“El plan siniestro de la ministra Acuña es arrasar con la escuela pública”

Marcha por la educación en la ciudad de buenos aires
Así lo sostuvo Marcela Colcerniani, coordinadora de la Comisión de Educación y Salud del Consejo Consultivo de la Comuna 12 e integrante de Unidad Barrial Villa Pueyrredón. Recientemente (el martes 25 de abril) participó de la movilización a la legislatura porteña junto a gremios docentes y centros de estudiantes para reclamar más presupuesto, mejoras de las condiciones edilicias y que el Gobierno habilite una mesa de diálogo con los sectores de la comunidad educativa. Mientras tanto, las cuentas públicas porteñas tuvieron un superávit en 2022 de 133 mil millones de pesos.
Por Agustina Cavalanti
Urquiza se Organiza

Presupuestos ajustados, derechos atropellados, soluciones ‘cosméticas’ y mero márketing, son sólo algunas de las expresiones de los sectores educativos movilizados ante la falta de respuestas del Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y la Ministra de Educación de CABA, Soledad Acuña. Entre los reclamos exigen que abran urgentemente canales de diálogos y atiendan sus demandas.

bujinkan illa pueyrredón

Marcha por la educación pública
“Necesitamos ser escuchados”, exclama Marcela Colcerniani, militante y vecina de Villa Pueyrredón, quien desde hace varios años trabaja en defensa de la escuela pública y de la salud pública. Actualmente coordina la Comisión de Educación y Salud del Consejo Consultivo de la Comuna 12. El martes pasado acompañó la “Marcha Educativa” a la Legislatura de la Ciudad convocada por gremios docentes, centros de estudiantes, cooperadoras escolares y familias.

“La movilización fue promovida por lxs jóvenes secundarios y terciarios que convocaron a todos los sectores de la educación, a familias, estudiantes y gremios, porque el plan siniestro de la ministra Acuña es arrasar con la escuela pública”, dice Colcerniani.

El reclamo conjunto se enfoca en que el Gobierno porteño libere más presupuesto, mejore las condiciones edilicias y habilite una mesa de diálogo con todos los sectores de la comunidad educativa.

“Tenemos una gestión en la Ciudad que ‘hace gala’ de su capacidad de diálogo, pero es mentira. No nos escucha, ni Larreta ni Acuña nos escuchan. Cuando nos responden, lo hacen tomándonos el pelo, abordando temas que nosotrxs no planteamos, ignorando los problemas que les venimos señalando y brindando soluciones cosméticas. Los edificios se caen a pedazos”, asegura la militante.

Pero los recortes se sienten, aún más, en las Escuelas Especiales de la Ciudad de Buenos Aires que, desde el año pasado, deben dejar afuera del sistema escolar a lxs estudiantes mayores de 22 años por superar el límite de edad.

“Desde 2022 peleamos por la Escuela Nº 21 Rosario Vera Peñaloza, una escuela tan querida de Villa Pueyrredón, venimos colaborando codo a codo para sostener a las familias y a lxs chicxs ante el atropello en nuestra comuna y en todo el distrito porteño. Larreta y Acuña han impuesto a todas las familias y estudiantes de las escuelas especiales por resolución 155 /2011 mal aplicada, sesgadamente, quitándoles en definitiva el derecho a la continuidad, a la educación permanente a jóvenes y personas mayores de 22 años”, expresa Colcerniani.

Docentes y familias de la Escuela 21
La resolución del Consejo Federal de Educación llama a “definir al corto plazo las transformaciones de las escuelas de educación especial de Formación Laboral en escuelas o centros de educación para adolescentes y jóvenes con discapacidad (franja etárea entre 12/14 años hasta 20/22 años)”.

Pero en su artículo 3, de Educación Permanente para Adultos con Discapacidad, deja sentado que los Ministerios de Educación Provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deberán comprometerse a “impulsar propuestas de formación permanente, a las cuales puedan acceder aquellos/as adultos, a partir de los 20/22 años con discapacidad innata o adquirida que hayan finalizado o no su escolarización formal y precisen un ámbito de perfeccionamiento para incorporar nuevas competencias que les permitan desempeñarse en distintos ámbitos de la vida”.

Marcela Colcerniani y la docente Leonor Luna (que trabaja en la Escuela Especial Nº21 hace más de 20 años), se han puesto al frente para defender la escuela del barrio y organizar a las familias y jóvenes que han sido excluidxs y no pueden pagar una educación privada.

“Nuestra escuela tenía estudiantes que alcanzaban hasta los 36 años. Con este nuevo sistema lxs chicxs quedaron todxs afuera, entonces, empezamos a luchar para volver a recuperar la escuela, esa donde todxs podían preparase para un trabajo, donde podían estar juntxs, viajar, trabajar con la comunidad, hacer otros talleres. Y siempre se lxs esperaba para darles la protección adecuada, el alimento adecuado, porque también tenían un plato de comida, asistencia psicológica. Todo eso se perdió” relata Luna a este portal.

“Vamos a luchar – agrega la docente- estamos desesperados porque la escuela está vacía y lxs maestrxs que el año pasado creían que esto no podía suceder hoy se están convenciendo de que la escuela está vacía, una escuela hermosa con alumnado hermoso y están todxs afuera. Nos entristece muchísimo y necesitamos la colaboración de toda la sociedad”.

Según cuentan Marcela y Leonor, la Escuela Especial Nº 21 tiene, además, problemas edilicios, de infraestructura, de mantenimiento, de ajuste en el presupuesto, recorte de útiles y de elementos para los talleres. De esta manera, sin recursos, truncan la posibilidad de formarse en diferentes oficios.

“Los tiempos de enseñanza, de aprendizaje y de necesidad de sociabilización y contención de las personas de educación especial son diferentes, necesitan otros ritmos, otros tiempos, necesitan educadorxs formadxs en educación especial y eso es lo que Larreta y Acuña les quitan. Necesitamos una verdadera participación del lado de la comunidad educativa y que se haga caso a las demandas de lxs estudiantes de educación especial. El sistema está implosionado por el ajuste permanente y por la negativa a que se habiliten esos canales de diálogo”, enfatiza Marcela Colcerniani.

Y cierra: “Cada uno de los sectores estamos en contacto planteándonos movilizaciones, visibilizar estos temas ante la comunidad, y que se sepa cuáles son las condiciones en las que una política agresiva de parte del gobierno de la ciudad arrincona y quita derechos a aquellos que más necesitan estudiar”.

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