El ajuste “político” en la Ciudad
Ajuste es la palabra. Sin dejar de lado el declamado “gradualismo”, el Jefe de Gobierno sigue las recetas del gobierno del presidente Macri. En la volteada cayó el ministerio de Modernización. Pero, ¿el verdadero ajuste pasa por la política?
Por Fernando Casasco
Una premisa del presidente Mauricio Macri que sintoniza con grandes sectores de la sociedad es el del “ajuste de la política”. Así es como se anuncia con bombos y platillos la eliminación de algunas estructuras dentro de los distintos ministerios o incluso la eliminación de algunos de ellos, mientras se mantiene incólumes los estipendios a través de otras “cajas negras” (contratos de “asesores”, licitaciones amañadas, contrataciones directas, etc.).
En la ciudad de Buenos Aires el voto de fe por el ajuste también se expresa a diario. En ese sentido, el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta se comprometió ante la Legislatura de la Ciudad a reducir el gasto político en 1.000 millones de pesos hasta el fin de su mandato.
La primera víctima propiciatoria fue el ministerio pomposamente denominado de Modernización, Innovación y Tecnología. La cartera fue creada en 2015, tras el triunfo electoral de Rodríguez Larreta, a medida de su primer y único titular, el empresario Andy Freire. El ex CEO de Officenet y “gurú” del emprendedurismo parecía la persona indicada para el puesto y la que le daría a la gestión naciente un cariz innovativo propio de la pretendida pertenencia del PRO al siglo XXI.
Nada de eso ocurrió. En cambio, un par de polémicas rodearon al funcionario. La más costosa es la iniciativa del Ecoparque en el ex Zoo porteño. El cierre intempestivo y reestatización del zoológico habían sido anunciados con bombos y platillos como la intención de generar un espacio de protección de los animales y del medio ambiente.
Pero muchos de los animales, por su edad, no pudieron ser trasladados y el Ecoparque nunca arrancó. Además, varias ONG (entre las que figuran la Fundación Vida Silvestre y el Consejo profesional de Médicos Veterinarios) rechazaron ya en 2016 el proyecto de reconversión propuesto por el Ejecutivo y se debió llegar a una redacción a media agua entre los reclamos de los activistas contrarios al zoo y los conservacionistas.
Por si fuera poco, los trabajos de remodelación del espacio generan un costo de unos 400 millones de pesos, sin generar recursos propios. Ahora será el propio Freire el que se ocupe de debatir con sus pares legisladores el proyecto enviado el año pasado para concesionar algunos de los edificios que conforman el patrimonio histórico del Zoo ideado por Sarmiento en el siglo XIX.
Otra polémica en la que se vio envuelto el ex ministro fue un tanto más jocosa y menos lesiva para las finanzas de los porteños. En enero de este año, a través de un video subido a las redes sociales, Freire recomendaba a los vecinos de la ciudad “alquilar el quincho, la parrilla, el asado y el sillón de tu casa”, para hacerse con unos pesos extra mientras duraran las vacaciones. Los usuarios de redes se ocuparon de satirizar el mensaje del flamante diputado, mediante los famosos “memes”.
A partir del recambio legislativo de diciembre pasado, el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta demoró en nombrar un sucesor para Freire.
Ahora, con los vientos que corren a favor de usar la tijera en el gasto político, cortó por lo sano y eliminó la cartera.
Pero los admiradores de la austeridad estatal deberían no festejar de antemano. Si bien habrá un ministerio menos (de 10 se pasa a 9), la mayoría de las áreas a cargo de Modernización serán derivadas a otras dependencias del Gobierno de la Ciudad.
La parte del león se la lleva el Ministerio de Educación, ahora renombrado como de Educación e Innovación, que incorporará la mayoría de las direcciones generales de la extinta cartera, como las de Emprendedores, de Ciencia y Tecnología y la Subsecretaría Ciudad del Futuro.
