La Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires conformó el primer Grupo de Estudio y Trabajo de Cannabis de la Ciudad de Buenos Aires que se enfocará en los beneficios agronómicos e industriales de la planta. Buscan cultivar en el predio de la Facultad.
Por Agustina Cavalanti
El cultivo de cannabis trasciende su uso medicinal. La planta tiene múltiples beneficios para la industria textil, la construcción, la industria del papel, los biocombustibles y sus derivados, y la biorremediación.
Así, la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), con sede central en la Comuna 15, institucionalizó el primer Grupo de Estudio y Trabajo (GET) de la Ciudad de Buenos Aires que investigará los usos agronómicos e industriales del cannabis.
“Como otros GET de la Facultad, el de Cannabis está compuesto por docentes, estudiantes y graduadxs. En la actualidad somos aproximadamente cien integrantes y predominan lxs estudiantes. Es importante investigar sobre cannabis porque el uso de productos y subproductos de esta especie ha tenido un boom a nivel mundial pero la prohibición de su cultivo en la Argentina impide que se pueda visualizar”, explicó a este portal el Ingeniero Agrónomo Daniel Sorlino, docente, integrante del GET y uno de los impulsores de esta iniciativa.
Según detalló Sorlino, el grupo de investigación no avanzará sobre temas farmacéuticos y médicos, sino que profundizará en los usos agronómicos para brindar información certera con base científica sobre los beneficios de la planta. “Los usos y aplicaciones derivados de la producción primaria es competencia de otras casas de estudio, con quienes tenemos la intención de interactuar en acciones de extensión e investigación”, agregó.
A su vez, el ingeniero señaló las potencialidades del cannabis como materia prima por la aptitud agroclimática que tiene nuestro país para cultivarlo: “Argentina posee zonas de clima templado frío en gran parte de su territorio (parecido a Europa) y es el clima más adecuado para la especie. Sería una alternativa de cultivo que ayudaría a la diversificación de la producción del país y generaría mano de obra para nuevas industrias”, aseguró.
En relación con los usos específicos, el especialista señaló cuatro: la extracción de fibras obtenidas del tallo; el manejo de resina con cannabinoides y otros compuestos de uso medicinal derivados de sus flores femeninas (por ejemplo, el CBD); el manejo de resina con un cannabinoide psicoactivo como el THC para uso “recreativo”; y la utilización de sus semillas para la producción de aceite con variados usos industriales. Asimismo, la harina remanente post extracción de ese aceite posee una proteína útil para la alimentación animal.
“El uso de resina con un cannabinoide psicoactivo como el THC es el que origina prohibiciones en todo el mundo. Pero en Argentina impidieron también la utilización de la especie cannabis sativa, ignorando sus propiedades beneficiosas”, agregó Sorlino.
Actualmente, hay dos proyectos de ley que esperan ser aprobados en el Congreso Nacional para legalizar el cultivo y desarrollo productivo del cáñamo industrial, una variedad de cannabis que produce fibras y no causa efecto psicoactivo ni psicotrópico. Uno de los proyectos, presentado por la Diputada del Frente de Todxs Maira Brawer, fue asesorado por el Ing. Daniel Sorlino.
Además, el investigador aseguró que buscan sembrar cannabis (no psicoactivo) en el predio de la Facultad de Agronomía para realizar sus experimentos. “Queremos hacerlo, pero para eso debemos cumplir una serie de normas establecidas por el Ministerio de Seguridad y el de Salud como, por ejemplo, que haya guardia de gendarmería las 24 horas, cámaras de monitoreo de los experimentos y alambrado perimetral. Todas ellas están siendo revisadas por la actual gestión para ser cambiadas, y nosotros esperamos esos cambios”.
Sólo el Conicet y el INTA pueden sembrar para investigar según la Ley 27.350. Esta norma, sancionada en el 2017, establece un marco regulatorio para la investigación médica y científica en nuestro país del uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados. La Ley incentiva la evidencia científica sobre diferentes alternativas terapéuticas a problemas de salud, que no abordan los tratamientos médicos convencionales.
¿El Gobierno nacional debería regular el autocultivo de Cannabis? “El autocultivo con fines medicinales debería poder realizarse sin mayores problemas con los controles profesionales y estatales que fueran necesarios”, cerró el ingeniero Daniel Sorlino.