(N. del editor: Esta nota fue realizada diez días antes del aislamiento social obligatorio, pero vale la pena, como aconseja Mailén, agendar para cuando todo vuelva a la normalidad)
El Centro Cultural Freire se encuentra en el barrio de Colegiales, en la vecina Comuna 13. Es un espacio cultural que ofrece la posibilidad de disfrutar del teatro y la música. Aunque suspendieron sus actividades por la pandemia del coronavirus, el C.C. Freire propone un ciclo de obras cortas todos los miércoles a partir de las 21 horas. Una actividad para agendar post cuarentena.
Por Mailen Maradei
Es un día lluvioso, uno de esos días ideales para quedarse en casa y disfrutar de una película o serie por streaming. Aunque el pronóstico no es el ideal para salir, el Centro Cultural Freire resistió el pronóstico meteorológico y abrió sus puertas con un innovador ciclo de obras cortas, un espacio donde se unen la gastronomía y el arte en un combo interesante y cautivante.
“La idea fue generar un espacio para los artistas de la ciudad que tengan proyectos de obras cortas. Las obras que se presentan en el ciclo son interdisciplinarias, a lo mejor hay obras de texto, obras de teatro-danza, teatro físico. Es un canal habilitado a la ciudad y al barrio para expresar su arte. La propuesta es que haya espectáculos todos los días y generar un lugar donde los artistas puedan expresarse. Se nos ocurrió que el ciclo de obras cortas podía ser una buena forma para aglomerar dos variantes con las cuales trabajamos; lo artístico y lo gastronómico. Es un ciclo de obras cortas que te invita a verlo con una cerveza”, cuenta Nicolás Manasseri, uno de los fundadores del espacio y director artístico del ciclo.
El ciclo es multidisciplinario. Cada propuesta dura alrededor de 15 minutos y la programación se renueva cada mes. Su objetivo es ser una vidriera para mostrar las creaciones de jóvenes artistas que llegan o viven en la Ciudad.
“La ciudad de Buenos Aires es un lugar donde hay gente de todo el mundo. El año pasado, se presentaron artistas de Colombia y Chile. La entrada es para el ciclo, entonces se invita a ver las tres propuestas que hay en la cartelera”.
Ciclo de Obras cortas
Asistimos al Centro Cultural Freire el miércoles 11 de marzo para ver de qué se trataban las propuestas que allí se presentan (el avance del coronavirus impidió la continuidad del ciclo).
Comenzó con una obra de texto de “Los betos”. Tras unos minutos de intervalo donde les espectadores pudieron disfrutar de una rica cerveza o tomar y comer algo, un cartel que indicaba “On Air” se encendió y les acomodadores indicaron que era momento de la segunda función de la noche.
La compañía de danza “Ellas” con su espectáculo “La casa de atrás” exploraron la fortaleza que adquieren tres mujeres cuando se reúnen un domingo por la tarde. Sillas y una mesa fueron los objetos que utilizaron tres bailarinas durante la función para indagar la fuerza que reside en cada objeto.
La jornada culminó con una obra performática de “Anomalía Project”. Una indagación sobre el cuerpo humano a través de unos dispositivos tecnológicos.
Jóvenes artistas
En su mayoría, las obras que se presentan durante el ciclo son de jóvenes artistas, directores y actores que desarrollan proyectos en la escena independiente. “Es un ciclo que venimos haciendo desde marzo del 2018. De a poco, se está empezando a armar una mística. Es un lugar donde muchos artistas se acercan y conocen el espacio. Todos los años llegan muchas propuestas, lo cual quiere decir que hay una juventud artística con muchas ganas de hacer. Los jóvenes son los que tienen la mejor energía creativa y tienen ganas de seguir haciendo cosas. Eso llevó a que el ciclo pueda continuar”, cuenta Nicolás Manasseri.
“Esperamos – dice Nicolás – que el Centro Cultural Freire sea un espacio accesible para el artista que está buscando un lugar donde expresarse. Hoy en día, es difícil alquilar un espacio y montar una obra”.
Sobre el Centro Cultural Freire
Renzo Morelli, Iván Mazzieri, Fernanda Provenzano y Nicolás Manasseri son artistas. Todos provienen de la actuación o se dedican a la música. En 2015, ganaron la bienal de Arte Joven con su musical Juegos de Fábrica. En 2018, decidieron construir su propio espacio para difundir el arte independiente.
“Nosotros producíamos espectáculos. Un día, nos hartamos de hacerlo en otros lugares y se nos ocurrió armar nuestro propio espacio. Nos juntamos cuatro personas que somos primes, socies, hermanes y empezamos a buscar lugares. Con mucho esfuerzo, trabajo y dedicación y en un país donde cambian constantemente las cosas, apostamos con todo a este camino de la producción independiente”, señala Nicolás.
En una zona estratégicamente gastronómica, rodeada de muchos restaurantes y bares, el centro cultural tiene dos entradas; una que se encuentra en Zabala 3116 y, la otra, por Freire 1090. Puertas que sirven de mesas y con una estética descontracturada, pretende ser un espacio donde todas las disciplinas son bienvenidas.
“Es una zona donde cada vez hay más bares. Eso hace que la afluencia de público sea mayor. A la gente del barrio, le gusta la cultura. El objetivo es poder brindarle al barrio y a la ciudad un lugar distinto para que pueda salir un poco de Netflix”, concluye Nicolás Manasseri.
Más información:
web: Cultural Freire
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