La decisión es vista por algunos como un espaldarazo a la gestión de la ministra Soledad Acuña, en momentos en que lidia con la resolución del conflicto con los gremios docentes (ver más adelante); y en el que aún están en veremos la aplicación de sus políticas tanto en la “Secundaria del Futuro” como en la creación de la Universidad Docente, ambos resistidos por gran parte de la comunidad educativa. Pese a todo, el apellido de Acuña ya comienza a sonar como posible compañera de fórmula de Rodríguez Larreta para 2019.
Otros ministerios que ven engrosado su organigrama son el de Hacienda (ahora renombrado como de Economía y Finanzas), al sumar la Subsecretaría de Desarrollo Económico y la Dirección General de Administración de Bienes y Concesiones; Gobierno, con la incorporación de la Subsecretaría de Trabajo, Industria y Comercio y el Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires; Desarrollo Urbano y Transporte queda a cargo de la Corporación Buenos Aires Sur; mientras que Ambiente y Espacio Público será el encargado de lidiar con la gestión del polémico Ecoparque Interactivo.
En el rediseño administrativo quedan a cargo del vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, la subsecretaría de Pymes y la Unidad Especial Juegos Olímpicos de la Juventud. Por su parte, Secretaría General y de Relaciones Internacionales integrará a su estructura el Ente de Turismo.
En tanto, el Jefe de Gabinete, Felipe Miguel, se ocupará de gestionar una de las “joyas de la corona” de la gestión larretista: el Parque de la Innovación. Se trata del parque que se ubicará en los terrenos del ex club Tiro Federal, en Avenida Udaondo, entre Libertador y Lugones, al que pomposamente algunos denominan el “Silicon Valley porteño”.
Según la iniciativa oficial, el parque “funcionará como un campus que reunirá instituciones públicas y privadas destinadas a la innovación, la enseñanza superior y la investigación científica aplicada”.
Articulará a la Ciudad Universitaria de la UBA, la Escuela ORT, la Universidad Di Tella y el Instituto River Plate, entre otras instituciones aledañas. Pese a que se habla de ciencia e innovación, el negocio inmobiliario también será parte del asunto. A cargo del proyecto quedó Ignacio Stegmann, ex presidente de IDEA y ex CEO para Argentina y Uruguay de la multinacional 3M.
Volviendo al tema del reordenamiento administrativo, en el oficialismo aseguran tomarse en serio el tema de la austeridad. Afirman que desde que asumió Rodríguez Larreta se dieron de baja unos 120 cargos políticos, a lo que se suma la reestructuración de cargos directivos en empresas públicas. Ahora intentarán ir por el recorte de cargos en el sobredimensionado Consejo de la Magistratura porteño y un nuevo Código Electoral que permita los aportes de empresas a los partidos políticos.
En cambio, desde el frente gremial se afirma que el verdadero ajuste pasa por los ingresos de los trabajadores, a los que se les quiere imponer un techo en sus negociaciones paritarias.
En este sentido, varios sindicatos de la Ciudad de Buenos Aires anunciaron la profundización de un plan de lucha contra la política oficial. Del encuentro gremial participan la Unión de Trabajadores de la Educación, ATE Capital, el sindicato de metrodelegados, los docentes privados de SADOP, los judiciales de SITRAJU, los trabajadores de la economía popular nucleados en la CTEP capital, a los que se sumarían los recolectores de residuos.
Desde el sector educativo, señalan como demostración de la política de ajuste de Rodríguez Larreta el cierre de 13 sedes del plan FINES (para concluir estudios primarios y secundarios) que funcionaban en la ciudad, la falta de vacantes en escuelas públicas para 12 mil niños/as o el despido “por mail” de ochenta trabajadores del plan Conectar Igualdad.
A ello se suma que en las negociaciones salariales el ofrecimiento máximo del Gobierno de la Ciudad es del 15%, del cual antes de mitad de año sólo se haría efectivo el 8%, muy por debajo de las expectativas inflacionarias. Es por ello que los docentes tenían previsto un paro que se realizaría sobre el cierre de esta edición.
En épocas de declamada “austeridad”, los trabajadores se ponen en guardia para evitar que un ajuste mayor recaiga sobre los mismos de siempre.