Fabián Uccello, junto con Héctor López Girondo y Raquel Prestigiacomo, creó en 1995 la compañía ‘‘El Museo Viajero’’. Desde 1996 sus comedias históricas se presentan en el Museo Cornelio Saavedra y en simultáneo exhiben estas obras en escuelas de todo el país. Actualmente cuentan con 22 obras teatrales y están preparando otras tres relacionadas con el Bicentenario de la Independencia.
Por Ana Colombo Blanco
Los comienzos de los grandes emprendimientos tienen lugar en espacios impensados: el garage de una casa, un bar, la universidad. En el caso de Fabián Uccello, el disparador de lo que sería El Museo Viajero fue una conversación en un asado que compartió con Héctor López Girondo y Raquel Prestigiacomo. Licenciada en Letras (UBA) y profesora, Raquel contaba la preocupación que le compartían sus compañeras docentes de lo difícil que les resultaba llevar a sus alumnos a museos. En la sobremesa, decidieron que si los chicos no iban al museo, éste debía ir a ellos, así significara trasladar el museo a la escuela.
Fabián relata cómo rescató los elementos de su formación para la elaboración del proyecto: “Como yo era anticuario ya tenía un montón de objetos de la vida cotidiana de 1900-1930 y la primer obra que se hace se llama ‘Un siglo en un ratito’ y cuenta cien años de historia argentina a través de los objetos. Esto vuelca teorías historiográficas del objeto, de esas teorías salen obras para chicos”
El surgimiento de El museo Viajero se enmarca en un contexto donde la investigación histórica se desarrollaba en forma prácticamente exclusiva para el ámbito académico. “Somos creadores de un género que actualmente está muy presente. Hoy recordar la historia argentina y tener como héroes protagónicos a San Martín y Belgrano es algo que lo ves en la televisión y en todos lados, todos han leído una novela donde un personaje histórico es protagonista. Cuando nosotros empezamos en esto, hace 20 años, no existía nada. Hicimos una investigación muy profunda de la historia argentina y la volcamos a obras de teatro. Fue algo muy novedoso y empezó a funcionar desde el principio”
Una de las particularidades de las obras de teatro de la compañía es la escenografía con la que cuentan. Se enorgullecen de poseer la única maqueta que muestra la vida en nuestra ciudad en 1810. De hecho, trabajar en escena con aquella maqueta llamó la atención del director del Museo Saavedra, quien hace 19 años los convocó para que se instalaran allí, con una sala a su entera disposición.
Hoy en día, continúan trabajando en el espacio del Museo Saavedra mientras en simultáneo exhiben obras para escuelas de todo el país. ¿Cómo es esto posible? Uccello explica que cuentan con cooperativas de actores, lo que les permite abarcar un mayor número de escuelas y poder trabajar con diferentes obras al mismo tiempo.
La compañía cuenta con una interesante oferta de 22 obras, en las que utilizan todos los recursos disponibles: desde el uso de títeres, a la incorporación de canciones y coreografías, con una importante escenografía.
Para el historiador, actor y director de teatro, en el desarrollo de la obra no se trata solamente de contar una historia sino de hacer trabajar al público: “tenés que pensar en el espectador, en no perderlo y que trabaje durante la obra, que reflexione, que una lo que está pasando”.
El público al que apunta El Museo Viajero son los alumnos del ciclo inicial, adaptando la obra de acuerdo a la edad de los espectadores: “Nosotros vamos a la escuela y la misma obra cambia, según la edad de los chicos. Hacemos dos funciones en un mismo turno. Se hace una función para jardín, primer y segundo grado, otra función para tercero, cuarto y quinto y otra para sexto y séptimo. Es la misma obra, pero hay veces que se quitan algunas escenas según la edad o se reformulan, se trabaja con una canción para los más chiquitos”
A su vez, Fabián describe cómo asistir obras teatrales desde pequeños, enseña las reglas de comportamiento para una próxima salida al teatro. “Nosotros manejamos las obras sin la cuarta pared, le podemos decir al pibe ‘vos te tenés que quedar sentado y en silencio’. Todo se plantea para que el chico aprenda, no está mal si no lo sabe, se plantea que no usen el celular y ya. Trabajamos con chicos de jardín, que tienen 3 años y no sabés lo bien que se portan, es maravilloso verlos”
Ante la pregunta del boom de la historia argentina y por qué antes no había medios de difusión para un público general, Ucello recuerda a una docente que lo hizo apasionarse por la materia, que detestaba antiguamente: “Ella me presentó la historia de otra forma. Al hacerla más sensible, menos rígida, al humanizar a los personajes, generás otra cosa. Nosotros humanizamos a San Martín, lo acercamos al público, pasa a ser un tipo que se enamoró y se jugó por sus ideales, tenés a Belgrano que también se jugó y perdió todo lo que tenía. La gente necesita tener a sus héroes cerca, se puede acercar a ellos ahora”
Dentro de sus obras figuran siempre dos personajes: el director del museo y su ayudante, llamado Gutiérrez. “¿Cómo empezamos nosotros? En la primera obra Gutiérrez creía que sabía y el director lo corregía. Por lógica, en 20 años cambió la posición del ayudante quién aprendió y le enseña a otro, a un primo, hermano, a una novia”
Si bien suelen trabajar a lo largo de todo el año, las épocas de mayor trabajo son las fechas patrias. Las escuelas apuestan por la elección de las obras de El Museo Viajero por su calidad y la posibilidad de aprendizaje que ellas brindan.
Además del éxito de sus obras teatrales, Raquel y Fabián escribieron “La pequeña aldea”, un libro editado por EUDEBA, que lleva cuatro ediciones. La última de ellas cuenta con el prólogo de Felipe Pigna, historiador conocido por atraer a numerosas personas a la lectura de la historia de nuestro país.
Resulta emocionante conocer la conexión que generan los actores con los niños. En “La Juguetería de José”, obra que relata cómo San Martín llevaba los ejércitos a la batalla, la propuesta de la compañía teatral es hacer participar al público: “lo que hacemos es que ellos sean ejército y en base a movimientos y sonidos hagan algo determinado. En ese caso logramos que el chico se sienta soldado y entienda y sienta la emoción que se genera al estar entrando en la batalla. Hacen propio ese hecho histórico”
En veinte años de trabajo, Fabián Uccello reconoce que los chicos han cambiado y que han debido adaptar las obras a los cambios que los ritmos de la nueva tecnología han impuesto. “Hoy en día el chico no necesita una introducción de diez minutos sobre cada personaje, con dos o tres cosas el chico se ubica en la historia. No es mejor que lo de antes, es distinto”.
Actualmente trabajan de cara al bicentenario de la Independencia argentina, están preparando tres obras en relación al 9 de julio de 1816. Con proyectos nuevos y con las obras principales también en cartelera, apuntan a seguir acercando los héroes de la historia argentina a los más chicos.
Museo Histórico Cornelio Saavedra, Crisólogo Larralde 6309