Ya se anotan candidatos para vacante en Corte de la Ciudad de Buenos Aires

Luego de que el Presidente nominara a Inés Weinberg de Roca como jefa de los fiscales


| El Ministro de Justicia y Seguridad, Martín Ocampo, es el favorito por el sector que domina Daniel Angelici. La presidenta del Consejo de la Magistratura podría ascender con el aval de Horacio Rodríguez Larreta. Una de las directoras de la academia de la policía local y el ex Procurador del Tesoro fueron subidos a la competencia, en caso de que Macri logre que su candidata pase el filtro del Senado. Otras dos vacantes estarán en juego en un tribunal que podría terminar siendo de amplio peso político por transferencia de la justicia nacional.

Por Gabriel Morini

El anuncio fue de improviso, en un set de televisión y alejado de todo el formalismo que se hubiera esperado para una nominación clave del Gobierno en su futura relación con el Poder Judicial. Mauricio Macri lanzó al pasar que enviaría el pliego de Inés Weinberg de Roca para ser jefa de los fiscales, decisión que encontró a aliados y opositores con injerencia mirándolo por TV.

Desacomodó a sectores afines al oficialismo que habían propuesto al fiscal general de Casación Raul Pleé como indicado por su relación con Comodoro Py; al PJ que pujaba porque el senador Rodolfo Urtubey fuese nominado para que “la política” regrese al comando de los fiscales; y a todos aquellos que esperaban que surgiera un nombre de consenso.

Inmediatamente, tras el anuncio, se disparó la carrera por la sucesión de la actual titular del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires (TSJ). Cada sector intentó acercar su propio candidato en caso de que Weinberg se mude de despacho.

La cobertura de la vacante porteña en el equivalente a la Corte Suprema de Justicia pero del ámbito porteño tiene una ventaja: el aspirante que quiera quedarse con ese sitial deberá fatigar los pasillos de la Legislatura de la Ciudad para conseguir su aval de dos tercios de los votos, ya que es el único cargo que esquiva la designación que para tribunales inferiores hace el Consejo de la Magistratura.

Es una de las características que allegados y detractores destacan en Weinberg de Roca. Ella misma tomó la delantera recorriendo despachos para conseguir su pase al Tribunal Superior de Justicia cuando Macri la nominó en su etapa como jefe de Gobierno.

De hecho, fue su único nombramiento en 8 años de gestión y no fue su primera opción: la fiscal Daniela Bruna Ugolini había concitado la atención del entonces alcalde porteño. Pero su postulación no resistió la avalancha de impugnaciones.

Desde los tribunales porteños especulan con una posible jugada a lo “Caballo de Troya”. O el denominado “efecto Reposo” por el ex titular de la SIGEN kirchnerista, Daniel Reposo. Su postulación generó tanta resistencia cuando Cristina Kirchner lo nominó que luego el pliego de Alejandra Gils Carbó – por contraste – generó un apoyo inesperado. Muchos de esos sectores creen haber caído en una jugada política.

Es difícil pensar que Macri, con todas las opiniones en contra de su entorno, intente algo similar con Weinberg, una candidata que no está para ser desgastada en pos de una segunda opción. Tanto Ugolini como Weinberg tienen una característica en común: ejercen el oficialismo. Esto el PJ lo detectó al instante: “Gratis no le va a salir”, respondieron senadores peronistas apenas echó a rodar el nombre.

Se ingresará en una lista de “toma y daca” por una serie de cargos que el PJ intentará canjear a cambio de prestar apoyo con sus senadores para que el pliego de Weinberg de Roca no trastabille en la Cámara Alta.

Si ese camino continúa sin tropiezos, una de las cinco vacantes en el TSJ quedará libre. Nadie quiere que la música termine sin ocupar su silla. Por eso, como sucesora ya está anotada la actual titular del Consejo de la Magistratura porteño, Marcela Basterra, que cuenta con el apoyo del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.

Basterra asoma como candidata natural por experiencia académica acumulada y por los resultados del rodaje tras haber capitaneado la nave del Consejo porteño que timoneaba con habilidad el fallecido Enzo Pagani, del riñón del poderoso presidente de Boca Juniors, Daniel “Tano” Angelici.

