Tras la represión, lxs enfermerxs de hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires y de los CESAC evalúan instalar una carpa en las inmediaciones de la Legislatura, el Congreso o en la sede del Ministerio de Salud, para reclamar su inclusión en la carrera profesional. Algunxs están dispuestxs a encadenarse y realizar una huelga de hambre. El 1° octubre habían realizado un paro y marcharon a la Legislatura.
Por Agustina Cavalanti
Sin enfermería no hay salud pública. Luego de la violenta represión desplegada contra lxs enfermerxs porteñxs en las puertas de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires (en el día de la Sanidad), lxs trabajadores de la salud evalúan endurecer las medidas para hacer más visible su reclamo: que lxs incorporen a la Ley 6035 y lxs consideren profesionales de la salud. El 1° de octubre habían realizado un paro y marcharon nuevamente a la Legislatura.
“Lxs enfermerxs que marcharon para reclamar mejores condiciones laborales fueron golpeadxs y están siendo perseguidos en varios hospitales por el Sindicato Único de Trabajadores de la Ciudad, con la complicidad de la dirección médica. Enfermerxs que están siendo amenazadxs por expresarse libremente con relación a sus reivindicaciones como trabajadorxs”, manifestó el Licenciado en Enfermería Walter Benítez, trabajador del Hospital Pirovano (Comuna 12).
Así, enfermerxs de hospitales públicos y Centros de Salud (CESAC) porteños planean instalar una carpa a partir del 15 de octubre. En asamblea decidirán el lugar (Legislatura porteña, Congreso o sede del Ministerio de Salud en Parque Patricios) y el tiempo de permanencia (24; 48 horas o indeterminado). Varios enfermerxs están dispuestxs a encadenarse y hacer huelga de hambre.
“El Ministro de Salud, Fernán Quirós, no nos atiende. No sólo no atiende a lxs enfermerxs sino tampoco a las asociaciones o gremios de enfermería. Ni Quirós ni la segunda, tercera o cuarta línea del ministerio”, contó Benítez.
De este modo, lxs trabajadorxs entregaron un petitorio en Diputados para que el Gobierno, a través del Congreso, ratifique el Convenio 149 de Enfermería de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El Convenio de la OIT, del año 1977, reconoce la labor esencial que desempeña el personal de enfermería “en colaboración con las demás categorías del personal de los servicios de salud, para la protección y mejoramiento de la salud y el bienestar de la población”. Es decir, jerarquiza la profesión.
En su artículo 6 manifiesta que el personal de enfermería deberá gozar de las mismas condiciones “de las otras profesiones que exijan calificaciones y responsabilidades similares o equivalentes” con relación a las horas de trabajo, licencias y remuneraciones.
En la Ciudad de Buenos Aires hay aproximadamente 10 mil enfermerxs, de los cuales cerca de 900 son auxiliares de enfermería; 3.500 licenciadxs y el resto son enfermerxs profesionales que no tienen la licenciatura, que es la que brinda el título académico de grado como el de Kinesiología, Nutrición o Psicología.
La Ley 6035 considera profesionales de la salud a médicxs, odontólogxs, licenciadxs en Obstetricia y Obstétricas, bioquímicxs, farmacéuticxs, licenciadxs en Física Médica, en Fonoaudiología, en Kinesiología, en Nutrición, fisioterapeutas, veterinarixs, y también licenciadxs en Psicología, en Psicopedagogía, en Musicoterapia y Musicoterapeutas, en Terapia Ocupacional, en Trabajo Social, en Comunicación Social, antropólogxs y sociólogxs. Pero no está reconocida la licenciatura en enfermería, instrumentación quirúrgica y bioimágenes.
La solución del conflicto está en manos de Rodríguez Larreta y del Ministro de Salud Fernán Quiros. El artículo 8° de la ley establece que: “El Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires podrá, a propuesta del Ministerio de Salud en consulta con las asociaciones sindicales pertinentes, incluir otras profesiones con título universitario, de acuerdo a las prioridades fijadas por la política sanitaria para el Sistema Público de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
“No existe razón alguna para que lxs licenciadxs en Enfermería no estén incluidos en la Ley, de hecho, hay profesiones que nada tienen que ver con lxs profesionales de salud, y sin embargo, lxs enfermerxs que están en atención directa con lxs pacientes todos los días, quedan afuera. Es una conducta arbitraria y discriminatoria, un capricho del Jefe de Gobierno y del Ministro de Salud, junto con el gremio SUTECBA”, puntualizó Walter Benítez.
Ser o no ser, esa es la cuestión. Lxs enfermerxs de los hospitales públicos porteños “son” a la hora de cumplir con responsabilidades, obligaciones y suspensiones, pero no “son” al momento de adquirir sus beneficios. Según expresó el trabajador del Hospital Pirovano, en plena pandemia el Gobierno de la Ciudad no sólo no les reconoció derechos sino, por el contrario, se los restringió.
“Nos suspendieron todos los francos, vacaciones, días de trámites. Cualquier tipo de licencia de la cual gozábamos antes de la pandemia fueron suspendidos, no solamente para lxs enfermerxs sino también para el resto del equipo de salud. Es decir, a lxs enfermerxs nos equiparan con lxs integrantes de la Ley 6035, de la carrera profesional de salud. Pero en la cuestión de los beneficios no estamos incorporadxs dentro de la norma. Por ejemplo, todxs lxs integrantes de la ley que son 24 profesiones cobran dos bonos de 10 mil pesos y nosotrxs lxs enfermerxs cobramos dos bonos de 5 mil pesos, es decir, hay una discriminación arbitraria”, enfatizó.