Carlos Caserta, vecino de Villa Urquiza y descendiente de los primeros pobladores de Villa Pueyrredón, está presente en las luchas barriales por el ambiente y la calidad de vida. Es el tercer precandidato a comunero en la Comuna 12 por esta flamante fuerza política, El Movimiento La ciudad Somos Quienes La Habitamos.
Por Juan Manuel Castro
Dos décadas atrás participó en las asambleas ciudadanas que derivaron en la Ley porteña de Comunas, bregó por la plantación de árboles y el cuidado de los espacios públicos y está presente en las luchas vecinales que van desde el rechazo al Código Urbanístico a reclamos por mejor infraestructura y servicios.
Se define como un enamorado de su barrio Villa Urquiza y reivindica a sus descendientes, de los primeros pobladores de Villa Pueyrredón. Hoy Carlos Caserta es el tercer precandidato a comunero para la Comuna 12 en la lista del movimiento “La Ciudad Somos Quienes La Habitamos”, un espacio que “tiene una matriz vecinal importante” y “refleja las distintas reivindicaciones que llevamos adelante”.
“En El Movimiento los vecinos son protagonistas”, afirma Caserta. Esta fuerza hace su debut para las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo 13 de agosto.
Menciona que es la unión de distintas asambleas ciudadanas y entidades civiles. Se destaca el Observatorio del Derecho a la Ciudad, que a través de su fundador, el abogado ambientalista Jonatan Baldiviezo, apoyó desde lo jurídico distintos reclamos, que incluyen el rechazo a la privatización de Costa Salguero, el freno a la construcción de torres que violaban la normativa vigente, la falta de participación ciudadana, establecida por Ley o de obras públicas del Gobierno de la Ciudad que dañaban el patrimonio local, como ser el Casco Histórico o el Área de Protección Histórica de Villa Devoto, por mencionar casos recientes.
Y se suman a este espacio político el partido Unidad Popular, el Frente Salvador Herrera de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Capital y el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, entre otros.
“Nuestra plataforma es el Acuerdo Urbano, un acuerdo colectivo de 10 ejes con diagnóstico y propuestas: terminar con las concesiones en la Costanera para transformarla en un espacio 100% verde y público, revisar y suspender la aplicación del Código Urbanístico que está colapsando al conjunto de los barrios porteños, garantizar 10 mil soluciones habitacionales por año, implementar un programa de escuelas abiertas para implementar en cada escuela un proyecto musical y deportivo, plantar 1 millón de árboles, entre otras tantas” expresan desde este movimiento.
“Tengo la esperanza que en estas elecciones los vecinos puedan elegir a un partido que se presenta con una lista corta”, señala Carlos Caserta. Esta fuerza política presenta lista con precadidatos a legisladoras y legisladores. La ingeniera María Eva Koutsovitis es la primera precandidata a legisladora porteña, secundada por Baldiviezo. Además de presentar precandidatos a comuneras y comuneros en las 15 Comunas porteñas, con referentes barriales con larga trayectoria territorial. En la Comuna 12 (Saavedra, Villa Urquiza, Coghlan, Villa Pueyrredón) la integran Carlos Scally, Yamila Pagura, Carlos Caserta, Mariel Liebre, Marcelo Capizzi, Cecilia Martire, Esteban Domingo.
“Siempre es grato cuando te convocan y reconocen el trabajo de años de lucha”, indica Caserta. Menciona que en las elecciones comunales de 2019 había sido convocado por varios partidos políticos, pero que por cuestiones administrativas “de último momento” su postulación no se pudo concretar en ese entonces. Por eso se muestra agradecido y con entusiasmo de cara a las PASO.
Caserta viene de una familia con arraigo en la zona: “Mi bisabuelo llegó de Italia en 1880 y se radicó en lo que era prácticamente campo, en el Villa Pueyrredón de fines del siglo XIX. Estaba en la tercera casita de Artigas y Mosconi”.
Por su parte, eligió Villa Urquiza para vivir. “Es el barrio que amo, mi cariño está puesto en Urquiza y en los barrios aledaños. Para nosotros Urquiza llegaba a Devoto, Saavedra, Parque Chas, Colegiales. Mucho tuvo que ver la época en que teníamos cines barriales, teníamos distintos cines, compañeros de estudios que estaban en los barrios aledaños”.
