Colocaron baldosas para recordar
a estudiantes desaparecidos

DERECHOS HUMANOS COMUNA 15:
Facultad de Agronomía de la UBA
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El viernes 24 de marzo hubo un acto con discursos alusivos y entrega de legajos a familiares. Organizaron Barrios por Memoria y Justicia Balvanera y la Comisión de Derechos Humanos de esta facultad. En la previa, manos anónimas vandalizaron retratos de los desaparecidos y pegaron carteles con la leyenda “Fueron 6348”.

Por Juan Manuel Castro

La mañana del viernes 24 de marzo, Día de la Memoria, hubo un acto organizado por la agrupación Barrios por Memoria y Justicia Balvanera y la Comisión de Derechos Humanos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA).

Ante más de 200 personas, al pie del mástil del pabellón central y en el Centro de Estudiantes se inauguraron baldosas con los nombres de los 31 desaparecidos de esta casa de estudios.

Luego de escuchar discursos de alumnos, familiares y ex compañeros, la comunidad educativa marchó a Plaza de Mayo donde se desarrolló el acto central de la jornada.

La facultad convocó a esta agrupación de Once, la cual investiga y coloca placas en los sitios que fueron relevantes para los detenidos desaparecidos. El 4 de marzo hubo una jornada comunitaria donde estudiantes y familiares hicieron las baldosas.

Días previos al acto, se exhibieron los dibujos que distintos artistas hicieron durante los juicios contra los genocidas de la dictadura cívico militar. “Es un testimonio mezcla de documental y arte”, explicaron en la Comisión de Derechos Humanos de la FAUBA. También se proyectó la película “La Guardería” de Virginia Croatto sobre la infancia en La Habana (Cuba) que vivieron los hijos de aquellos montoneros que volvieron al país en forma clandestina entre 1979 y 1983.

Acto en el Bosque de la Memoria en Agronomia

Acto en el Bosque de la Memoria en Agronomia

Pasadas las diez de la mañana, en el Bosque de la Memoria, en el cruce del pabellón central y las vías del tren, el coro de la facultad entonó algunas canciones de época como La Cigarra de María Elena Walsh y Venceremos de Jairo.

Luego, tomó la palabra el Decano de esta casa de estudios, Rodolfo Ángel Golluscio, y dijo que “estar unidos por la memoria es la mejor enseñanza para los jóvenes que pasan por la facultad, que se forman como profesionales y como ciudadanos”.

Golluscio contó que manos anónimas vandalizaron un homenaje a los desaparecidos de la FAUBA. Miembros de la Comisión de Derechos Humanos colgaron afiches con los rostros de los estudiantes detenidos en los árboles de la facultad. Los “negacionistas”, como los tildó el decano, les pegaron encima carteles con la leyenda “Fueron 6348”.

Esta postulación coincide con el discurso de sectores procesistas y algunos funcionarios de Casa Rosada que deslegitiman el lema “30 mil detenidos desaparecidos presentes”.

Miembros de la Comisión de Derechos Humanos contaron que el Centro de Estudiantes se recuperó en 1985. Sus miembros investigaron y elaboraron la lista con los nombres de los detenidos desaparecidos. En 1997 se plantaron los primeros árboles del Bosque de la Memoria y luego instalaron una placa recordatoria en el Rectorado.

El Día de la Memoria de 2009 hubo un acto de vandalismo, similar al de “Fueron 6348”, que incluyó esvásticas pintadas. Como respuesta colectiva, estudiantes, profesores, graduados y familiares crearon esta Comisión que asesora al Decanato y al Consejo Directivo. También se destacó que Agronomía es la única casa de estudios de la UBA con un curso obligatorio de Derechos Humanos.

El año pasado se inauguró el Altillo de la Memoria. Estudiantes encontraron, de casualidad, un rincón del salón de actos con “viejas pintadas de los estudiantes de los años 70 que además fueron sobrepintadas con la firma de la Triple A”, contaron en la Comisión. Allí colocaron material histórico de la FAUBA y sus alumnos detenidos. El Consejo local lo designó Sitio de Interés Institucional y se espera que el Rectorado central de la UBA también proteja este patrimonio.

