Justicia vecinal, una deuda pendiente

Justicia vecinal
La Legislatura porteña mantiene una deuda pendiente: la sanción de una ley de creación de Tribunales de Vecindad en el ámbito de cada comuna. Las legisladoras Paula Oliveto Lago y María Rosa Muiños presentaron este año sendos proyectos para dar cumplimiento con lo que establece la Constitución de la Ciudad, sancionada hace 20 años.

Por Ignacio Di Toma Mues

Las legisladoras Paula Oliveto Lago, de la Coalición Cívica, y María Rosa Muiños, del Bloque Peronista, presentaron este año sendos proyectos para la creación de Tribunales Vecinales en el ámbito de las comunas.

Cabe destacar que la Constitución de la Ciudad, sancionada hace 20 años, establece en su cláusula transitoria Duodécima, inciso 5, que “la Legislatura creará los Tribunales de Vecindad en cada Comuna, que estarán integrados por tres jueces, no pudiendo ser todos del mismo sexo”.

Y, en la misma cláusula, se fija que “sin perjuicio de la competencia que la ley determine, deberá entender en materias de vecindad, medianería, propiedad horizontal, locaciones, cuestiones civiles y comerciales hasta el monto que la ley establezca, prevención en materia de violencia familiar y protección de personas”.

El proyecto de Oliveto Lago había perdido estado parlamentario y fue reingresado en marzo de este año a la Comisión de Asuntos Constitucionales.

“En este marco la presente iniciativa – asegura Oliveto Lago en sus fundamentos – tiene como objeto facilitar el acceso a la justicia de aquellos asuntos de escasa relevancia económica que en la mayoría de los casos desalienta la presentación de los vecinos ante los tribunales ordinarios”.

El proyecto de la legisladora de la Coalición Cívica reza en su primer artículo: “Créase la Justicia Vecinal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, integrada por: los Tribunales Vecinales, con asiento y jurisdicción en cada Comuna. Compuesto por dos Tribunales de tres jueces/as cada uno, no pudiendo ser todos del mismo sexo.”

Por su parte, Muiños, establece en el primer artículo de su proyecto, la creación de “la Justicia Vecinal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que se compondrá por quince jueces unipersonales y tres salas Tribunales de tres jueces/as cada una, no pudiendo ser todos del mismo sexo”.

“No podrá dejar de soslayarse que la Ciudad cuenta – explica en sus fundamentos Muiños – con sus tribunales Contenciosos, Administrativos y Tributarios, como así también contravencional y de faltas, existiendo aún una deuda por parte del Estado en la creación de sus Tribunales Vecinales”.

Entre las competencias que le otorgan a estos tribunales, ambos proyectos detallan que se atenderán causas derivadas del régimen de medianería; de locaciones de inmuebles, servicios, obras, y cosas; del régimen de la propiedad horizontal; los daños y perjuicios y las informaciones sumarias para acreditar convivencia, personas a cargo, y las certificaciones de supervivencia y de domicilio.

También establecen que entenderán en toda cuestión civil o comercial, y se fija la cuantía de la demanda. Por un lado, Oliveto Lago fija que el monto reclamado – sin su correspondiente actualización – debe ser inferior a la suma de 20 mil pesos, mientras que Muiños lo determina en Unidades Fijas que estipulará el Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires.

La prevención en materia de violencia familiar y protección de personas sólo está presente en el proyecto de la legisladora de la Coalición Cívica.

La obligatoriedad del patrocinio letrado está presente en la propuesta de Oliveto lago, mientras que María Rosa Muiños propone que “se podrá actuar con patrocinio letrado. Los tribunales de primera y segunda instancia podrán exigir el patrocinio letrado cuando la consideren necesario para la buena marcha del proceso”, no lo hace explícitamente obligatorio.

Ambos proyectos tiene en cuenta dos instancias, una de mediación o conciliación, y otra el juicio propiamente dicho: presentación de las partes, producción de pruebas, alegatos y resolución judicial.

La diputada del bloque Peronista propone que en la etapa de conciliación, previo a la sustanciación de la causa, “el Juez Unipersonal dará intervención al Consejo Consultivo Comunal de la Comuna en la que tenga asiento. Los amigables componedores serán designados por sorteo en el ámbito del Consejo Consultivo Comunal”.

El amigable componedor invitará a la conciliación y de lograrse será homologada por el Juez Unipersonal.

El proyecto de la legisladora de la Coalición Cívica crea el Centro Multipuertas (equipo de mediadores) con facultades para dictaminar si el proceso continúa a través de una mediación o si por el contrario, eleva la causa para su prosecución por la vía contradictoria.

Respecto a la resolución judicial, Muiños establece la posibilidad de apelación: “Los recursos que se presenten contra las resoluciones de los Jueces Unipersonales, serán de competencia de los Tribunales Vecinales previstos en esta norma”.

Oliveto Lago propone que las sentencias deben ser inapelables; en su proyecto los fallos son dictados por tribunales de tres jueces, a diferencia de Muiños que fija tribunales unipersonales con la posibilidad de la revisión del fallo por un Tribunal de tres jueces.

En los fundamentos la diputada de la Coalición Cívica explica que “en razón del monto de las causas y en atención a los principios de eficacia y celeridad no se contempla la posibilidad de apelar las resoluciones judiciales”.

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