Ayer sábado 30 de octubre, organizaciones y Asambleas vecinales se manifestaron ante la Legislatura porteña en contra del Código Urbanístico de la Ciudad, los convenios urbanísticos y la destrucción de las identidades barriales. Entre las organizaciones participantes estuvieron Salvemos al Barrio, de Villa Pueyrredón y Agronomía; el Colectivo Barrial Parque Chas y Somos Villa Ortuzar.
Fotografía de portada: Mariana Lifschitz
Por Verónica Ocvirk, para la Cooperativa de Editores Barriales EBC
En cualquier movilización las consignas importan y los carteles marcan agenda, pero en esta en particular las banderas resultaron clave porque fueron capaces expresar la catarata de luchas que desde hace años vienen librándose en la ciudad y que, presentadas de pronto en fila una al lado de la otra, encendieron las alarmas sobre la violación sistemática que hoy sufre el patrimonio histórico, cultural y ambiental de Buenos Aires.
“Parques sí, torres no”; “Devuelvan el playón”; “No más negocios inmobiliarios”; “Defendamos nuestro derecho al Parque Agronomía”; “Basta de destruir nuestro barrio”; “No al cambio de código urbanístico”; “Basta de ruido”; “Amamos Buenos Aires”: rugían las pancartas que en la tarde del 30 de octubre y a pesar del calor agobiante se congregaron en Perú y Diagonal Sur, justo frente a la Legislatura porteña, para repudiar las políticas urbanísticas del Gobierno de la Ciudad bajo el lema “Se va Buenos Aires”.
Fotografía: Mariana Lifschitz
“Esto que está sucediendo hoy es la primera vez que lo veo, y eso que desde 2005 participo para que no demuelan Buenos Aires. Es la primera vez que veo organizaciones de todos los barrios juntas”, señaló en el arranque Ana Bas, de Basta de Demoler, ONG que junto a una treintena de entidades se ocupó de llevar adelante la movida.
“Lo que está pasando, y de lo cual estamos hartos, es que varios de nosotros tenemos en la justicia recursos de amparo o denuncias muy serias que jamás avanzan”, marcó Mauro Sbarbati, integrante también de Basta de Demoler. “Se supone que hacen toda esta construcción en nombre del progreso y para disminuir el déficit habitacional. Pero resulta que esos departamentos valen más de 3.000 dólares el metro cuadrado, que la población de la ciudad no crece desde el siglo XX y que nunca hubo tanta gente en la calle y tantos departamentos vacíos”, manifestó despertando una oleada de aplausos.
Fotografía: Mariana Lifschitz
Presentes entre el público estaban la presidenta de la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos, María José Lubertino, la legisladora Laura Velasco, del Frente de Todos, y también Alejandrina Barry y Gabriel Solano, candidatos del Frente de Izquierda que en forma paralela llevaba adelante su marcha contra el ajuste en la Plaza de Mayo.
Los reclamos
Tras las presentaciones el micrófono se abrió para que a través de un formato de “radio abierta” las asambleas barriales tuvieran la oportunidad de compartir a viva voz sus problemáticas. Así fue posible escuchar el rechazo a las edificaciones de Costanera Norte (en Costa Salguero) y Sur (Costa Urbana), y a los edificios que pretenden levantar en la plaza Malaver de Villa Ortúzar (de 8 pisos) y en la Avenida Asamblea de Parque Chacabuco (de 50 metros), la amenaza sobre los terrenos ferroviarios en Colegiales y Caballito, lo trascendente que hoy resulta defender el derecho al Parque Agronomía, la destrucción de edificios históricos y árboles en Núñez y la falta de espacios verdes en Almagro, Abasto y Villa Santa Rita, al día de hoy el único de los barrios porteños sin una sola plaza.
Las demandas tuvieron que ver con el aire, el sol y la necesidad de verde, con el exceso de cemento, con la escala de las construcciones y también con la identidad. “Necesitamos respirar. Tan sencillo como eso, es una cuestión de calidad de vida”, decía un representante de Caballito, en tanto Guillermina Bruschi, de Basta de Mutilar Nuestros Árboles, contaba que cada árbol añoso que se pierde equivale a miles, “aunque para reemplazarlo se planta uno solo, y para peor el 70 por ciento de los nuevos árboles que se plantan mueren”. “El día del golpe de calor hizo 35 grados en Caballito y 29 en Costa Salguero. Y todavía quieren agregar torres en esa zona, no nos hacen caso”, apuntó Sbarbati.
“De acá no puede salir solamente la defensa de la Costanera o la identidad de un barrio”, marcó por su parte Jonatan Baldiviezo, líder del Observatorio del Derecho a la Ciudad. “De acá tiene que salir el pedido para rediscutir la planificación de la ciudad, actualizar el Plan Urbano Ambiental y suspender el código urbanístico”, agregó al tiempo que denunció la venta de excepciones inmobiliarias “que estamos conociendo ahora como convenios urbanísticos y que afectan seriamente los barrios porteños”.
Fotografía: Mariana Lifschitz
Cómo sigue
“No sé cómo se hace, es la parte más difícil. Pero tenemos que ponernos de acuerdo entre todas las organizaciones, que tenemos más o menos los mismos reclamos, y ver qué es lo que podemos hacer juntas. Les agradezco infinitamente que hayan venido acá”, resumió Sbarbati e invitó a los presentes a ir a repartir volantes a la esquina de Alsina y Defensa, donde tendría lugar el acto de apertura de La Noche de los Museos con la presencia de “todos los periodistas que nunca nos dan espacio”.
Sin consignas partidarias, pero concentrando los reclamos hacia el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, la movilización finalizó destacando la necesidad de una lucha articulada. “En cada uno de los reclamos vemos un atropello, pero también un encuentro”, concluyó uno de los oradores. “Un encuentro para que no se siga yendo Buenos Aires”.