Tras la reseña, hablaron miembros de las cinco agrupaciones políticas del Centro de Estudiantes. Desde el FANA contaron que una compañera suya en estas vísperas, luego de años de silencio familiar, supo que su tía segunda era desaparecida. Desde La Cámpora celebraron que haya debate y llamaron a estar unidos ante los desafíos del presente. La agrupación Abriendo Caminos-UJS leyó el texto “El Sistema” de Eduardo Galeano y repasó las luchas populares antes y después del golpe de Estado.

La Comisión de Derechos Humanos recuperó los legajos de los estudiantes desaparecidos y se los entregó a las familias. Este viernes 24 se entregaron los de Miguel Ángel Riveros y Gabriel Porta.

Sobre este último, se dijo: “Fue desaparecido por defender los fondos del centro de estudiantes (denunció malos manejos por parte de las autoridades). Le debemos la vida porque no habló (ante sus secuestradores), era un estudiante cabal, un trabajador y un defensor de todos los estudiantes”.

Luego hablaron ex compañeros y familiares. Varios testimonios dijeron que a la FAUBA de los años 70 iban los “hijos de terratenientes” y había pocas “ovejas negras” de sectores populares y militancia política. Condenaron a las autoridades universitarias impuestas por la dictadura porque “se encargaron de perseguir estudiantes”.

Clara Petrakos, hija de Constantino Petrakos y María Eloísa Castellini, pidió que vaya gente a los juicios contra genocidas porque “cada vez hay menos y los jueces eso lo evalúan en sus fallos”.

Diego Ravignani, sobrino de Pablo Ravignani, dijo: “En el momento que desapareció mi tío yo tenía 5 años. No tengo el recuerdo, tengo cosas borrosas. Durante bastante tiempo me costó sentir este dolor. Escuchar lo que se compartió en este acto me hace encontrarlo. Me acuerdo que se empezó a hablar en la familia, a sacar esto, ahí empezó a estar mi tío presente”.

Nora, hija de Enrique Pastor Montarcé y militante de Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS), expresó: “Es emocionante ver a los compañeros de papá, pensar que ellos lo conocieron. Para nosotros, quienes no conocimos a nuestros padres, es importante saber qué cosas les gustaban, escuchar anécdotas de sus compañeros, estar en lo cotidiano”.

Durante el acto hubo varios contrapuntos entre oradores. Para algunos mencionar el caso de la detención de Milagro Sala teñía de partidismo un acto por la Memoria. Otros lo veían necesario para denunciar violaciones actuales a los Derechos Humanos.

Varios familiares dijeron que era bienvenido el debate, pero que en el fondo era necesaria la unidad dentro del respeto porque, como sintetizó Nora, “ante tanto odio (por parte de sectores procesistas) hay que construir con amor”.

Baldosas por Memoria y Justicia

Baldosas por Memoria y Justicia

Una vez terminados los discursos en el Bosque, los más de 200 asistentes se trasladaron frente al mástil, donde se instaló el conjunto de seis baldosas con los nombres de los desaparecidos. Mientras se preparaba el cemento para la colocación, Barrios por Memoria y Justicia Balvanera leyó un documento alusivo: “los sueños de los 30 mil están pendientes. Las baldosas hechas en forma colectiva son una forma de reinstalarlos en aquellos lugares que fueron significativos en sus vidas”.

“Es imprescindible en el contexto actual que sus luchas se hagan cada vez más visibles”, proclamaron y concluyeron: “hay que continuar el camino de nuestros compañeros, las injusticias que denunciaron están vigentes. No hubo ninguna guerra sucia, no habrá una reconciliación hipócrita”.

Luego se instaló una séptima baldosa frente al Centro de Estudiantes y, pese a la lluvia intensa que arreció sobre el final del acto, la comunidad educativa se encolumnó para marchar a Plaza de Mayo.

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