El Club de ajedrez Zugzwang ya se instaló en el barrio: campeonatos, matches, torneos rápidos y semirápidos. Jesuán Letizia, organizador y coordinador del club – hace un balance de lo que vivieron desde su fundación, el 2 de abril de 2016, hasta la fecha.
Por Mailen Maradei
“Queríamos hacer un club serio con torneos rápidos y semirápidos para los vecinos. Además, logramos que asociaran al club con el deporte y con el barrio por eso propusimos todas estas actividades que fuimos desarrollando en estos meses. A mitad de año, todos los amantes del ajedrez sabían que había un club en el barrio”, cuenta Jesuán Letizia, organizador y coordinador del club de ajedrez Zugzwang, entidad que funciona en la sede del Club Atlético Pueyrredón (Larsen 2843, entre Terrada y Nazca).
Tras lograr este propósito, decidieron participar en matches junto a otros clubes. “Vimos que la gente quería unir otra parte del club; el sentido de pertenencia. Queríamos que la gente que viniera al club de ajedrez sintieran la pertenencia del club y que pueda representarlo contra otro equipo”.
Al cabo de unos meses tuvieron la oportunidad de jugar matches contra clubes fuertes representando al Club Atlético Pueyrredón.
A mediados de año disputaron el primer match contra Vélez Sarsfield (resultado: 7-13) y unos meses después el rival fue Argentinos Juniors (resultado: 8-9). Fueron dos derrotas, en encuentros de ida y vuelta, donde el equipo cumplió una destacada actuación.
“Cuando hicimos el primer match, el lugar nos quedó chico por la cantidad de personas que se querían anotar. Notábamos la necesidad de jugar en la gente. Más allá del resultado, esa experiencia fue buena pero hubo un esfuerzo muy grande en la coordinación”.
Después de jugar contra estos equipos, Jesuán destaca la difusión y el reconocimiento que tuvieron.
El 4 de diciembre el Club de Ajedrez Zugzwang disputó por primera vez – desde su fundación – un torneo por equipos denominado “Copa Ciudad Caseros” en la sede del Club Justo José de Urquiza. Participaron un total de 45 equipos y 153 jugadores.
“Salimos séptimos y pudimos competir con clubes como Boca A y B, Avellaneda Unidos (Racing-Independiente), Vélez y Torre Blanca. Armamos dos grupos”, manifiesta Jesuán y resalta que “había un nivel muy alto de ajedrez”.
Durante este tiempo hicieron torneos en la sede del Club Pueyrredón como la Copa América y las Olimpiadas de Ajedrez. En tanto, los torneos rápidos y semirápidos de los martes y los sábados se mantenían pero la escuela de ajedrez no pudo continuar.
“Vimos que había un desbalance porque la escuela de ajedrez no estaba funcionando tan bien pero si los torneos”, afirma.
Decidieron continuar solo con los torneos y conformaron un ranking con los mejores jugadores de cada partida. “Tomamos un ranking de los candidatos de los torneos cortos – que se realizaron los sábados -, separamos los mejores 16 candidatos y los 16 que iban a entrar en otra categoría y empezamos con torneos clasificatorios”.
En paralelo a estas actividades, recibieron la visita de tres maestros FIDE (título que concede la Federación Internacional de Ajedrez): José Campos, Carlos Bulcourf y Martin Bitelmajer, quienes jugaron partidas simultáneas con las personas que se acercaron ese día al club.
Al recordar todo lo que hicieron durante el año, Jesuán rescata la oportunidad que les dio el Club Pueyrredón que les cedió el espacio para realizar las actividades.
“La recepción fue muy buena. Nosotros hacemos esto porque nos gusta y la gente del Club Atlético Pueyrredón está incondicionalmente con nosotros, entendió cómo era todo y creo que esa fue una de las claves para que pudiéramos hacer estas actividades”.
Y resalta: “Logramos que asocien al club con los torneos de ajedrez. Si nosotros no hubiéramos tenido la confianza y el apoyo del club, esto hubiera sido imposible”.
El costado humano también florece durante la conversación. Jesuán rescata la parte humana de cada torneo y recuerda que el ajedrez es un juego que permite reunir a personas de edades diferentes en una misma actividad y pasar un rato agradable.
“Creemos que este es un club de amigos y venimos a pasar un buen rato. En todas las actividades que hacemos hay un factor fundamental que es el humano donde nos reímos y pasamos la tarde. Todos los torneos que tuvimos se dieron por las relaciones que entablamos”, señala.
En el balance del primer año, el Club Zugzwang reconoce que tiene algunas deudas pendientes. Entre ellas se encuentran la escuela de ajedrez y la posibilidad de realizar más torneos.
“Si tuviéramos la escuela, tendríamos un semillero de ajedrecistas pero no pudimos con todo”.
En el 2017 relanzarán la escuela de ajedrez y seguirán con torneos durante enero y febrero.
Final del Torneo de Candidatos 2016
El jueves 15 de diciembre se disputó la final entre Lucas Ávila y Pablo Molina del Torneo de Candidatos 2016 del Club de ajedrez Zugzwang. “Para nosotros este torneo final es muy importante porque simboliza la final histórica del club de ajedrez”, puntualiza Jesuán.
El Barrio Villa Pueyrredón conversó con Lucas Ávila, quien se consagró en el primer puesto. Ávila comenzó a jugar a los 16 años y se acercó al Club Zugzwang por recomendación de un amigo en común. “Como me gusta hacer cosas nuevas y conocer gente, decidí acercarme y jugar unos torneos”.
Así, decidió participar de las Olimpiadas que se realizaron este año y tras posicionarse en el ranking, llegó a la final.
Para el campeón de ajedrez 2016, este juego es “una herramienta muy interesante para todos” y cuenta que lo atrapó la cantidad de posibilidades que tiene el juego dentro de una partida. “El ajedrez tiene estrategia y táctica”.
A la hora de jugar, Lucas Ávila reconoce que uno de los pilares fundamentales es “estudiar y marcar las piezas ya que generan una diferencia en el juego y mejoran el entendimiento de una jugada”.
“Creo – dice Lucas – que cuando alguien no estudia los principios del ajedrez, el juego se hace bastante azaroso porque hay mucho por abarcar pero cuando lo empezás a estudiar, la técnica mejora aunque la parte del azar siempre está”.