Don Félix, docente del Colegio Luján, escritor y amante de Villa Pueyrredón

Félix Coluccio
Logo El Barrio PueyrredónFélix Coluccio, escribió un poema en homenaje al barrio, y en su primera estrofa expresó “¡Mi Villa de Pueyrredón, barriada de gente buena…!”. Fue docente de geografía y educación física. Se desempeño como Secretario de Cultura de la Nación y Director del Fondo Nacional de las Artes entre 1973 y 1976; y 1984 y 1989, entre otros cargos. Recibió el Premio Konex de Platino en noviembre de 2004 a sus 93 años.

Por Ignacio Di Toma Mues

Félix Coluccio nació en el barrio de la Boca el 23 de agosto de 1911 y falleció el 4 de agosto de 2005, a pocos días de cumplir 94 años. En 1937 se mudó a Villa Pueyrredón (vive primeramente en la calle Condarco y luego en Bolivia casi Bazurco). Ejerció la docencia en Villa Pueyrredón como profesor de geografía y educación física.

Estudioso del folklore, las creencias y los rituales argentinos y latinoamericanos publicó más de treinta obras sobre esos temas. Realizó frecuentes viajes de investigación en el interior del país y concurrió como invitado a congresos internacionales.

Fue dos veces Director del Fondo Nacional de las Artes (1973-1976 y 1984-1989) y Subsecretario de Cultura de la Nación (1974-1975). También integró la Academia Nacional de Geografía, la Academia Nacional del Tango y fue secretario de la Comisión Internacional Permanente de Folklore.

Lo nombraron “Académico Honoris Causa por la Academia Porteña del Lunfardo” en octubre de 2003 y recibió el Premio Konex de Platino en noviembre de 2004.

Entre sus obras, pueden señalarse: “Diccionario folklórico argentino”; “Fiestas, celebraciones, recordaciones, mercados y ferias populares y/o tradicionales de la República Argentina” y “Diccionario de creencias y supersticiones argentinas y americanas”.

Félix Coluccio en homenaje al barrio, escribió un sentido poema, aunque no el único.

Mi Villa de Pueyrredón

¡Mi Villa de Pueyrredón,
barriada de gente buena…!
Casas con cercos, jardines
donde el sol besa a las rosas,
los malvones, los geranios
y jazmines perfumados.
¡Mi Villa de Pueyrredón,
barriada de gente buena…!
Casas con cercos, jardines
donde el sol besa a las rosas,
los malvones, los geranios
y jazmines perfumados.
Aquí ejercimos oficio
de didactas con Mercedes;
aquí nacieron mis hijos
Jorge, Amalia, Susana
y también Marta Isabel.
Entretejiendo mil sueños
la vida vimos pasar
¡Mi Villa de Pueyrredón…
me gusta andar a lo bobo
por tus calles arboladas:
Bolivia, Artigas, Condarco,
Cochrane, Larsen, Bazurco,
Albarellos y Zamudio.
Mirar los pardos gorriones
desconfiados y gritones,
las torcacitas de Dios,
los altivos chalchareros
y el quejoso benteveo;
charlar con tantos vecinos,
llegar a la plaza vieja
y oír el cuchicheo de las
alegres comadres;
y a veces ir solitario
a Cristo Rey, escuchar la misa
que consagra Mascialino
y volver desconocido
entre bandadas alegres
de escolares liberados…
¡Mi Villa de Pueyrredón
barriada de gente buena…!
Como te puebla el rumor
del trabajo y la alegría,
y te llenan de misterio
y soledad provinciana;
La noche todo silencio,
el día todo esperanza.
Amo esta vida serena,
la placidez cotidiana,
la sabia filosofía
de jubilados y ancianos
que en la estación ferroviaria
recuerdan sus mocedades,
el pregón de los diarieros.
Oscar andando y sus perros,
y la imagen de Palacios,
cartero condecorado
por noble, fiel y leal
en el alma de la Villa;
de todo eso yo vivo
Barrio querido,
donde la luna se asoma
despertada por los grillos
entre pinos y cipreses,
y con su luz teje alfombras
de terciopelo plateado,
que iluminan las quebradas
de Copes y Mayoral.
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