Las escuelas de formación laboral de la Ciudad de Buenos Aires están en alerta. El Gobierno porteño anunció que las personas que padecen discapacidad intelectual deberán graduarse a los 22 años, cuando, hasta el momento, ese egreso se venía produciendo a los 30 años. Un ajuste que excluye y afecta su futura inserción laboral.
Por Agustina Cavalanti
“Una mamá nos contaba que su hijo decía que no quería cumplir más años, porque si cumplía años lo iban a sacar de la escuela. Mirá lo que causa, el efecto que causa”, relata a este portal Jorge Godoy, docente de Educación Especial, maestro, psicopedagogo y actualmente representante sindical de Educación Especial de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).
Las palabras del estudiante simbolizan la expulsión y exclusión de su espacio de aprendizaje, de socialización y de formación laboral. Sus sentimientos transmiten los efectos de decisiones injustificadas. “Es una anécdota, es el sentir de un solo joven, pero representa un profundo padecimiento. El Ministerio de Educación de la Ciudad lo está sacando del sistema”, dice el docente.
Hace más de una semana el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires comunicó a las familias de las Escuelas de Educación Especial de Formación Integral porteñas que a partir del 2022, sus hijxs deberán graduarse a los 22 años; cuando, hasta el momento, ese egreso se venía produciendo a los 30 años aproximadamente. Esta medida alcanza a las 13 escuelas de la Ciudad y afecta a más de 600 jóvenes que superan la nueva edad límite.
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“La comunicación despectiva no elaborada, genera obviamente una inestabilidad en las familias y una tensión en esas familias, porque arrojan a sus hijxs al vacío a partir del año que viene. Sus hijxs venían teniendo una escolaridad con continuidad durante los cinco días a la semana, una jornada simple, algunxs en jornadas completas, con comedor y muchos de ellx se trasladaban con transporte. A partir del año que viene, eso se reduciría a dos días a la semana”, explica Godoy.
En Capital Federal hay 1073 jóvenes estudiantes con discapacidad, de los cuales 200 padecen discapacidad auditiva, 409 discapacidad visual y el resto, discapacidades intelectuales. Este sector, que pertenece al Escalafón C, es el más afectado, “porque tanto los jóvenes y adultos con discapacidad visual como auditiva, tienen escuelas con formación permanente del adultx. Es un número alto. Lo que genera en los estudiantes es una falta de seguridad”, expresa el docente.
Por su parte, el Ministerio de Educación de la Ciudad había argumentado que su decisión no era “nueva” sino que estaba estipulada desde el año 2011 en la Resolución Nº155 del Consejo Federal de Educación.
El documento manifiesta que, a partir de los 20/22 años, lxs jóvenes deben pasar del trayecto de formación integral a la formación permanente de adultxs. Pero que a la vez – señala la resolución- debe desarrollar propuestas “para una educación de adolescentes y jóvenes con discapacidad que considere las necesidades, saberes adquiridos, capacidades, intereses y motivaciones de dichos estudiantes, a través de los modelos organizacionales diversos para la educación secundaria que contempla la Ley de Educación Nacional Nº 26.206. Este modelo organizacional propenderá a formar ciudadanos/as autónomos, creativos y críticos en el pasaje a la vida adulta, y brindará herramientas para su incorporación en el mundo del trabajo”.
“Claro está que esa formación permanente de adultxs, como lo establece bien esa resolución, se tiene que hacer cargo la jurisdicción y tiene que elaborarla obviamente con estrategias pedagógicas propias, cosa que no está realizando y arroja a cierto vacío a lxs jóvenes porque les propone dos talleres, dos veces por semana, pero nada planificado y que tenga que ver directamente con la trayectoria de formación, con el deseo, con la incorporación al mundo laboral; con una complejidad bastante amplia”, denuncia Godoy.
Y manifiesta: “Es responsabilidad neta del Ministerio de Educación, del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dado que la inversión educativa viene en caída desde que Juntos por el Cambio o Cambiemos, con anterioridad, que son del mismo color político; vienen haciendo una reducción del presupuesto que estaba en el 30% y lo bajaron hasta el 17%”.
En cuanto a su mirada como docente, Jorge Godoy dice que la comunidad educativa está de acuerdo en que lxs jóvenes egresen, que lxs jóvenes se incluyan en el mundo laboral, “pero no de esta manera. La gestión porteña está generando de forma despectiva una reducción de presupuesto, están cortando los comedores, el transporte y reducen la formación permanente de adultos a dos días. La excusa es que no hay vacantes para lxs niñxs más chicxs, para Educación Especial”.
Para cerrar, el docente y representante sindical reclama trayectorias de pasantías e inclusión en el mundo laboral. “Trayectoria de pasantías que también en el Gobierno de la Ciudad las han recortado y vienen recortando para las escuelas de Educación Especial. Además, exigimos incorporaciones a plantas permanentes que no se están dando desde hace más cinco años. Eso es una clara demostración del desinterés; aunque ellxs hayan puesto sobre el tapete el interés en la educación, las políticas que se observan, son de absoluta exclusión y desinterés con respecto a la Educación Especial y a la Educación pública”, concluye Jorge Godoy.