Académica, con base en la Facultad de Derecho, desde su entorno no quieren escuchar hablar de esta candidatura, aunque no reniegan de su capacidad para disputar el cargo. Ya tuvo que sortear una operación de “fuego amigo” que surgió de la propia Casa Rosada por los gastos superfluos del órgano de selección y remoción de jueces, en pleno plan oficial de recortes. La mediatización de los gastos “recortables” fue selectiva. Empezó y terminó en esa dependencia pública, como si el resto no tuviera podas posibles.

El actual Ministro de Justicia y Seguridad, Martín Ocampo también está inscripto en la carrera, auspiciado sin disimulo por Daniel “Tano” Angelici. Su cercanía con el hombre fuerte en materia judicial le valió el salto de legislador al de Fiscal General de la Ciudad, y luego, sin dejar el cargo más que en una licencia, pasó al frente del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño. Como si se tratase de un hombre orquesta, ahora podría desembarcar en el edificio de Cerrito 760, sede del TSJ.

Es difícil que su candidatura no cause ruido, dada la directa identificación que tiene con el Gobierno, con Macri y con el presidente de Boca. Algunos agregan además que a un perfil operativo como el de él, confinarlo al TSJ es una opción que lo encorsetaría en un lugar de poca utilidad. Otros sostienen que podría ser un escalón intermedio para su preparación en un cargo de mayor responsabilidad a nivel nacional.

Otro de los nombres que comenzaron a evaluarse fue el de la camarista de la Sala II del fuero Penal, Contravencional y de Faltas, Marcela De Langhe. Con experiencia en la justicia en lo penal económico y en San Isidro, además de la justicia porteña, hoy su nombre está asociado al Instituto Superior de Seguridad Pública que forma a los integrantes de la Policía de la Ciudad. Es su directora y también experta penalista.

Elisa Carrió ya manifestó puertas adentro que su candidato a ocupar una vacante es el renunciante ex Procurador Nacional del Tesoro, Carlos Balbín. Su nombre comenzó a girar porque también integra la justicia porteña: estuvo de licencia en la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario, dada su especialidad en derecho administrativo.

Su tempestuosa salida del Ejecutivo por la causa Correo Argentino no asegura un retorno tan fluido como el que espera la socia de Cambiemos desde que tuvo que ceder su alejamiento, pese a que era uno de los pocos hombres que mantenían equilibrio de aceptaciones tanto de Carrió como de Angelici. Balbín había rechazado un cargo a modo de salida de su puesto en medio de roces y fricciones con la jefatura de Gabinete. Habría que confirmar si las heridas sanaron para un retorno a un puesto simbólicamente importante pero sin tanto relieve político.

En el variopinto ecosistema porteño observan con atención otra variable que puede colaborar a un reparto más armonioso de los espacios de poder: otros dos jueces del TSJ – Ana María Conde y José Osvaldo Casás – mantienen en vilo sus jubilaciones que por una cuestión etaria mantienen a mano. Son los de la primera avanzada de jueces para la Ciudad. Ambos también fueron esenciales para el ascenso a la presidencia de Weinberg de Roca en el esquema de alianzas interno.

Otro logro de la ahora candidata a la Procuración fue desbancar a Luis Lozano como presidente. De prolongarse en el tiempo el proceso de selección y aplicación del Decreto 222, podría haber tres vacantes para cubrir, sobre cinco integrantes del cuerpo que revisa las sentencias de la justicia porteña. El ideal para el Gobierno sería que también Alicia Ruiz, la única voz que suele ser disonante en el TSJ, decida iniciar los trámites jubilatorios, aunque no cuentan con garantías de ello para un recambio total en el equivalente a la Corte Suprema a nivel porteño.

Puede no ser mirado actualmente como un sitial clave. Pero vale recordar que si se transfiere la totalidad de la justicia nacional a la órbita porteña, con incremento de delitos y con fueros transferidos, civil, comercial, del Trabajo y penal, del Consumidor y otros, la justicia porteña será la más poderosa entre las porteñas y jugando de igual a igual en relevancia a la propia Corte Suprema.

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