Los espacios de entrega de mercadería del productor al consumidor viven un auge desde que comenzó el aislamiento obligatorio. Se multiplicó la demanda y debieron poner días extras de retiro y reorganizarse. Las coordinadoras de los nodos de Villa Pueyrredón y Saavedra, que siguen abiertos, explican los detalles
Por Mateo Lazcano
Aún en plena cuarentena, los nodos de entrega de la “Unión de Trabajadores de la Tierra” (UTT) se mantienen vigentes en nuestros barrios. Y como este tiempo provocó cambios en las costumbres de compra de muchos, debido al cierre de algunas verdulerías o aumentos excesivos de precios, estos puntos experimentan un fuerte crecimiento en la demanda.
Dos representantes de los nodos de consumo de la Comuna 12, uno en Villa Pueyrredón y otro en Saavedra, en diálogo con nuestro portal, explican cómo debieron organizarse para mantener el circuito durante el aislamiento obligatorio y destacan cuáles son las principales características de este modelo de compra de alimentos que cada vez tiene más adeptos.
Nos cuenta Silvia, del nodo situado en Melián, entre Crisólogo Larralde y Núnez, en Saavedra, que la UTT entrega tierras a los productores que están de acuerdo en cultivar en forma agroecológica, sin utilizar agroquímicos o contaminantes. “Todos ellos hacen el trabajo con un gran amor, y tanto ellos como su familia ya han experimentado el beneficio que implica para su salud no tener que tratar con pesticidas o agrotóxicos”.
Ella integra un nodo cerrado. Silvia explica que la gran diferencia con los nodos abiertos es que se trabaja directamente entre los clientes y los coordinadores, mientras que en los otros, aquellos que desean comprar pueden elegir dónde hacerlo desde sus redes o páginas web.
La dinámica de funcionamiento de estos espacios es sencilla. Para poder encargar los bolsones, se debe completar hasta cuatro días antes un formulario a través de la web en el que se escoge qué cantidad de alimentos se desea de cada producto, que luego se retirarán los jueves y sábados. El mismo depende de lo que haya disponible en el momento, y debe totalizar los 5 o 7 kilos que pesa el bolsón.
“Hay como mínimo 7 variedades de verdura de estación. Tenemos cebolla, anco, espinaca, lechuga, morrón, apio, tomate, rúcula y choclo, además de otros productos cooperativos que vienen dentro del bolsón, ya armado”, detalla Romina, encargada del nodo de la organización situado en Obispo San Alberto 3089, entre Helguera y Argerich, Villa Pueyrredón. En ese lugar se hacen los retiros, los días viernes y domingo, y también es necesario completar el formulario con el detalle de la solicitud cuatro días antes.
Ambos nodos no detuvieron la actividad desde que entró en vigor la cuarentena, y, recibieron un “boom” de nuevos clientes. “Nosotros hace un año y algo que estamos trabajando, y después de que comenzó la pandemia, de 600 bolsones pasamos a entregar 3000. Aumentó muchísimo la demanda, y nos obligó a reorganizarnos”, celebra Silvia.
“Esto nos sorprendió a todos, pero tenemos toda la predisposición para poder cumplir los pedidos. Tomamos las sugerencias de los clientes, las trasladamos a UTT, y recibimos también otros consejos”, señala la coordinadora del nodo de Saavedra.
“Antes de la cuarentena solo traíamos bolsones durante los fines de semana, y como se incrementaron los pedidos, incorporamos un segundo día de entrega. Hay una clara necesidad de la gente de acceder a productos de buena calidad y precios justos”, indica por su parte Romina, de Villa Pueyrredón.
Asimismo, conscientes que durante este tiempo de mayor permanencia en las casas se iba a consumir más productos, ampliaron la disponibilidad de harinas, aceites, conservas, fideos y quesos, entre otros.
Ambas están satisfechas con la respuesta de los consumidores. “Es maravillosa. Nosotros y nosotras hacemos mucho hincapié en el acompañamiento, en que la gente conozca el origen del alimento que consume, cómo trabajan, cómo cuidan la tierra, y el amor que se le pone. Y que pueda comprenderse el alimento que están consumiendo, viendo sus beneficios”, cuenta la coordinadora del nodo de calle Melián.
“Este es un trabajo en red, en el que participa desde quien produce hasta quien trabaja la tierra sin utilizar nada que la intoxique. Y los clientes, aprendiendo a comer de mejor forma y apoyando la organización. Queremos generar conciencia alimentaria y un comercio justo, sin intermediarios”, cierra Silvia, resumiendo este modelo de compra de alimentos cada vez más demandado.