Funciona en el predio de la Facultad de Agronomía, con el compromiso de fomentar la inserción y la autonomía laboral de personas con discapacidad. Todos los martes, voluntarixs dictan talleres de Jardinería abiertos y gratuitos, para impulsar la interacción con lxs vecinxs, profesionales e instituciones.
Por Agustina Cavalanti
“Vecinos en Flor” es un proyecto que activa la motivación laboral y la autonomía de las personas con discapacidad. Es un trabajo solidario que busca capacitar a través de la jardinería. Un equipo de voluntarixs que incluye en una sociedad que excluye.
Semanalmente, en el predio de la Facultad de Agronomía se dictan talleres abiertos y gratuitos sobre plantas, huerta, elaboración de compost y lombricompuesto. Son clases inclusivas destinadas a personas con y sin discapacidad, que deseen emprender un nuevo camino, que elijan capacitarse y trabajar las plantas. Para vecinxs que busquen relacionarse en un espacio que invita a la inserción social.
“La idea-fuerza que se soñó en los orígenes del proyecto fue que un equipo de trabajadores compuesto por personas con diferentes discapacidades y sin discapacidad, le ofrecen a una “vecina” del barrio arreglar su cantero. A partir de allí y del trabajo realizado, los vecinos comienzan a integrarse al trabajo, renovando la vida barrial que estaba perdida”, señala el proyecto de Vecinos en Flor que en 2019 fue declarado de Interés Social por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Su principal tarea es promover la inclusión laboral de las personas con discapacidad (PCD). El proyecto nació en el año 2012 como un trabajo interdisciplinario de extensión de la Universidad de Buenos Aires y está conformado por profesionales tanto de la Facultad de Agronomía de la UBA como de otras universidades e institutos.
“Buscamos, por un lado, que las personas con discapacidad tengan aún más independencia, brindándoles además diferentes herramientas para la comunicación; y, por el otro, que lxs voluntarixs que nunca tuvieron contacto con personas con discapacidad conozcan cómo se trabaja, los tiempos del otro, las expresiones, los gestos. Vecinos en Flor es venir al espacio, regar las plantas, hacer el testeo de cómo están, si tienen plagas, si hay que podar, o trasplantar. El foco principal es la inclusión y la autonomía de las personas con discapacidad, que se sientan cómodxs y libres”, contó Nicolás Melesi, acompañante terapéutico de Vecinos en Flor.
En el espacio hay plantas nativas y aromáticas, un sector de huerta, un estanque de plantas acuáticas, y algunos frutales. Vecinos en Flor está hecho a pulmón: una parte se sustenta gracias a la Facultad de Agronomía de la UBA y otra mediante donaciones. Es de acceso libre y no hace falta tener ninguna profesión específica para participar. El requisito fundamental es ser mayor de 18 años, tener ganas de ayudar y de estar dispuestx a trabajar en la jardinería con personas con discapacidad.
Asimismo, dictan cursos inclusivos con certificación oficial. Este 2020 planifican implementar un curso de producción de plantines, gusanos de seda, cokedamas, plantas acuáticas, bancales en altura, y huertas verticales. Cursos y charlas para que lxs participantes puedan generar un microemprendimiento.
“De repente llegas y hay que pintar pallets, porque estamos construyendo un piso accesible y queremos hacer huertas verticales. Los pallets fueron donados por una empresa de Pacheco”, agregó.
Los martes a las 16 horas comienzan los talleres donde por ejemplo personas con discapacidad visual utilizan la pala, cultivan y reconocen las plantas; o personas con discapacidad intelectual explican actividades complejas como la siembra de almácigos.
“El otro día le enseñamos a Daniel, persona ciega, cómo hacer lenguas de señas: agarrar sus manos y mostrarle las formas que se hacían y él las iba practicando”, aseveró Nicolás.
Aparte, se trabaja la puntualidad, el respeto y el cuidado de los materiales; y se enseñan normas de seguridad, de higiene y de uso de herramientas de protección.
Pocxs vecinxs se involucran en este gran proyecto solidario. Lxs responsables invitan a la comunidad a que se acerque al predio y aproveche un espacio gratuito que es parte de nuestro barrio. Que se sumen vecinxs con y sin discapacidad a trabajar la tierra, a estimular la reflexión y la creatividad, en un ámbito inclusivo donde se mejora la autoestima y la calidad de vida.