Asociación de Comerciantes de Villa Urquiza: “Llevamos 19 meses de caída en las ventas”

Comercio esencial. Asociación de Comerciantes de Villa Urquiza
En plena crisis económica, los comercios sufren el impacto de los altos costos, la baja en el consumo y las altísimas tasas de interés. En diálogo con este periódico, Julio Haddad, secretario de la Asociación de Comerciantes de Villa Urquiza describe el panorama y anticipa un proyecto de ley en el que pide que se declare la emergencia comercial en la Ciudad.

Por Mateo Lazcano

En el último año, el paisaje de las principales arterias de Villa Urquiza estuvo cada vez más dominado por persianas bajas, la poca gente en los negocios y los números rojos en las planillas de los negocios. De forma calcada a la economía nacional, las ventas en los comercios acumulan 19 meses consecutivos en baja, y la situación no muestra signos de recuperarse en el corto plazo. En diálogo con este periódico, el secretario de la Asociación de Comerciantes de Villa Urquiza (ACVU), Julio Haddad, describe el panorama del sector, se refiere al vínculo con las instituciones porteñas, y presenta su alternativa de solución al respecto.

Julio Haddad, secretario de la Asociación de Comerciantes de Villa Urquiza“Hoy en día estamos trabajando casi a pérdida en nuestros comercios”, afirma Haddad. “Ningún área productiva en la Comuna 12 está creciendo. En nuestros barrios tenemos talleres de ropa de colegio, de calzado, de envases plásticos, o fábricas de pastas o heladerías y ninguno la está pasando bien”, agrega.

Según fuentes de la propia Asociación, durante el primer cuatrimestre de 2019 en Villa Urquiza se cerró en promedio un local por día. “En total, fueron 126 locales los que bajaron la persiana. También se abrieron otros, pero fueron solo 45”, explica Haddad, al tiempo que señala que “si eran comercios unipersonales, toda la familia se quedó sin trabajo”.

Para peor, la situación no tiene atisbos de mejora al menos en el corto plazo: “en el último día del mes de agosto, nueve comercios nos informaron que cerrarán. Es muy triste”, asegura el secretario de la ACVU.

A nivel Ciudad de Buenos Aires, los ocho meses trascurridos en 2019 acumulan 7.000 negocios cerrados. Ante este periódico, Haddad utiliza el ejemplo de la calle Florida (“está llena de comercios vacíos”) y niega que este panorama negro se deba a un cambio en la forma comercial y la compra por internet.

“No es que vos no tenés plata en el bolsillo y sí frente a la computadora. Directamente no hay dinero, y los precios aumentaron casi el doble que lo que subieron los sueldos”, sostiene. Como positivo frente a todo este panorama, el directivo destaca que los comerciantes comenzaron a acercarse a la asociación.

“Hace años nos costaba convocarlos, los llamábamos y no venían. Ahora los llamamos o directamente nos escriben y se acercan, porque es clara la necesidad de salir de la crisis”, señala Haddad.

Cuando se le consulta sobre cuál fue el principal motivo que dio comienzo a la crisis, Haddad no duda en señalar a los aumentos en las tarifas, que empezaron en 2016. “Nos desorganizaron la vida comercial”, sostiene.

“En la estructura de costos, lamentablemente, todo lo que te aumenta lo tenés que aplicar al precio final, por eso es que después sube tanto el precio. Nosotros sabemos que es una locura que el kilo de pan salga 100 pesos, pero hay que saber que el 40% de ese importe corresponde al gas gastado para elaborarlo”, explica.

“Los vecinos muchas veces se enojan con los comerciantes cuando hay aumentos, pero no lo hacen con las empresas que suben las tarifas o los gobiernos que las autorizan”, cuestiona.

La Asociación que integra Haddad está compuesta por comerciantes activos. “Nosotros hacemos dos tipos de reuniones, en las que convocamos a todos. En el último tiempo, además de los comerciantes de Villa Urquiza o barrios vecinos, se acercaron incluso desde Villa Crespo o hasta Caballito”, sostiene. Los encuentros se realizan el segundo y cuarto lunes de cada mes en la sede de avenida Congreso 4977.

“Nosotros podemos acompañar los reclamos, pero no podemos corregir la microeconomía”, sentencia. Al respecto, dice que la clave para que la situación pueda mejorar sería “un cambio en la política económica”.

“No puede ser la prioridad el sistema financiero por sobre el productivo. Con un sistema productivo funcionando, hay trabajo, los comerciantes vendemos, se generan mejoras para la sociedad toda, siempre fue así”, afirma Haddad, quien agrega que “no hay antecedentes de estas tasas de interés”.

Para ello, elaboraron un proyecto de ley en el cual piden principalmente que sea declarada la “emergencia comercial” en la Ciudad de Buenos Aires. “Ese sería el paraguas para una serie de medidas que pedimos agregar, que tienen que ver con que el Banco Ciudad como institución bancaria perteneciente a la Ciudad sea el encargado de generar herramientas para mejorar la vida comercial”, sostiene.

Por tanto, la ACVU propuso que se cree una línea de créditos que ayude al cliente a financiarse y al comerciante en las compras, con descuentos. “El banco debe ser el motor para la reactivación del comercio”, dice Haddad.

Otro pedido incluido en el proyecto de ley es que el impuesto a los Ingresos Brutos sea reducido a la mitad durante 18 meses. “Sería el mismo tiempo que llevamos de caída en las ventas”, explica.

Según manifiesta Haddad, “convocamos a todo el arco político para plantear esta problemática”, pero fue Unidad Ciudadana quien presentó finalmente el proyecto en la Legislatura porteña. “Nosotros podemos transmitir las inquietudes desde FECOBA, nuestra federación en la ciudad, o a través de la Comuna. Lo hicimos, pero nunca tuvimos ninguna respuesta al planteo”, asegura el comerciante. En ese sentido, destaca que pidieron integrarse al Consejo Consultivo comunal, para poder tener una mejor comunicación.

“Este último Día del Niño fue el que tuvo las peores ventas en los últimos 35 años”, indica Haddad, respecto a la celebración del pasado 18 de agosto. En el trío conformado por las jugueterías, ropa de niños y calzado infantil, el promedio fue de un 22% menos de ventas que en 2018, “cuando ya estábamos en crisis”, dice.

Para llegar a esa conclusión, no solo le fue necesario mirar las planillas estadísticas, sino que para ello tuvo el ejemplo de su propio local de calzado en la calle Bucarelli. “Históricamente, era común que vengan los tíos, los abuelos y los padres de un chico y cada uno le compre algo. Ahora, juntaron dinero entre todos y compraron un solo calzado. Eso demuestra lo deteriorado que está el sueldo”.

Julio Haddad, secretario de la asociación de comerciantes de Villa UrquizaLa crisis generó en Villa Urquiza despidos en los comercios. “Los que más empleados tienen son los gastronómicos y la enorme mayoría tuvo que reducir el personal”, cuenta Haddad, quien por su parte agrega que “para un comerciante de barrio no hay nada más triste que sentarse frente a quien trabajó toda la vida para vos y con quien forjaste una relación y decirle ‘hasta acá llegamos’”.

“Hay comercios que tuvieron una caída del 40 % en las unidades vendidas”, remarca Haddad, basado en la estadística de Villa Urquiza, barrio que genera el 42 % de los ingresos de la Comuna.

Para el secretario de la Asociación de Comerciantes de Villa Urquiza, la dura realidad comercial no es solamente la de un sector, sino que su mejora impactaría en otros rubros de la economía de Villa Urquiza. “Los comerciantes en los barrios cumplimos un rol social”, concluye.

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