Sostienen lxs vecinxs de “Salvemos al Barrio” que, pese a la pandemia, continúan en alerta y trabajan junto a otras agrupaciones en la elaboración de una propuesta que elimine los enrases de los barrios con zonificación baja en toda la Ciudad. Sus integrantes dialogaron con este portal y visibilizaron su incansable trabajo para mantener en pie la identidad barrial.
Por Agustina Cavalanti
Otra vez sopa. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de la Legislatura porteña (donde representan la mayoría) promovió, en plena pandemia por Covid- 19, una “actualización” del Plan Urbano Ambiental, luego de que a fines de 2018 aprobara los Códigos Urbanístico y de Edificación. Desde la agrupación de vecinxs de Villa Pueyrredón y Agronomía “Salvemos al Barrio” aseguran que la modificación del Plan Urbano Ambiental nuevamente beneficiará a los emprendimientos inmobiliarios.
“El Gobierno de la Ciudad es especialista en hacer legal lo ilegal. Está impulsando la modificación a través del COPUA, es decir no le está dando participación a la segunda mayoría”, expresó Osvaldo Saredi, integrante de “Salvemos al Barrio”, en referencia al Consejo del Plan Urbano Ambiental (COPUA).
Este organismo es el encargado de formular y actualizar el Plan Urbano Ambiental, cuya nueva integración fue sancionada hace un mes en la Legislatura y que, según explica Saredi, no está integrado de manera democrática (sin representantes opositores ni participación ciudadana). (ver nota)
De este modo, y pese al aislamiento social, preventivo y obligatorio, “Salvemos al Barrio” está más alerta que nunca y trabaja en conjunto con otras agrupaciones en pos de que la gestión porteña sume su propuesta en la actualización del Plan Urbano Ambiental: que no haya más enrases en los barrios de zonificación baja de la Ciudad de Buenos Aires.
El enrase es ni más ni menos que la equiparación de alturas con edificios preexistentes. Existen varias posibilidades de enrase. Si entre un edificio y otro hay tres lotes, el nuevo código permite que en esos tres lotes se pueda construir a la misma altura de los preexistentes. Si hay un solo edificio, la altura preexistente va disminuyendo hacia el centro de la cuadra. Lo concreto es que siempre hay posibilidad de construir más allá de lo que permita el código.
“El artículo 31 de la Constitución de la Ciudad dice que todo ciudadano tiene derecho a una vivienda digna. Sin embargo, se votó el Código Urbanístico que autoriza la construcción de departamentos de 18 metros cuadrados. Violan la propia constitución. Si logramos establecer desde el Plan Urbano Ambiental que no exista el enrase en zonificación baja como son las de Unidades de Sustentabilidad de Altura Baja 1 y 2, será mejor que trabajar en la modificación del Código porque no sólo abarcará Agronomía y Villa Pueyrredón sino todos los barrios de zonificación baja de la Ciudad”, agrega Saredi.
El año pasado, “Salvemos el Barrio” y “Vecinos por las Casas Bajas” habían elaborado un proyecto de Ley para exigir que se deje sin efecto los enrases en las zonas catalogadas como Unidad de Sustentabilidad de Altura Baja 1 (planta baja y 2 pisos) y Unidad de Sustentabilidad de Altura Baja 2 (planta baja y 2 pisos, con un retiro de 3 metros).
En este sentido, realizaron un relevamiento en toda la macro manzana comprendida entre las avenidas San Martín, Gral. Paz, De los Constituyentes y Francisco Beiró y descubrieron que por enrase se permitía construir más de 500 nuevos edificios de 18 metros de altura (equivalente a 6 pisos), contradiciéndose con la protección que otorga el mismo código a las zonas de Unidad Sustentable de altura Baja.
“A pesar de la pandemia trabajamos mucho más que antes junto a otros grupos para presentar un documento en la actualización del Plan Urbano Ambiental y que no suceda lo mismo que con el Código Urbanístico, como son mayoría lo aprobaron sin respectar las ideas de lxs ciudadanxs. Son una escribanía y se adueñan de los terrenos”, añade la vecina Marta Antar.
Y su compañero Ricardo Vasini suma: “Trabajamos en conjunto con agrupaciones vecinales, con la Coordinadora por el Plan Urbano Ambiental del abogado ambiental Jonatan Baldiviezo, en las Comunas, en la intercomunal y con todas aquellas personas que tengan una perspectiva solidaria para los barrios y sobre todo en contra de las acciones del actual Jefe de Gobierno de la Ciudad con sus negocios de la tierra e inmobiliarios. Las transgresiones a las leyes y ordenanzas siempre están al orden del día, siendo una característica permanente cometidas en las sombras con el adagio del si pasa, pasa”.
Como todos los años, cada miércoles lxs vecinxs de la Comuna 12 y la 15 se autoconvocan en una asamblea, que actualmente la realizan online. Además de trabajar con el proyecto del Plan Urbano Ambiental, se encargan de denunciar las obras que incumplen la zonificación establecida para los barrios de Agronomía y Villa Pueyrredón.
“También trabajamos en el control y vigilancia de las obras que se hacen en los barrios. Hay una página de la Ciudad de Buenos Aires que se llama Plano Abierto, allí descubrimos que la zonificación de Salvador María Del Carril, que se llama Área Especial 28 (AE28), figura como Unidad Sustentable de Altura Baja 2 que en definitiva es más alta que AE 28. Estamos peleando y hemos denunciado a los Consejos Consultivos de que el Gobierno está dando una falsa información”, expresa Osvaldo Saredi.
Para cerrar, lxs integrantes de “Salvemos al Barrio” aseguran que los carteles de obra en la Ciudad de Buenos Aires suministran información limitada. “Antes se sabía no solamente la cantidad de metros cuadrados que se iban a construir sino también la altura máxima o cantidad de pisos. Ahora no te anuncia nada, es decir que lxs vecinxs tienen cada vez menos información. Son estrategias que utilizan para que la gente no se de cuenta”, explican y señalan que los caminos de las denuncias son tortuosos, lentos y sin respuestas.
Cada vez son más las agrupaciones barriales que se unen para luchar contra las decisiones de un Gobierno que siempre juega a favor del mercado inmobiliario. “Salvemos al Barrio” trabaja incansablemente para proteger la identidad, la salud y el bienestar de lxs vecinxs.
“Salvemos al Barrio” y “Vecinos por las Casas bajas”, impulsaron y lograron la aprobación de dos leyes que limitaron las construcciones de alto en estos barrios, en mayo de 2010 y en octubre de 2011.