servicios y las fuerzas de seguridad no hay novedades judiciales, como es de costumbre.
Mientras tanto en el Palacio se debatía la suspensión de la sesión – que fue rechazada por 128 votos en contra y 114 a favor – ante la violencia represiva que se había desatado en la Plaza de los Dos congresos llegando hasta la 9 de Julio. El saldo fue de alrededor de 80 detenidos y cerca de 200 heridos, tres de ellos con perdida de un ojo provocada por las postas de goma.
En distintos barrios de la ciudad – entre ellos Villa Pueyrredón – a partir de las 20 horas salieron los vecinos y vecinas con cacerolas a protestar por la ley contra los jubilados.
Bien entrada la noche una multitud marchó hacia Plaza de Mayo y también por la Av. Callao hasta llegar al Congreso. A las tres de la mañana volvió la represión.
Pasadas las seis de la mañana, con el voto favorable de 127 diputados, 117 en contra y dos abstenciones, se sancionó la ley que cambia la formula de movilidad de los haberes de los jubilados y pensionados, y también de los beneficiarios de la asignación universal por hijo, pensiones por discapacidad y de ex combatientes de Malvinas. Ley que a partir de marzo de 2018 reduce en términos reales los haberes y beneficios sociales en un 10%.
El Fondo Monetario Internacional, en el marco de la auditoría que habilitó la administración de Cambiemos en 2016, le recomendó al gobierno “indexar los beneficios sólo por inflación le permitiría todavía a los jubilados preservar el real valor de sus beneficios al tiempo que permitiría reducir la suba del presupuesto destinado a jubilaciones en alrededor de un 20% del PBI por dos razones: las jubilaciones subirán más lentamente y las jubilaciones iniciales serán ligeramente menores”.
De esta manera, no sólo los jubilados actuales se perjudican sino los futuros al verse reducido el haber inicial respecto al salario que cobraban cuando estaba en actividad. Según cálculos de los previsionalistas, el haber inicial pasará del 65% del último sueldo al 45%.
“En total con ese cambio el Gobierno pagaría, en 2018, entre $120 mil millones y $140 mil millones menos en jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares y AUH, entre otras prestaciones, y sería clave para financiar el resto del paquete impositivo” (Ismael Bermúdez, diario Clarín, 13 de noviembre de 2017)