Reinstalaron, en la Plaza Martín Rodríguez, la placa en memoria y homenaje a Humberto “Cacho” Costantini: escritor, poeta, militante revolucionario, nacido en Villa Pueyrredón.
Por Ignacio Di Toma Mues
Otra vez la tenacidad de la memoria, que, como dice León Gieco, es refugio de la vida y de la historia. La memoria de nuestro barrio está, como en tantas otras cosas, en Humberto “Cacho” Costantini: escritor, poeta, militante revolucionario, nacido en Villa Pueyrredón en 1924, exiliado en México a partir de 1976, regresado al barrio en 1984 y fallecido en 1986. El lugar del homenaje: la Plaza Martín Rodríguez, escenario de uno de sus cuentos, Don José, del libro De por aquí nomás (1958).
Todo comenzó a gestarse a mediados de 2011 por iniciativa de Graciela Drago (fallecida en junio de 2017) y Alejandro Gibelli, hincha fanático de Estudiantes de La Plata, como Cacho Costantini. Y, ¿qué mejor que una legisladora porteña, Laura García Tuñón, también hincha del “Pincha”, para concretar el proyecto?
La placa se colocó finalmente en octubre de 2011 en el centro de la plaza, al lado del mástil. Para algunos fue una herejía, y al poco tiempo desapareció. ‘‘Hombre de barrio, ciudadano de esta patria, poeta de nuestra lengua, intraducible y nostálgico, volviste del infame exilio aquí. Nuestro amor, nuestra memoria, nuestro homenaje para vos.”
Pero, como dijimos en la introducción de esta nota, la memoria es tenaz y, volviendo a Gieco, estalla hasta vencer.
No fue en un lugar central donde se reinstaló la placa, sino en un rincón, en la esquina de Argerich y Habana. Pero también allí molestaba, y un día de abril de 2019, parafraseando a Costantini, un “¡pim!, ¡pum!, ¡paff!, ¡qué sé yo!”, fue destrozada en cuatro pedazos.
Y nuevamente la memoria, que es tenaz, y nuevamente Gieco, espina de la vida y de la historia, memoria que Alejandro Gibelli lleva como estandarte para recordar a Humberto Cacho Costantini. Hoy nuevamente está, en la esquina de Argerich y Habana, en la plaza, su plaza, Martín Rodríguez.
Es bueno recordar las palabras de Alejandro el día que, por primera vez, colocaron la placa en la plaza: “Todo lo que nos une a nosotros, que nos junta en nombre de la metáfora poética de este vecino, de este poeta, va a quedar instalado… va a pasar cualquier otro vecino alejado de esta historia, de esta experiencia, y va a ver la placa, va a leer, va a entrar la curiosidad, y eso es lo que tenemos que dejar que surja, dar testimonio de lo que quisieron ocultar, masacrar, de lo que quisieron tapar…”
Laura García Tuñón también habló de su militancia: “Por su incansable compromiso con la literatura y el arte, y por su compromiso social inclaudicable… Admirador de Ernesto ‘Che’ Guevara y miembro del PRT-ERP luego de alejarse del Partido Comunista. Fue compañero de militancia de los escritores desaparecidos Haroldo Conti y Roberto Santoro.”
Esta vez fue la legisladora porteña por Unión por la Patria, y también hincha del “Pincha”, María Bielli, quien se comprometió. Una de las personas que colabora con ella, Agustina Agudín, gestionó todo lo necesario para concretar la reinstalación junto con el comunero de la Comuna 12, del mismo espacio político, Pablo Ortiz Maldonado, quien se encargó del basamento de la placa.
“Cuando me veo obligado a escribir un artículo, o un ensayo, o esto que estoy tecleando ahora por ejemplo, tengo siempre la fulera sensación de que estoy macaneando. De que podría afirmar todo lo contrario de lo que digo con la misma compostura y la misma sinceridad. En la poesía y en el cuento eso no me pasa. Sé que hay una única forma para decir una única verdad. Y que lo demás es una pelea con las palabras hasta encontrarlas.” (Humberto Costantini)