También lo eligió para desarrollar su vocación de trabajo por la comunidad. Entre otros hitos, presidió la Estación Cultural Villa Urquiza, impulsó la plantación de árboles nativos en el bulevar de la calle Mendoza y también fue parte del grupo ciudadano que creó el Arboretum – Árboles de Buenos Aires en el Parque Sarmiento de Saavedra, un sitio de preservación declarado de Interés Ambiental de la Ciudad por la Legislatura porteña.
Hace más de 20 años, junto a un grupo de ciudadanos comenzó a reunirse para exigir una Ley de Comunas, al amparo del espíritu de la descentralización y la democracia participativa, presentes en la Constitución porteña.
“Trabajamos de 2002 a 2005 con reuniones semanales. Ese año se sancionó la Ley orgánica de comunas (Ley N° 1.777), presentada por Roy Cortina (actual legislador del Partido Socialista en el interbloque oficialista de Juntos por el Cambio). De todas formas, salió con muchas limitaciones en cuanto a las competencias de las Comunas. Además, en un principio pedíamos 20 Comunas, terminaron siendo 15”, destaca.
Esta Ley establece que las Comunas tienen competencias exclusivas, como el cuidado y planificación de espacios públicos y la atención de vías secundarias. También cuenta con competencias concurrentes, compartidas con el Poder Ejecutivo porteño. Y contempla la existencia de los Consejos Consultivos Comunales, uno por cada Comuna, integrados por vecinos y organizaciones barriales y políticas.
“Al día de hoy, la descentralización es un sueño. Uno de los problemas es que las Comunas no tienen jurisdicción presupuestaria. No tienen presupuesto propio como dice la Ley N° 1.777. Sin presupuesto es imposible cumplir con las competencias exclusivas. Hoy lo maneja todo arbitrariamente el Poder Ejecutivo”, asegura Caserta.
“Lo mismo pasa con las competencias concurrentes. Tampoco evolucionan porque nunca llegan a buen término. Rara vez se escuchan las propuestas de los vecinos. No somos nosotros quienes decidimos qué se puede hacer en la Comuna, como dice la Ley. Por eso queremos que las Comunas tengan presupuesto propio”, enfatiza.
Pese a este panorama, resalta que en la Comuna 12 se produjo un hito en la historia comunal porteña. El año pasado el Gobierno porteño promovía la construcción de una laguna a cielo abierta dentro del Parque Saavedra a fin de utilizarla como reservorio de agua ante lluvias extremas. Se iba a financiar con dinero de un préstamo del Banco Mundial, pero la institución desistió al ver el rechazo en la comunidad.
El proyecto de obra fue repudiado con énfasis por los vecinos y fuerzas vivas locales, por la modificación del pulmón verde barrial, el costo y la falta de consulta popular. En ese contexto, la Junta Comunal 12 votó una declaración en contra de la laguna. Se aprobó con dos votos de la oposición (Frente de Todos) y dos del propio oficialismo (Juntos por el Cambio).
“Se dio una situación en la cual los comuneros del oficialismo votaron a favor de un pedido de los vecinos. Fue importante y significativo, pero la verdad es que el resto de las acciones del trabajo que se lleva en la comuna no es lo que pide lo que reclama el vecino”, contrasta.
En tanto, el precandidato a comunero diagnostica que en toda la Ciudad es evidente el impacto del boom inmobiliario, que, si bien está latente desde hace tiempo, se intensificó tras la sanción del Código Urbanístico de 2018, el cual es resistido desde El Movimiento y otras asambleas barriales.
Esto, advierte Caserta, no se ve reflejado en mejores condiciones para acceder a una vivienda: “Hay falta de viviendas en una Ciudad donde no se para de construir. Está sobredimensionada la edificación, pero la gente que no tiene la posibilidad de acceder a su vivienda propia; incluso se le dificulta alquilar. Esto es porque en muchos casos las viviendas nuevas permanecen vacías, en algunos casos para la especulación inmobiliaria”.
En el presente muchas áreas residenciales están cambiando su perfil tradicional: las zonas de casas bajas van menguando porque las propiedades se venden como terreno. Hoy la ecuación financiera hace rentable tirar abajo estas viviendas, algunas antiguas y de gran valor patrimonial, para nuevas construcciones, muchas de altura.
