Memoria, verdad y justicia, tres cimientos de nuestra democracia. Memoria para no olvidar, verdad para saber y justicia para no repetir. Esta es la misión del pueblo argentino. Por eso en cada barrio, fábrica, universidad, escuela, institución, se rinde homenaje a los que militaron y lucharon por una patria libre, justa y soberana.
Por Ignacio Di Toma Mues
En la plaza Nunca Más, de Bolivia y Cabezón, siete baldosas dan testimonio de la memoria de un barrio por los 58 militantes desaparecidos “de y en” Villa Pueyrredón. Un mural en Abarellos y Zamudio homenajea a los trabajadores desaparecidos de la Grafa.
En la esquina de Av. de los Constituyentes e Iberá en Villa Urquiza, una baldosa por la estudiante Ines Ollero. También están las baldosas por la memoria de Cecilia Laura Minervini, Irene Inés Bellocchio y Susana Carmen Moras en la puerta del Colegio Beata Imelda, en Andonaegui y Blanco Encalada.
Otra baldosa en la puerta de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, en Triunvirato y Cullen, por el Padre Pablo María Gazzarri. Y otras dos por las docentes Susana Carmen Morás, en la puerta del Instituto Nuestra Sra. del Carmen en Bucarelli y Cullen, y de Susana Antonia Marco, en la puerta del Colegio Emilia Mourtier de Pirán, en Triunvirato, entre Cullen y P.I.Rivera.
En la esquina de Triunvirato y Monroe, siete baldosas por la memoria de 54 militantes populares desaparecidos de Villa Urquiza. En la Plaza de la Memoria, en Gándara y Gamarra, en Parque Chás también se recuerda a los desaparecidos del barrio. Y en la Facultad de Agronomía. Al pie del mástil del pabellón central están las baldosas con los nombres de los 31 desaparecidos de esa casa de estudios.
Y por siempre, y para siempre,
en nuestros corazones
las MADRES Y ABUELAS
DE LA PLAZA DE MAYO.