Villa Pueyrredón y el primer autódromo

Autódromo San Martín
10 de julio de 1927, aquel domingo nada detuvo a los curiosos y fans del automovilismo. Los vecinos de Villa Pueyrredón corrieron con doble ventaja: la inauguración del autódromo General San Martín y su cercana ubicación.

Por María Fernanda Gómez

Este rescate histórico llegó en una hoja “sobreviviente” del diario La Prensa. Estuvo guardada por vecinos a lo largo de 94 años. No somos pocos a quienes nos tomó por sorpresa, el descubrir la noticia, sobre aquella apertura majestuosa del primer autódromo del país. Por esto, no dudamos en compartir la largada a toda velocidad, de semejante evento.

¿Dónde estaba exactamente?

El autódromo estaba ubicado entre las calles Savio, Junín, Estrada y Av. de los Constituyentes; pegadito a la actual Gral. Paz, en ese entonces avenida de Circunvalación.

Mapa Autódromo Gral. San Martín

Plano con ubicación del autódromo, archivo AutomóvilSport.com

A falta de drones, en aquel entonces los cronistas del periódico, contrataron un aeroplano para tomar fotografías. Si bien queda en evidencia el deterioro de la página, transcribimos lo publicado junto a la imagen aérea. Interesante fotografía tomada desde un aeroplano, especialmente para “La Prensa” y en la cual se ve el detalle de la gran curva del nuevo autódromo.

Pista autódromo Gral. San Martín

“En el ángulo superior, de color claro, se distinguen construcciones bajas y dispersas, sin arboleda. El terreno fue cedido por César Oliveira. Junto a él, conformaban el grupo de soñadores que con gran entusiasmo, llevaron la faraónica obra a su conclusión: Rufino Luro, Raúl Cogan, Carlos Saint, entre otros. No dudaron que dada la cercanía a la gran ciudad, iba a ser un gran acierto económico y sustentable. También tuvieron lugar, competiciones de bicicletas, motocicletas y los 100 kilómetros con sidecares. En una de éstas, obtuvieron el primer lugar, Miguel A. Fernández, acompañado por A. Swertzmann con un promedio de 103 kilómetros por hora”.

Carrera de Sidecar

Miguel A. Fernández, acompañado por A. Swertzmann (sidecar). Derecha, Angel Requino, vencedor de los 100 kms en motocicleta. Revista Caras y caretas 23/7/1927

Rectángulo con bordes redondeados

La pista era de tierra mejorada, de forma rectangular. En sus cuatro ángulos, por supuesto una curva. Contaba con un vallado perimetral similar a un hipódromo. La pista cubría un recorrido de 3 kilómetros con 16 metros de ancho.

Como puede observarse, en forma gráfica, contaba con una pendiente transversal de 35°, denominado peraltado. Su fin era compensar y contrarrestar la inercia que impele al vehículo salirse hacia el exterior de la curva.

El ingreso: un gran arco de mampostería, con la inscripción “Autódromo General San Martín”. Ambos extremos del arco se apoyaban a paredes pintadas de blanco, conformando así el gran portal. Se hallaba ubicado en la calle Savio (a 8 cuadras de Av de los Constituyentes).

Arco de entrada al autódromo

Ingreso al autódromo. Material fotografico: automundo.com.ar

La primera tribuna era de madera y techada. En la fotografía aérea se lee sobre ésta, las mismas palabras pintadas que en el arco de entrada: “Autódromo…”. Nos recuerda por sus dimensiones al que se encuentra en la Sociedad Rural de Buenos Aires. La segunda, emplazada aproximadamente a unos 50 metros de la anterior, era descubierta. Contaba también, con una torre de control techada.

Pista del autódromo Gral. San Martín

¿Quiénes ganaron y con qué modelos de autos?

El ganador fue Domingo Bucci con un “Hudson”
2do puesto: Próspero Pángaro con una “Bugatti”
3ro Gustavo Fernández con una “Bugatti”
4to Andrés Fernández, “Chiribiri” (marca italiana).

