Fútbol mixto en el parque ferroviario, las primeras gambetas entre amigos y amigas

Fútbol Mixto en el parque de Villa Pueyrredón
La Escuelita Deportiva Villa Pueyrredón ofrece prácticas de fútbol mixto, en forma gratuita en el parque ferroviario (Franco y Condarco), los martes desde las 17 horas para niños y niñas de entre 6 y 12 años. “Te llena de entusiasmo todo lo que se vive al verlos a los chicos y chicas aprender y disfrutar de la práctica deportiva”, cuenta el profe Diego Corrales.

Por Juan Manuel Castro

“Cuando vienen, lo importante es que aprendan a patear la pelota y pasarlo bien entre amigos”. Así describe el profe Diego Corrales la práctica de fútbol en la Escuelita Deportiva Villa Pueyrredón, fundada en 2016 por la vecina y referente barrial Vanesa Coria. De forma, libre y gratuita, hay entrenamiento para niños y niñas de entre 6 y 12 años los días martes de 17 a 19 horas en la canchita pública del parque de la estación (Franco y Condarco). Como ya habíamos informado en la edición del mes pasado, también hay básquet mixto, los lunes al atardecer.

“Darle bien a la pelota, posicionarse en la cancha como corresponde, son nociones básicas que se aprenden”, indica Diego, profesor hace seis meses en esta entidad deportiva y social del barrio. “Lo importante es la enseñanza y el respeto al compañero”, enfatiza.

De este modo, resalta la cuestión “recreativa” del fútbol en la Escuelita, que se practica en la canchita pública local “muy a pulmón, pero con el espíritu de ser inclusivos y contemplar todas las realidades de los chicos y chicas”.

“Es un poco de todo”, sintetiza Diego al referirse al combo de incorporar conocimientos básicos sobre un deporte particular y también desarrollar la cuestión ligada a la socialización, a compartir un espacio recreativo por fuera de la escuela, a conocer más personas de la misma edad en una época clave de la vida, como es el paso de la niñez a la adolescencia.

En ese contexto, el profe señala que es muy importante encontrar espacios y distención por fuera de lo que se vive en el ámbito escolar, con los compañeros de grado, en general siempre de la misma edad. “Acá te distendés, es otra cosa, está bueno”, afirma.

“En muchos casos, sus familias no tienen dinero suficiente como para pagar la cuota social de un club o colonia. Acá tienen garantizado un espacio semanal para jugar, divertirse y socializar. Es importante la existencia de lugares como este”, reflexiona.

Por el momento, en la Escuelita hay fútbol recreativo y entrenamiento. En su momento se proyectó realizar una serie de partidos amistosos junto a otros “clubes sin techo”, como se da en llamar a este tipo de instituciones sociales y atléticas, las cuales carecen en el presente de una sede física, ya sea propia o concesionada.

Para Diego esto se debe a que “en algunos casos hay nenes más chicos, los niveles son distintos, es complicado llevarlo a lo que es hacer partidos ante la falta de una liga o criterio común básico, siempre está el riesgo de que se lastimen o lesionen. Por ahora lo dejamos en recreativo, donde priorizamos este tipo de aprendizaje inicial”.

El profe destaca la colaboración de las familias y el apoyo constante que brindan para la Escuelita, ya sea con donaciones o con su presencia. En tanto, hace notar que en el parque de la estación de Villa Pueyrredón la cancha pública de básquet cuenta con una infraestructura más que adecuada para la práctica principiante y amateur. Esto es un contraste con lo que ocurre con la de fútbol, sobre la cual hace algunos señalamientos, a la espera de que pueda haber mejoras por parte de las autoridades locales.

“La cancha de básquet esta bárbara y en la de fútbol hay tierra a los costados, te raspás por el suelo áspero, las dimensiones son chicas, no tiene las áreas marcadas. Es una diferencia importante”, hace notar sobre aspectos negativos que aportan complicaciones al entrenamiento semanal con los chicos y chicas.

“La cancha entera debiera tener un piso nuevo, parecido a la de básquet. Hay furor por el futsal en el presente, estaría bueno que se aproveche esa envión y hacerse eco mediante obras que mejoren la cancha pública”, razona.

“El tema es que llueve y al otro día sale el sol. Podés hacer la práctica, pero a los costados hay barro, es un tema, te ensuciás todo y siempre corrés el riesgo de patinarte”, menciona.

En cuanto a su historia personal, Diego cuenta que juega al fútbol desde los dos años, hoy tiene 37. “La pelota era el único juguete que tenía y le daba todo el día. De grande jugué en campeonatos de 11 y de 5. Ahora integro el equipo senior de Futsal en All Boys”.

“Después de años de jugar y jugar, empecé a pensar en llevarlo de otra forma. Se me ocurrió enseñar y transmitir lo que había aprendido. El novio de mi prima estaba terminando el curso de técnico en la Escuela de Formación en Dirección Técnica de Fútbol. Me comentó cómo era y decidí hacerlo yo también, fueron ocho meses donde aprendí muchas cosas”, recuerda.

“Esta bueno el curso, hay jugadores profesionales que estaban con nosotros, nos enseñaron un poco de todo, el trato con los jugadores, el tema físico, lo futbolístico”, destaca sobre lo positivo de la experiencia. Asegura que más adelante hará otros estudios complementarios.
Cuando estaba por terminar el curso, se produjo el acercamiento de Diego a la Escuelita de Villa Pueyrredón, de una forma de lo más inesperada: “A la vuelta de mi casa tengo un almacén, siempre hablo con el almacenero y él me contaba que su hijo iba a la Escuelita. Yo le conté del curso, él me habló de Vanesa y todo el trabajo en la Escuelita. Me puse en contacto con ella, justo se dio que se iba un profe, así que me incorporé”.

Para Diego es su primera experiencia. “Sentís un montón de cosas, ahí te das cuenta que te importa lo que estás haciendo, si no te daría lo mismo y no es por ahí. Fue un proceso hasta entrar en confianza, luego fue genial con los chicos y chicas. Cuando me decían profe fue muy emocionante. Nunca antes me habían dicho así. Fue muy loco. Me están diciendo a mí, me repetía. Te llena de entusiasmo todo lo que se vive al verlos a los chicos y chicas aprender y disfrutar de la práctica deportiva”, concluye.

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