Entrevista a Andrés Contreras, Director de la Casa Nacional del Futuro.
La Casa Nacional del Futuro fue inaugurada el 6 de agosto en el predio donde funcionaba el ex Instituto “Sánchez Picado”, ubicada en Chivilcoy y Beiró en Villa Devoto. Este lugar – destinado para jóvenes de 15 a 24 años – depende de la Subsecretaria de Juventud del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Por Mailén Maradei
El sábado 6 de agosto se inauguró la Casa Nacional del Futuro “Dr. Sánchez Picado”, un espacio para jóvenes de 15 a 24 años. Esta casa – ubicada en Chivilcoy y Beiró – será la sede matriz de otras que se abrirán en todo el país y forma parte del proyecto “Casas del Futuro” de la Subsecretaria de Juventud del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
“El proyecto Casa del Futuro tiene como pilar fundamental el armado de un proyecto de vida para jóvenes que no pudieron terminar la secundaria o la están finalizando. Queremos que todos los saberes que tengan en la Casa le sirvan para afrontar las problemáticas que se encuentran cuando terminan el colegio o cuando empiezan a ir a la facultad”, afirma Andrés Contreras, su director.
“La Casa” ofrece 56 talleres como pintura, artes marciales, clases de baile, expresión artística, periodismo, serigrafía, electricidad, costurería y de oficios digitales, entre muchos más. Además tendrá un punto de empleo joven donde se abrirá la inscripción para talleres donde los chicos podrán desarrollar herramientas profesionales como el armado de un curriculum.
Sobre esta oferta, su director cuenta: “A mediados de septiembre vamos a abrir un punto de empleo joven que le brindará información al joven de talleres profesionales. Estos talleres tendrán un incentivo económico para que los chicos puedan venir y solventar el transporte. El único requisito es que no hayan terminado el secundario y no tengan un empleo formal. De esta forma, los ayudamos a que terminen la escuela y le damos herramientas para que sepa qué empleos buscar y cómo hacerlo”.
La Casa del Futuro está ubicada en el cruce de las avenidas Beiró y Chivilcoy y ocupa el predio del ex Instituto “Sánchez Picado” donde funcionaba un hogar al que asistían jóvenes que provenían de institutos de menores.
Este hogar hace más de un año dejó de funcionar y el edificio se había deteriorado. Esta situación preocupó a un grupo de vecinos que empezaron a movilizarse para reclamar la puesta en valor.
En principio, el objetivo era hacer un centro cultural pero el cambio de gestión transformó los planes, se realizaron reuniones con los vecinos para informar sobre los planes de la Casa del Futuro.
“Nosotros nos juntamos con la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto y varias personas que lucharon por mantener el legado de Sánchez Picado y llegamos a un acuerdo que se va a cumplir. Ellos nos hacían referencia al auditorio, la parte más histórica de la Casa, que está en obra. Nosotros pensamos que la construcción arranca este mes – agosto – y hablamos con vecinos históricos del barrio y la respuesta en conjunto fue hacer un evento con todos para honrar la memoria de Sánchez Picado y hablar sobre su legado cuando se inaugure el auditorio” dice Andrés Contreras.
“La construcción – agrega – de la casa arrancó de la gestión anterior. Nosotros reconocemos que hubo una gestión previa y que lo que hicimos fue una continuidad pero se siguió la misma línea. Es más, mucha gente que trabaja es de la gestión anterior como los arquitectos y la gente de la obra, esto nos facilitó más la opción de escuchar las propuestas anteriores para darle continuidad”.
Aunque está ubicada en pleno centro de Villa Devoto, “La Casa” pretende abrir sus puertas para todas las instituciones de todos los barrios de la Ciudad de Buenos Aires.
“La casa está inserta en el barrio de Devoto pero queremos que tenga una expansión más grande. El objetivo es que primero seamos conocidos en el barrio de Devoto y que se lo apropien pero también queremos que empiecen a venir más chicos” indica Conteras.
Para empezar, alumnos de la Escuela Antonio Devoto realizaron un mural que se encuentra ubicado en el patio de la “Casa del Futuro”. Sobre esta experiencia, Andrés Contreras relata: “Empezamos a trabajar con las escuelas y las asociaciones barriales que visitaron el lugar, les dimos muestras de talleres y alguna jornada con recitales. Trabajamos con la Escuela Antonio Devoto y también vinieron de la Subsecretaría de Juventud para trabajar con los chicos durante cuatro días en el diseño del mural que hicieron con lo que ellos querían, pensaban o sentían que tenían que expresar. Fue un diseño colectivo”.
También, el equipo de la casa comenzó a trabajar en conjunto con ONG`S como la productora Bombo Cova que realiza seminarios de talleres de danza, teatro y circo y CILSA, organización no gubernamental que se dedica a la plena inclusión de personas con discapacidad y niños y niñas en situación de vulnerabilidad.
Según la página web de CILSA, el acuerdo “consiste en desarrollar desde el Programa Nacional de Becas y Oportunidades una propuesta de formación para el mundo del trabajo, destinada a jóvenes con y sin discapacidad en situación de vulnerabilidad social”.
Sobre las ONG`S, el director de Casa del Futuro opina: “Estas son importantes, pero también el nexo que ellas nos hacen con asociaciones barriales y con los mismos chicos que hoy no están amparados en un marco legal y no pueden acceder a una financiación del Estado porque hay una estructura legal que hay que respetar. Por medio de ese esquema legal, se queda afuera mucha gente que hace cultura igual o mejor que estas ONG`S, por eso incentivamos que financien y amparen estos puntos de cultura”.
Respecto de otro de los objetivos de esta “Casa del Futuro”, Andrés Contreras señala: “Nos interesa que vengan muchos jóvenes a la casa porque eso da cuenta que les interesa y también queremos que sirva para que el chico venga a cursar seminarios y pueda jugar a lo que quiera. La idea es que este lugar sea de contención”.
Y rescata una anécdota: “En vacaciones de invierno, algunos chicos no querían estar en sus casas y en esas dos semanas, estuvieron acá todo el día y jugaban. Nosotros estamos felices porque creemos que encontraron un lugar donde están contenidos y se divierten”.