Rezagados y sin asistencia, los feriantes vuelven a trabajar luego de siete meses. Manualistas y artesanos criticaron que, pese a desarrollar su actividad al aire libre, haya pasado tanto tiempo hasta reactivar su labor, que implica el sustento de más de 3.000 familias.
Foto: feria de San Telmo (archivo Telam)
Por Juan Castro para la Cooperativa de Editores Barriales EBC
Después de siete meses sin poder trabajar y habiendo sido rezagados por shoppings y otras actividades, el primer sábado de noviembre regresa la treintena de ferias de manualistas de la Ciudad de Buenos Aires, las cuales son el sustento de más de 3.000 familias.
“Estamos al aire libre, lo más seguro en la pandemia de Covid-19, deberíamos haber vuelto antes porque fueron muchos meses sin trabajar y sin ayudas, esperemos poder reponernos ahora”, cuentan feriantes de Plaza Francia, en Recoleta.
El 20 de julio, a cuatro meses de iniciada la pandemia y tras dos períodos estrictos de cuarentena, se inició el Plan de Puesta en Marcha de la Ciudad de Buenos Aires. Primero se habilitaron comercios no esenciales y deportes al aire libre. Cuando la curva de contagios diarios empezó a caer en septiembre, hubo nuevos permisos, como el regreso de los shoppings (lugares cerrados) o la gastronomía en la vía pública.
Ahora, a cuatro meses de ese primer desconfinamiento, las ferias de la Ciudad habilitadas por la Ley N° 4.121 pueden volver. Lo comunicó el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta el viernes 23 de octubre al anunciar el nuevo periodo de aislamiento que se iniciaba el lunes siguiente.
“Las ferias de Parque Lezama, Parque Saavedra, Plaza Francia generan muchos puestos de trabajo. La reapertura es una medida esperada porque el trabajo es el motor del desarrollo, el motor del progreso”, dijo el mandatario.
Para llegar a ese acuerdo entre feriantes y Gobierno pasó mucho tiempo durante el cual las familias estuvieron sin percibir ingresos ni ayudas estatales. De hecho, ese mismo viernes 23 por la mañana hubo una protesta ante la Dirección General de Ferias y Mercados de la Ciudad, en Puerto Madero.
Fue convocada por las Ferias de Honduras, Palermo Viejo, Parque Centenario y Feria Julio Cortázar y logró unir a la mayoría de las ferias porteñas bajo un reclamo común: “Queremos trabajar”.
Querían volver lo antes posible, pero luego de la reunión quedó firme el regreso para el 7 de noviembre. “Hoy, como está la situación luego de aguantar siete meses, aguantar dos semanas es una eternidad”, protestó Mirna Naranjo, trabajadora del Parque Centenario.
No fue solo una cuestión de tiempo, sino de formas. Trabajadores de la feria del Parque Saavedra contaron: “Hubo mucha desorganización, mucha ida y vuelta que extendió los plazos. Volvieron primero los shoppings e incluso la feria Buenos Aires Market en Saavedra, Villa Urquiza y Parque Chacabuco (al aire libre, con productores de comida agroecológica); había gente del área que esto último no lo sabía”.
Durante la pandemia y ante un amparo, el titular del Juzgado N° 2 en lo Contencioso Administrativo y Tributario, Andrés Gallardo, ordenó que el Gobierno porteño pagara un ingreso mensual de emergencia de 10 mil pesos a algunos artesanos y manualistas de la feria ubicada en la peatonal Perú, entre Rivadavia y Alsina, en Monserrat.
Sin embargo, fue la única experiencia de este tipo. El resto de los feriantes apelaron a distintas estrategias de subsistencia. Rolando Flores, de la feria de Mataderos, contó: “En este tiempo no hemos recibido ninguna ayuda del Gobierno porteño. Nos organizamos entre feriantes para ayudar a quienes están más complicados, pero no es suficiente. No pedimos otra cosa que trabajar”.
Para eso, la reactivación se logra ahora mediante la firma de acuerdos entre los delegados de cada feria y la Dirección General de Conservación del Paisaje Urbano del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la CABA. “Se han realizado una serie de reuniones entre representantes de esta Dirección y delegados de la feria, a fin de trabajar un consenso para la implementación de las medidas sanitarias correspondientes”, expone el texto que firmarán las partes.
“El nuevo contexto exige un nuevo protocolo de apertura de las ferias, garantizando el distanciamiento físico y evitando grandes aglomeraciones. Es por esto que se reorganizan con el fin de generar mayor espacio en las áreas de circulación, que permita cumplir con las normas de distanciamiento físico y el uso responsable del espacio público”, se agrega.
También hay un protocolo sanitario de reapertura, con aval del Gobierno de la Ciudad y de Nación. Algunos puntos: “Todas las personas en las ferias deben guardar una distancia mínima de 1,50 metros; habrá una persona por puesto; se ofrecerá atención prioritaria a adultos mayores y personas embarazadas; permisionarios con síntomas de Covid deben informar a la Gerencia Operativa de Ferias y no concurrir a la feria; limpiar con frecuencia las superficies en contacto con el público”.
Desde la feria del Parque Saavedra concluyen de cara al regreso: “Acá son más de 180 permisionarios. Hay muchos adultos mayores, por lo que no se espera que vuelvan en lo inmediato, pero lo importante es reactivar el trabajo porque fue un golpe enorme para las miles de familias estar siete meses sin ingresos”.