Los fines de semana de febrero habrá festejos callejeros sobre la avenida Mosconi, tras dos veranos sin actividad por la pandemia. “Se vive con muchísima alegría, mucha expectativa”, aseguran desde el Centro Murga Soñadores de Villa Pueyrredón.
Por Juan Manuel Castro
El barrio recupera su histórico corso de la avenida Mosconi, entre Bolivia y Terrada. Luego de dos años en pausa debido a la pandemia, el Centro Murga Soñadores de Villa Pueyrredón confirmó el regreso de este colorido y popular festejo. Las canciones, los estandartes, los bombos y el baile se disfrutarán los fines de semana de febrero, desde el atardecer.
“La vuelta se vive con muchísima alegría, mucha expectativa ante la respuesta de los vecinos”, cuenta a este medio “Caco”, el histórico director de Soñadores. “Somos parte importante de la organización de este corso, hace 23 años estamos y es una inmensa felicidad saber que vamos a estar un febrero más en las calles. En Pueyrredón la gente nos recibe muy bien”, agrega.
“La murga no para de crecer, estamos rotando entre 280 o 300 personas de todas las edades. Los ensayos son bastante fluidos con mucha gente. Estamos en el periodo de vacaciones, pero la gente ya pone la cabeza en febrero, un momento que se espera todo el año. Esa ilusión en los chicos y chicas, en sus familias que se preparan todo el año cosiendo sus apliques, bordando el traje, preparándose para salir a la calle. Hay que vivirlo”, remarca.
La fiesta regresa a las calles, pero la acción y presencia de Soñadores siempre estuvieron, más todavía en las horas difíciles de la pandemia. “La gente sabe bien el trabajo que se hizo en pandemia, las ollas populares, las colectas, la contención a las familias y personas en situación vulnerable”, asegura “Caco”. Por esos momentos vividos, el reencuentro con los vecinos en medio de la alegría toma un significado todavía más especial.
Alerta y movilización antes del regreso
A fines de enero, las agrupaciones de carnaval informaron que este febrero (todos los fines de semanas, y el lunes 21 feriado de carnaval)* se celebrarán 34 corsos, con la participación de alrededor de 100 murgas, en esquinas tradicionales de la Ciudad de Buenos Aires.
A nivel local, en la Comuna 12 junto al regreso de Villa Pueyrredón se anunció el retorno del carnaval a Villa Urquiza, en Triunvirato y Olazábal. Del mismo modo vuelve el corso del Parque Saavedra. En este vecino barrio se realizará, como el verano pasado, el festejo frente al Parque Sarmiento, sobre la avenida Balbín.
Por la pandemia en el verano de 2021 no hubo desfiles callejeros, sino festejos alternativos como exposiciones de fotos, charlas online, streaming de música. El verano pasado hubo una docena de corsos, en su mayoría en espacios públicos, no tanto en esquinas tradicionales para evitar cortes de calle y aglomeraciones. En la Comuna 12 solo se hizo el del Parque Sarmiento.
Por eso, en las últimas semanas la expectativa era mucha. Las agrupaciones de carnaval se habían reunido con el Ministerio de Cultura porteño para organizar el corso 2023. En un principio, las autoridades oficiales querían repetir algo similar a lo del verano pasado: pocos corsos, en espacios públicos, suspendiendo buena parte de las esquinas históricas.
De una treintena de lugares solicitados por las agrupaciones, el Gobierno de la Ciudad pretendía una tercera parte, razón esta que hizo que las murgas se declararan en estado de “alerta y movilización”, denunciando recortes.
“A pocos días del inicio del festejo popular más importante de nuestra Ciudad, el Gobierno porteño decide darle nuevamente la espalda a su pueblo”, habían manifestado en un comunicado.
Luego, las reuniones entre partes continuaron y hubo acuerdo: el Gobierno porteño accedió al pedido de las murgas y los corsos en esquinas históricas vuelven a ser una realidad.
