Impulsan ley de huertas en veredas porteñas

huertas agroecológicas
En pandemia muchos vecinos y vecinas instalaron huertas en veredas y predios ociosos, pero temen que el Gobierno porteño las desaloje. La legisladora Cecilia Segura (Frente de Todos) presentó un proyecto de ley con el apoyo del Colectivo Reciclador que encabeza Carlos Briganti. A nivel de la Comuna 12 adhieren las huertas de Villa Pueyrredón, Saavedra y Coghlan.

Por Juan Manuel Castro

Las huertas en veredas ganan terreno dentro del espacio público de la Ciudad, gracias al esfuerzo de vecinos y agrupaciones ambientalistas. Para evitar desalojos, se presentó en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires un proyecto que busca regularizarlas y fomentarlas.

El texto parlamentario lleva la firma de la legisladora Cecilia Segura (Frente de Todos), junto a varios compañeros de bloque. Cuenta con el apoyo de la Red Inter Huertas y del colectivo El Reciclador Urbano. A nivel de la Comuna 12, tiene la adhesión de las huertas comunitarias de Villa Pueyrredón (Argerich y Curupaytí), Saavedra (Plaza 3556) y Coghlan (Plaza de la Estación, sobre el camino peatonal casi Ugarte). También lo avala la Cooperativa El Álamo (Constituyentes 6259).

No a los desalojos, sí al ordenamiento

El proyecto busca permitir “a las y los frentistas propietarios de instalar huertas agroecológicas, y llevar adelante por sí las tareas de cuidado y preservación, en el espacio de vereda sobre el cual estos tienen obligaciones de mantenimiento”.

Su presencia “no afectaría la disponibilidad de espacio para la circulación de los transeúntes y/o instalación de cestos de basura, luminaria, etc, ya que se utilizará la línea de arbolado para su colación”.

Durante el acto online de presentación, Cecilia Segura, quien es vicepresidenta de la Comisión de Ambiente de la Legislatura porteña, comentó: “En febrero de este año hubo un intento (del Gobierno de la Ciudad) de desalojar huertas en veredas de la Comuna 11 (en César Díaz al 3400, Villa Santa Rita) y la Comuna 15 (Roseti al 1000, Chacarita). Los vecinos se organizaron para evitarlo. Hablando con los protagonistas, nos contaban cuál debía ser el rol del Estado. La necesidad es que regule, promueva y apoye estas inciativas”.

En esta presentación también habló Carlos Briganti, referente del Coletivo Reciclador: “Ponerse de acuerdo es fundamental, por eso estoy contento de que este proyecto entienda lo que pedimos los vecinos”. Aseguró que las huertas han sido una “salida al encierro” que supuso la pandemia, pero que muchas personas “se sienten en la ilegalidad” al hacerlas en veredas. “Entendemos que al empoderarnos de las veredas, los vecinos podemos sentir como propio al espacio público”, señaló.

También expuso el legislador Santiago Roberto, vecino de la Comuna 12. Aseguró que en la pandemia se “resignificaron los espacios verdes” en la Ciudad y quedó expuesta su importancia. Su compañera en el bloque del Frente de Todos, Laura Velasco, autora de otro proyecto para mejorar el arbolado urbano y evitar talas y daños innecesarios, criticó al Gobierno porteño por tener solo el desalojo como política pública “en vez de valorizar la experiencia de las huertas comunitarias”.

Beneficio colectivo de “habitar los espacios públicos” en los barrios

En la charla de presentación también disertó Soledad Torres Agüero, vecina y referente de la Huerta Comunitaria Coghlan. Señaló que esta experiencia nació en septiembre de 2019 y fue impulsada por ciudadanos de la zona. “No teníamos experiencia en huertas, eso generó el acercamiento de otros vecinos que nos dieron sus conocimientos. Aprendimos a reforzar los vínculos entre vecinos que no nos conocíamos. Es una forma de habitar los espacios públicos ociosos de la Ciudad”, aseguró.

En sus inicios instalaron las plantaciones dentro del predio público cedido al grupo scout General Manuel Belgrano. Allí estuvieron hasta diciembre de 2020. En ese tiempo armaron dos grandes huertas “del Sol y de la Luna” y armaron sobre el pasillo peatonal una compostera para tratar residuos orgánicos. Llegaron a procesar 300 kilos por semana. También crearon un corredor con plantaciones nativas.

Los scouts no les permitieron continuar en el predio, así que mudaron las plantaciones a un terreno público ubicado enfrente del lugar. Esta situación fue traumática y angustiante, pero lograron mayor visibilidad al estar en la zona donde transitan vecinos y pasajeros.

Apoyan este proyecto de ley, entre otras: Huerta Tierra Salud, Museo del Hambre, Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Escuela de Nutrición de la UBA; Huerta del Corralón de Floresta; Huerta Agroecológica del CEABA, Agronomía; Huerta Comunitaria Vuelta de Obligado; Club del Compostaje; Huerta Sembrando Vida del Hospital Borda y Huerta Vecinal de Villa Pueyrredón.

Un antecedente y un presente

En diciembre de 2020 el Gobierno porteño aprobó la Ley N° 6.377 sobre la “promoción y difusión de las prácticas de agricultura urbana en la Ciudad”. Establece campañas de difusión, talleres y entrega de soporte técnico. El aspecto más relevante establece que la autoridad de aplicación debe relevar terrenos públicos de ciudad sin uso y elaborar un registro con los que estén “aptos para el desarrollo de prácticas de agricultura urbana”.

Las personas o entidades interesadas en montar una huerta deben solicitar un permiso para instalarlas allí, para no hacer una “ocupación ilegítima” de los inmuebles. Muchos huerteros temían que esto implicara futuros desalojos a experiencias ya vigentes, lo cual no ocurrió. Además, hay una nebulosa legal porque muchas huertas están en terrenos porteños que pertenecen al Estado nacional, como canteros ferroviarios.

De todos modos, las huertas urbanas continúan floreciendo. Este año la Comuna 6 (Caballito) abrió una dentro del Parque Centenario, cerca de la laguna central. De forma autoconvocada, los libreros de la feria del Parque Rivadavia al cierre de esta edición iban a crear una en los canteros del pasaje donde están ubicados los tradicionales puestos.

Por medio de un convenio con la Comuna 14, la parrilla Don Julio montó este verano una huerta en la Plaza Luna de Enfrente de Palermo, generando el descontento de muchos vecinos que tenían a este espacio verde como punto de esparcimiento. Incluso denuncian una “privatización encubierta” del espacio público.

Más allá de los orígenes de cada experiencia, es notorio que esta práctica sigue en auge y que con este flamante proyecto de ley se busca garantizar la convivencia y dar lugar a estos espacios de encuentro donde se prioriza lo comunitario y ambiental.

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