Punto de acopio de pilas en desuso en Agronomía

Pilas en desuso
La Facultad de Agronomía es un nuevo espacio en el barrio donde los vecinos y vecinas podrán acercarse a depositar las pilas en desuso. La Lic. en Ciencias Ambientales, Micaela Olivan, explica por qué es importante la disposición segura de estos residuos, qué hacen con ellos y a dónde los llevan.

Por Agustina Cavalanti

¿Sabías que una pila de mercurio puede contaminar hasta 600 mil litros de agua? ¿Dónde desechás las pilas que ya no usas? En la Argentina, aunque las pilas y baterías representan solo el 0,002% de los residuos sólidos urbanos, según el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), son una de las principales fuentes de compuestos con características de peligrosidad.

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Hace algunos años, la Agencia de Protección Ambiental (APrA) de la Ciudad de Buenos Aires estimó que el promedio de consumo anual de pilas fue de alrededor de 12 por persona en CABA. Si bien las pilas en desuso se pueden disponer en los Puntos Verdes de la Ciudad, en el último año se cerraron más de 20.

Puntualmente, en el barrio de Agronomía, el punto de acopio más cercano para depositar pilas en desuso está ubicado en la Plaza Aristóbulo del Valle (Comuna 11), a aproximadamente dos kilómetros de distancia.

En este contexto, la Facultad de Agronomía de la UBA, a través de su Jefatura de Gestión Ambiental y RIPPILAS (Gestión Integral de Pilas en Desuso de la Ciudad de Buenos Aires), estableció a la Facultad como nuevo punto de acopio de pilas de la Ciudad de Buenos Aires.

“La apertura de este nuevo espacio permitirá ampliar la gestión diferenciada de residuos y reducir la cantidad de desechos enviados al relleno sanitario”, dijo la Lic. Micaela Olivan, jefa de Gestión Ambiental de la Facultad. Con esta iniciativa, tanto la comunidad universitaria como los vecinos y las vecinas de los barrios cercanos tendrán una solución más accesible y práctica para la disposición segura de estos residuos.

Según explicó Olivan, durante su uso, las pilas no representan un riesgo para la salud debido a que tienen una capa externa que evita el contacto de las sustancias nocivas con el medio.

En esta línea, el INTI planteó que el mayor riesgo de generar un impacto ambiental negativo se produce cuando las pilas o baterías son desechadas sin ningún tipo de acondicionamiento y/o gestión que evite problemas de contaminación al sufrir la corrosión de sus carcasas (internas o externas), lo que “produce el derrame de metales pesados y otros compuestos que se liberan al suelo, al agua superficial y subterránea, donde pueden permanecer como elementos tóxicos o bien ser ingeridos por seres vivos. Los cationes de metales pesados (Cd, Pb, Hg) son tóxicos en concentraciones bajas y tienen tendencia a acumularse en los seres vivos, con el agravante de que no son biodegradables”.

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De esta manera, en la Facultad se dispusieron dos urnas de recolección que estarán disponibles de lunes a viernes: una ubicada en el Pabellón Central (edificio donde se encuentra el mástil) desde las 8 hasta las 17 horas, y la otra en el comedor “La Cabra Dorada” (cercano a la entrada de Av. Constituyentes) desde las 8 hasta las 20 horas. Allí se podrán depositar pilas de los tipos AA, AAA, C, D, 6V, 9V y botón, de manera individual y preferentemente con cinta adhesiva en los contactos. No se aceptarán pilas en bolsas, frascos o botellas.

Las pilas: ¿residuos peligrosos o de manejo especial?

Por los componentes que tienen, las pilas deberían ser consideradas residuos peligrosos. Así lo determinó un informe del INTI, donde se detalla que, según la Ley N° 24.051 de Residuos Peligrosos (1992) y el Decreto 831 (1993), se define como residuo peligroso a “todo residuo que pueda causar daño, directa o indirectamente, a seres vivos o contaminar el suelo, el agua o el ambiente en general”.

También prohíbe la importación, introducción o transporte de todo tipo de residuos provenientes de otros países al territorio nacional, sus espacios aéreo y marítimo. La ley aclara en sus anexos cuáles son los residuos que se consideran peligrosos. “Las pilas, baterías y acumuladores son considerados residuos peligrosos por poseer entre sus componentes: Cr, Zn, Cd, Hg, Pb, soluciones ácidas/básicas o ácidos/bases en forma sólida o disolventes orgánicos; así como por tener características de peligrosidad, tales como toxicidad, ecotoxicidad, corrosión u oxidación”.

Sin embargo, explica el informe, por tratarse de una ley de adhesión, las provincias pueden suscribirse o bien dictar sus propias leyes. Como en la Ciudad de Buenos Aires, donde desde 2018 rige la Ley N° 5991, la cual define a las pilas como “Residuos Sólidos Urbanos sujetos a Manejo Especial”.

¿Qué significa?, que por su tamaño, volumen, cantidad y/o sus potenciales características de peligrosidad, nocividad o toxicidad, deben sujetarse a un Plan de Gestión Ambiental diferenciado del resto de los Residuos Sólidos Urbanos.

“Lo que se destaca de la presente normativa – detalló Micaela Olivan – es el carácter de responsabilidad extendida del productor, donde en su artículo 7 plantea que toda persona que produzca, importe, distribuya y/o comercialice pilas conforme a la presente ley, será responsable de su gestión en la etapa post consumo del ciclo de vida del producto”.

De este modo, a partir de la normativa, se creó el Plan de Gestión Integral de Pilas en la Ciudad de Buenos Aires (RIPPILAS), que fue presentado por las once firmas importadoras de mayor envergadura, como Energizer, Panasonic, Farmacias Dr. Ahorro, Simplicity, entre otras. Allí se comprometen a garantizar la gestión de pilas y baterías de uso doméstico en desuso de tipo AA, AAA, C, D, 6V, 9V y botón. Además, asumen la responsabilidad del financiamiento.

Entonces, ¿qué hacen con las pilas recolectadas en la Facultad? RIPPILAS las almacena temporalmente en un Centro de Almacenamiento Primario (CAP). Luego, las transportan hacia la empresa encargada del proceso de tratamiento; las clasifican y las pesan; y realizan un proceso de destrucción térmico para convertir las pilas en cenizas. Las cenizas son llevadas a un relleno de seguridad ubicado en la provincia de Santa Fe.

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