Agosto, mes de la Pachamama

Cada 1 de agosto se celebra el día de la Pachamama (Madre tierra), ¿cómo surge esta tradición y cómo se realiza la ceremonia?

Por Natalia Saavedra

El 1° de agosto es tiempo de festejo, de adoración a la Pachamama, o Madre Tierra, diosa femenina de la tierra y la fertilidad, una divinidad agrícola concebida como la madre que nutre, protege y sustenta a los seres humanos.

En algunos pueblos del norte la Pachamama se personifica con una mujer de rasgos indígenas, medio retacona, con sombrero aludo y a quien siguen un perro negro, una víbora que le sirve de lazo y un quirquincho.

La Pachamama es una palabra compuesta que proviene del aimara y el quechua, “Pacha” quiere decir tierra pero también “mundo”, “cosmos”; mientras que “mama” significa madre, es decir que su significado es Madre Tierra.

Esta celebración, de origen incaico, es una de las más antiguas de América del Sur y si bien se celebra el 1° de agosto, los festejos se extienden durante todo el mes.

La celebración consiste en realizar un pozo, “abrir la boca”, de la tierra en el lugar designado para alimentar a la pacha. Alrededor se van disponiendo las ofrendas de comida y bebida. El rito supone que ese día hay que entregarle a la Pacha todo aquello que no quisiéramos que falte durante el año y agradecerle por los favores recibidos durante el año pasado.

La tierra se alimenta con maíz, hojas de coca, quinoa, vino, cervezas, gaseosas y otras comidas típicas. Todos los presentes encienden un cigarrillo que se coloca prendido alrededor para que fume la pachamama.

Hay que observar que se consuma hasta el final, caso contrario significa desgracia o mala suerte. Cuando ya se han presentado las ofrendas, copleras y copleros, comienzan su canto.

Jujuy es un importante centro de adoración a la Pachamama. Se le rinde culto en toda la provincia pero en Purmamarca, Tumbaya, Valle Grande y toda la puna jujeña es en donde adquiere mayor relevancia.

Uno de los rituales más representativos es el que se celebra en Posta de Hornillo, unos 73 kilómetros al norte de San Salvador, donde funciona un museo que guarda vestigios de las guerras independentistas.

El encargado del lugar, Armando Cañizares, declaró que “esta es una ceremonia que venimos rescatando de nuestros ancestros, quienes la realizaban para pedir prosperidad, que le vaya bien en la cosecha, que gocen de salud. Pretendemos no sólo conservarla, sino también mostrarla y difundirla para que todos participen”.

De acuerdo con el mito, el Dios del Cielo, Pachacamac, esposo de la tierra, Pachamama, engendró dos hijos gemelos; varón y mujer, llamados Wilcas. El Dios Pachacamac murió ahogado en el mar. La diosa Pachamama sufrió con sus dos hijos muchas penurias: fue devorada por Warón, el genio maligno que luego, engañado por los mellizos, muere.

Los mellizos treparon al cielo por una soga donde los esperaba el Gran Dios Pachacamac. El Wilca varón se transformó en Sol y la mujer en Luna. La diosa Pachamama quedó encantada en un cerro. Pachacamac la premió por su fidelidad con el Don de la Fecundidad Generadora.

A partir de entonces desde la cumbre, ella envía sus favores. A través de ella, el Dios del Cielo envía las lluvias, fertiliza las tierras y hace que broten las plantas. Y por ello los animales nacen y crecen.

Caña con Ruda

Otra de las costumbres que se asocian con el Día de la Pachamama, es tomar caña con ruda. La tradición se remonta a los indios guaraníes, que reconocían las capacidades medicinales de la ruda macho, y que era utilizada internamente con éxito contra los parásitos y determinados malestares estomacales.

Además, era usada para calmar el ardor y la irritación de picaduras de bichos y alimañas. El brebaje sirve para “espantar los males del invierno”. La creencia de lospueblos originarios era que en agosto se producían muchas muertes en la población y en el ganado por culpa del frío y las lluvias.

De ahí que nace el refrán “julio los prepara y agosto se los lleva”. Para poder superar este problema crearon el remedio natural donde mezclaron la caña con la ruda.

Algunos toman siete pequeños tragos, otros un trago largo, otros un vaso. Todas las costumbres coinciden en que debe ser en ayunas. La intención es atraer la salud y la suerte y alejar los maleficios.

Más allá de sus bondades medicinales, hay quienes creen que la ruda es una planta que no debería faltar en ninguna casa, pues se la concibe como un verdadero conjuro contra las malas ondas, la envidia ajena y la mala suerte.

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