Piloto Domingo Bucci,auto “Hudson”

El ganador Bucci con su acompañante. Revista Caras y caretas 23/7/1927

En esta primera prueba estuvieron presentes 12 autos. La organización fue llevada a cabo por el Automóvil Club Argentino y llevó el nombre de Campeonato de la Hora.

Piloto y play boy

En el mismo circuito corrieron también Ernesto Blanco y Martín de Álzaga Unzué (1901-1982), personaje cuya vida trascendió más allá de los fierros y fama al volante. Macoco, era el apodo de Martín Alzaga Unzué, piloto que no pudo clasificar siquiera por el cuarto lugar aquel 17 de julio. De holgada posición económica, porte “estilo dandy” y un apellido que resonaba desde la época de virreyes.

Llegó a correr en campeonatos internacionales: Cuesta del Faro Biarritz, Gran Premio de San Sebastián”, las 500 Millas de Indianápolis, etc. En artículos publicados, inclusive, el año pasado en medios periodísticos, lo describieron como el último playboy argentino con fama mundial.

La pinta “no” era lo de menos

La foto destaca varias cosas en la grada techada. Una es la presencia del público femenino e infantil, luciendo lo mejor y a la moda. Ellas con el clásico modelo de sombrero cloche. Por otro lado, en primera fila, jóvenes sonrientes que hubieran sido – sin dudas – el galán de una película (muda por aquel entonces) con un pañuelo blanco en el bolsillo del traje. Todos con sombreros y los más chicos con gorra de visera.

Publico en el autódromo San Martín

Antecedentes de carreras antes del autódromo

Las primeras pistas polvorientas, se hallaban en circuitos cerrados y también en hipódromos como el de Palermo (Sociedad Sportiva) o la que existió en Belgrano.

*1904, Hipódromo de Belgrano donde tuvo lugar la primera carrera. Junto con la participación de los 7 competidores se encontraba Marcelo T. de Alvear, futuro presidente de la Nación. En 51 segundos se cubrió la distancia de un kilómetro, a 70 kilómetros por hora.

*1906, Barrio Recoleta con destino final la ciudad de Tigre. El ganador lo hizo en 28 minutos recibiendo un premio de 500 pesos.

*1910, año del centenario de la Revolución de Mayo. El recorrido partió de la Casa Rosada el 4 de marzo pasando por Rosario y destino final Córdoba. Sin autopistas ni peajes, tuvo el acontecimiento un carácter de rally. Caminos aún sin asfaltar, con una geografía acompañada por cursos de ríos y arroyos de carácter competitivo.

Un elefante blanco

El grupo de inversores, no imaginó con precisión los costos elevados de mantenimiento, pues la tierra del lugar no era la más adecuada y varios etc., etc.

Al fin de cuentas, el autódromo cerró en 1931. Existieron posteriores intentos de volver a “reflotar” esa pista, con ciertos cambios y mejoras. Uno de ellos, fue la colocación de petróleo crudo sobre la misma, reponiéndose después de cada carrera. Pero todo fue en vano. Pasarían algunos años hasta que en 1952 se inaugurara, en un día de temperaturas agobiantes, un nuevo autódromo: el “17 de octubre” conocido a la fecha como “Juan y Oscar Gálvez”.

Si recuerdas alguna anécdota que te hayan contado sobre estos hechos, debajo de este artículo encontrarás un espacio reservado para que lo escribas.

A propósito, ¿reconoces en la foto de la tribuna, algún tío abuelo?

Saludos con salud

Autora de la nota María Fernanda Gómez. Tecnicatura en turismo, Universidad del Salvador. Guía de turismo, Instituto Superior Perito Moreno. Ciudad de Buenos Aires.


Fuentes:

blogs.monografias.com/el-buenos-aires-que-se-fue/2011/09/07/el-automovilismo/
www.automovilsport.com/historia/autodromoSM/
Caras y caretas (Buenos Aires). 23/7/1927, n.º 1.503.
Diario La Prensa, 17/7/1927
Magazine virtual “Carburando” 10/7/2018.
www.automundo.com.ar/.

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