La Legislatura porteña aprobó un proyecto que solicita al Gobierno de la Ciudad que “arbitre las medidas necesarias para habilitar y dar apertura para uso público al predio conocido como Parque Agronomía”. Obtuvo 46 votos favorables y 4 abstenciones de los bloques de izquierda.
(EBVP) El Movimiento Agronomía Abierta, que reúne a residentes de Agronomía, Villa del Parque, Barrio Rawson, La Paternal, Parque Chas, Villa Pueyrredón y Villa Devoto, fue impulsor del proyecto que solicita al Gobierno porteño que “arbitre las medidas necesarias para habilitar y dar apertura para uso público al predio conocido como Parque Agronomía”.
Esta iniciativa parlamentaria ingresó a la Legislatura el 26 de abril con las firmas de las legisladoras Laura Velasco, Lucía Cámpora, Claudia Neira y Cecilia Segura, y de Santiago Roberto, integrantes del bloque del Frente de Todos. Fue aprobado en las sesión de ayer jueves 17 de junio con 46 votos a favor, y 4 abstenciones provenientes de los bloques Izquierda Socialista – Frente de Izquierda Unidad; Frente de Izquierda de los Trabajadores – PO y Autodeterminación y Libertad.
En este parque de 60 hectáreas, tercer pulmón verde de la ciudad, funcionan las Facultades de Agronomía y de Veterinaria. Permanece cerrado al público por disposición de la Universidad de Buenos Aires desde el aislamiento obligatorio decretado en marzo del año pasado.
“Es de vital importancia para miles de habitantes de los barrios de Paternal, Agronomía, Villa Del Parque, Villa Devoto, Villa Pueyrredón y Parque Chas, que hacen uso de él como espacio de contacto con la naturaleza y esparcimiento” señalaron desde el movimiento vecinal. En los fundamentos del proyecto se destacó “la funcionalidad e importancia que han adquirido los parques y espacios verdes en un contexto de pandemia” y que “los espacios cerrados son considerados como uno de los medios con más posibilidades de generar contagios de COVID-19”.
Ante la escalada del pedido de apertura, Marcela Gally y Adriana Kantolic, decana y vicedecana, respectivamente de la Facultad de Agronomía, argumentaron que el cierre fue por la imposibilidad de controlar el ingreso y permanencia, y cumplir con los protocolos aprobados. “El ingreso de una mayor cantidad de personal, estudiantes o de público pondría en riesgo la continuidad de las actividades prioritarias de docencia e investigación, que son esenciales para la institución y hoy lo son más que nunca” señalaron.
El conflicto entre vecinos y vecinas y las autoridades de la Universidad de Buenos Aires se da en este marco especial de pandemia, pero en el 2019 también hubo quejas y reclamos por la clausura de dos ingresos al parque, que eran muy utilizados.
Uno de los accesos se encuentra aledaño a la estación Arata del tren Urquiza, vital para el acceso al tren sin tener que circundar todo el predio por las avenidas Chorroarín y Beiró; y el otro está en la calle Zamudio, conexión que el predio mantuvo por casi 100 años con el Barrio Rawson. Desde la Facultad argumentaron problemas de seguridad.
Un parque, una necesidad vital
El higienista Guillermo Rawson, allá por el año 1874, soñó con un Gran Parque del Oeste que incluía las tierras del ex Albergue Warnes, del cementerio de la Chacarita, de las facultades de Agronomía y Veterinaria, del hospitales Alvear y el Tornú, de los Clubes Arquitectura y Comunicaciones, del Instituto de Oncología Ángel H. Roffo, entre otros inmuebles.
Señaló en ese entonces: “un parque es, no digo conveniente, es una necesidad vital (…) para salvar de las epidemias y de la mortalidad excesiva a esta población destinada a ser tan extensa en el porvenir”. Y el provenir trajo la pandemia del virus Sars-Cov-2, y la necesidad de espacios al aire libre para la recreación y el encuentro social, hoy escasos en la ciudad.