Del mismo modo, el director de Soñadores también habla sobre quienes tienen reparos con este festejo cultural: “Entendemos toda la problemática que implican los cortes de calle, el ruido, el movimiento de gente. Muchos no comparten para nada la existencia de las murgas. También se tiene que entender que hay un sentimiento, una pasión por el carnaval, es uno de los festejos más grandes de la ciudad. Somos apasionados del carnaval y esos días históricamente se realizan los corsos en las calles”.
Tres veranos que parecen una vida
El carnaval de 2020 en la avenida Mosconi fue a lleno total. Las murgas de la zona y de toda la Ciudad de Buenos Aires desfilaron, entonaron sus canciones de protesta mientras los niños y niñas jugaban con espuma, las familias se encontraban, había una fiesta popular al aire libre. Nadie sospechaba lo que iba a ocurrir después.
La pandemia se desplomó con toda su crudeza e inmensidad sobre el barrio, el país, el mundo entero. Fue un punto de quiebre que modificó vidas, costumbres, destinos de millones de personas.
En lo que respecta al carnaval, marcó un hito: el verano de 2021 fue el primero desde la vuelta de la democracia (fueron prohibidos en dictadura) sin corsos en las calles. Ante un acontecimiento de excepción hubo una respuesta creativa: las murgas siguieron activas, pero con un carnaval “alternativo”.
Esta celebración atípica incluyó la realización de Murgales (murales) en los sitios de ensayo. Soñadores lo hace al pie del tanque del Barrio General San Martín. En su caso, utilizaron la pintura para restaurar un antiguo diseño hecho años atrás.
También hubo exposiciones de fotos, streaming y otras actividades. Se sumó la propuesta Huellas de Carnaval, un proyecto por el cual se colocaron placas conmemorativas en los sitios de ensayo. Más tarde la Legislatura porteña declaró Patrimonio Cultural a este proyecto.
Cada placa tiene un código QR por el cual se puede visitar una página web que compila la historia de las murgas porteñas.
La murga de Pueyrredón, por su parte, realizó varias ediciones del Soña Fest, un encuentro en el Barrio General San Martín con murgas invitadas, un festejo de música en vivo para toda la familia y la comunidad murguera.
Con un panorama sanitario más alentador, el verano de 2022 volvieron los desfiles callejeros, pero con un formato acotado: solo 12 espacios de festejo. Por segundo año consecutivo, el barrio de Villa Pueyrredón no pudo disfrutar su corso.
Ahora, la tercera es la vencida y Mosconi vuelve a lucirse para la ocasión.
Soñadores, un legado que va más allá del carnaval
La murga de Villa Pueyrredón siempre dijo presente en el barrio. En la época de la pandemia sus integrantes se organizaron para brindar ayuda y asistencia a los vecinos, en particular a quienes estaban en una situación delicada.
“Hoy somos una asociación civil donde estamos muy activos con el tema del trabajo social, eso se va a ver reflejado a la hora de poner la murga en la calle”, asegura el director “Caco”.
El murguero evoca las épocas más álgidas del aislamiento social y los picos de contagios de coronavirus. En ese tiempo de calles vacías, de personas que perdían sus trabajos, de incertidumbre, la murga estaba en las calles, no con los bombos, sino con sus manos extendidas para ayudar.
“Tuvimos una olla constante en la Parroquia Corazón de Jesús de 400 platos de comida semanales. Eso fue importantísimo. No era solo el Barrio General San Martín, había mucha gente de todo Pueyrredón y alrededores, gente que no podía salir a ganarse el mango. Estuvimos con los vecinos en esos momentos difíciles”, señala.
“Fue un trabajo hecho a pulmón con toda la comunidad de Villa Pueyrredón. Por todo esto que vivimos, por todo este trabajo esperamos el regreso afectuoso con los vecinos este febrero”, concluye “Caco”.