Así, Caserta habla de un proceso de “densificación” que ya expone sus primeras consecuencias en la calidad de vida. “Una mayor densificación implica problemas en el tránsito, algo que desde el Gobierno porteño no se atendió de buena forma”.
“En la ciudad – detalla – tenemos un tendido eléctrico que promedia los 70 años, que no se renovó en función del consumo. Años atrás el consumo domiciliario no era significativo, estaba protagonizado por grandes empresas e industria. En un terreno había una casa y consumía un lavarropas o un aire acondicionado. Hoy en ese terreno la casa se derribó para construir un edificio con decenas de departamentos donde cada uno tiene un lavarropas o un aire. El cableado es insuficiente para el consumo actual”.
A nivel local, dentro de la Comuna 12 el precandidato advierte que todavía no se resolvió la problemática hídrica en torno a la cuenca del Arroyo Medrano. El 2 de abril de 2013 hubo una lluvia excepcional, por la cual desbordó el entubamiento subterráneo del arroyo, que atraviesa el barrio de Saavedra, del Parque Sarmiento a Núñez por las avenidas como Ruiz Huidobro y García del Río y el propio Parque Saavedra. Hubo seis vecinos muertos y cientos de damnificados y evacuados.
Con ese recuerdo latente, Caserta indica que “los reservorios de agua no se terminaron de construir y hay poca inversión en ese sentido”. El Gobierno porteño en 2014 construyó una serie de reservorios en Parque Sarmiento y había anunciado y licitado la construcción de un complemento para este año, pero la obra todavía no se inició.
Por otra parte, señala que la Comuna 12 solo cuenta con el Hospital Pirovano de Coghlan como único efector público de salud de relevancia, el cual también cubre parte de la Comuna 13 (Núñez, Belgrano y Colegiales).
“Desde El Moviendo planteamos la posibilidad de ampliar la guardia del Pirovano y abrir un nuevo Centro de Salud y Acción Comunitaria”, señala. Se trata de espacios de atención primaria, dependientes de cada uno de los hospitales públicos porteños.
Dentro del eje salud, también menciona la urgencia de abordar la problemática con los turnos para atención sanitaria: “El Gobierno lanzó los turnos por el 147 o el Boti (un chat automatizado), ahora hay otra propuesta porque está todo colapsado, no pueden dar respuestas a esta situación”.
Ante su vasta experiencia en lo ambiental, Caserta menciona que se debe potenciar el arbolado urbano con especies autóctonas. “En la medida que crece el cemento la proporción de verde se va haciendo cada vez menor”.
Para concluir, señala que en estas elecciones a nivel Ciudad además de dirimirse aspectos como el acceso a la vivienda, la salud o la calidad de vida, también se habla sobre el futuro del oficialismo, que está al frente del Poder Ejecutivo desde 2007 con los dos mandatos de Mauricio Macri y los dos de Horacio Rodríguez Larreta.
Más allá de quién gane la interna de Juntos por el Cambio por la Jefatura de Gobierno, ya sea Jorge Macri (PRO) o Martín Lousteau (UCR), el tema a prestar atención está en la Legislatura porteña.
Hoy el interbloque Juntos por el Cambio (PRO, UCR, Republicanos Unidos y Partido Socialista) suman 32 de los 60 escaños. Tienen quórum propio y pueden sancionar con “mayoría automática” muchas leyes de importancia como los Convenios Urbanísticos, excepciones para poder construir torres de mayor altura a la contemplada en la normativa vigente.
“En esta instancia se puede dar que por sí mismos con los votos propios y, a lo mejor, los de los legisladores libertarios van a tener los 40 votos, de modo tal que van a aprobar cualquier norma incluso la reforma de la ley de Comunas y de la propia Constitución porteña”, alerta el precandidato a comunero.
Tras las legislativas de 2021, el armado político del economista Javier Milei conformó un bloque de cinco legisladores porteños. La Libertad Avanza está presidida por el legislador y precandidato a jefe de Gobierno Ramiro Marra. En muchos puntos discrepan con JxC (en particular con impuestos y regulaciones, y la construcción de ciclovías), pero se muestran en sintonía con asuntos como las excepciones inmobiliarias.
“Es un tema preocupante porque es una hegemonía que refleja otros intereses que no son los de la ciudad y los vecinos”, concluye.