El Gobierno de la Ciudad anunció nuevas medidas respecto a la atención gastronómica en la vereda. Una de ellas convertir 15 áreas peatonales, una en cada comuna, los días viernes, sábados, domingos y feriados, a partir de las 10 de la mañana hasta medianoche. Conversamos con Julio Haddad, secretario general de la Asociación de Comerciantes de Villa Urquiza sobre este tema.
Por Ignacio Di Toma Mues
En cada comuna se convertirá una calle en área peatonal los días viernes, sábados, domingos y feriados, a partir de las 10 de la mañana hasta medianoche. En la Comuna 12 esta medida alcanza al Boulevard Mendoza, entre la Av. Triunvirato y Barzana, un área donde se concentran varios locales gastronómicos del barrio de Villa Urquiza.
Se habilitará la colocación de mesas en la calle, con el protocolo fijado por el Gobierno de la Ciudad en cuanto al “distanciamiento social”, que como hemos publicado en este portal es de imposible cumplimiento (leer nota)
A primera vista resulta una medida inoportuna – ante el crecimiento de casos y fallecidos por coronavirus – ya que concentrará la asistencia de mucho público en un área restringida a cinco cuadras. Hay que tener en cuenta que Villa Urquiza tiene 90 mil habitantes, y los alrededores del área peatonal es una de las más pobladas por la cantidad de edificios de alto. Y por otra parte es discriminatoria respecto a otros comerciantes del rubro gastronómico.
Nuestro medio se contactó con Julio Haddad, secretario general de la Asociación de Comerciantes de Villa Uruiza. En primer lugar nos aclaró que su opinión es en forma personal no de la Asociación de Comerciantes de Villa Urquiza. “La comisión directiva, y los 600 comerciante que están adheridos a nuestra asociación, no nos hemos pronunciado institucionalmente todavía”.
“El comercio, más allá que sea una actividad que genera rentabilidad, nace y se desarrolla como un actor social, más allá de lo económico, el comercio llega a la ciudad para prestar un servicio, para vender un producto donde hay una necesidad en la población, ahora teniendo en cuenta esto como básico, lo que hay que analizar es que el comercio de Villa Urquiza tiene que estar al servicio y tiene que estar ofreciendo valor agregado a los vecinos y vecinas” señala Julio como introducción.
Respecto puntualmente a las áreas peatonales y la atención gastronómica con mesas en las veredas, su respuesta es contundente. “Esta decisión que ha tomado en forma unilateral el Gobierno de la Ciudad no trae ninguna solución para nadie, son medidas marquetineras, están fuera de la realidad, esto lo único que hace es demostrar que sigue tomando medidas que no benefician a nadie y no toma el toro por las astas”.
Para el Secretario General de la Asociación de Comerciantes de Villa Urquiza, poner mesas en el Boulevar Mendoza y hacerla peatonal “solamente beneficia a un puñado de comerciantes, que hay que ver. Ojalá que los vecinos y vecinas, con su responsabilidad ciudadana, no se sumen a esta locura. Sanitariamente está mal, comercialmente está mal porque lo que hace es dejar en desventaja al resto de los comerciantes que tienen gastronomía en el barrio, somos muchos, no es una buena decisión”.
Reconoce que los gastronómicos necesitan trabajar, pero esta no es la solución. “Tenemos propuestas para el Gobierno de la Ciudad, el tema que no las quiere escuchar, porque somos críticos justamente de las cosas que hace, somos críticos porque cuidamos la salud de nuestros vecinos y vecinas, porque entendemos que las medidas económicas que deberían tomar no las toman y se las decimos, le hemos escrito cartas, le hemos enviado notas, pero no quieren escucharnos, porque saben que nosotros lo que hacemos es en beneficio de los vecinos y vecinas y es en beneficio del barrio”.
Abordamos el tema del distanciamiento social y el protocolo presentado para la gastronomía al aire libre por el gobierno porteño. “No se cumple con el distanciamiento social, y los gastronómicos, con los que nosotros tenemos contacto, dicen que lo que han hecho hasta ahora no ayuda, no cambia la venta de un comercio”.
Y destaca que una mesita promedio va de los 60 por 60 centímetros a los 85 por 85 centímetros, dependiendo del local gastronómico, y cada mesita es para un máximo de cuatro personas. “Tiene que haber 1,7 metros de distancia entre una mesa y la otra; 0,75 ocupa cada uno de los comensales, es decir estas hablando de alrededor de 2,5 metros que ocupa una mesa y después tenés que sumar 1,7 metros más hacia la otra mesa. En un frente de local que mide 8,4 de frente, entrarían dos mesas, tres mesas en la vereda, no cambia la facturación”.
En este sentido Julio es taxativo. “Se necesitan medidas inteligentes, medidas que estén consensuadas, que estén definidas por los comerciantes gastronómicos, por los que representamos a los comerciantes. Nuestras ideas son poner el estado de la ciudad en función de las necesidades de los comerciantes, y eso no lo va a hacer porque hace más de 12 años que están en la ciudad y jamás hicieron nada por los comerciantes”.
Y enumera varias medidas que cree necesarias: poner a disposición del comerciante el Banco Ciudad y asistencia económica como lo está haciendo el gobierno nacional. “Con un ATP del gobierno de la ciudad, con un IFE de la ciudad, tienen que tomar medidas realmente serias, porque todas estas medidas las hacen en un estudio de marketing y no con los comerciantes que estamos padeciendo los efectos de la pandemia”.
Y concluye: “El Gobierno de la Ciudad no tiene la capacidad, no económica que le sobra, ni la intención de ayudarnos, es su política, el sálvese quién pueda, la meritocracia”
La mancha de aceite…
La mancha de aceite de la que tanto se habla sobre este virus se nota en Villa Urquiza, del 5 de agosto al 2 de septiembre los contagios detectados crecieron un 82,1% alcanzando los 1.843. En tanto los barrios de Flores y Retiro, los más afectados en los primeros meses de la pandemia, en el mismo periodo tuvieron un crecimiento en los casos del 29,3% y 12,8% respectivamente.