Las Bibliotecas Populares en estado asambleario ante la guadaña anarcocapitalista

Bibliotecas Populares
La Ley Ómnibus enviada al Congreso Nacional por el presidente Javier Milei arrasa – entre tantos otros temas – con todo lo vinculado a lo cultural a lo largo y ancho del país. En particular afecta a las bibliotecas populares nacidas al calor de una ley sancionada el 23 de septiembre de 1870, impulsada por Domingo Faustino Sarmiento.

Por Ignacio Di Toma Mues

La guadaña – herramienta que blande la muerte en su simbología – del presidente Milei y su gobierno anarcocapitalista corta cabezas en todas las esferas del quehacer nacional. En lo cultural desfinancia al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales y al de la Música; además deroga las leyes que dan existencia al Instituto Nacional del Teatro y al Fondo Nacional de las Artes.

Y también afecta a las bibliotecas populares de todo el país, que funcionan como asociaciones civiles sin fines de lucro. Durante la presidencia de Domingo Sarmiento, en septiembre de 1870, se promulgó la Ley 419 que crea la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares. Su objetivo fomentar la creación y el desarrollo de las bibliotecas populares que difunden el libro y la cultura.

En la mayoría de los barrios porteños fueron creadas por sociedades de fomento. En Villa Pueyrredón en 1916 nace la Biblioteca General Pueyrredón y en 1927 la Biblioteca Popular Pueyrredón Sud.

Bibliotecas de todo el país en estado de asamblea

La Confederación de Bibliotecas Populares de Argentina manifiesta, en un comunicado, su rechazo categórico “al cercenamiento de recursos financieros que la Ley Bases y Puntos de Partidas para la Libertad de los Argentinos ejercerá sobre la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) y la desarticulación de sus estructuras internas”

Y explica que la CONABIP está regulada por la Ley 23.351, sancionada en agosto de 1986, que además estipula beneficios fiscales “que son ínfimos en el Presupuesto Nacional, pero vitales para el funcionamiento de las Bibliotecas Populares, como son la tarifa reducida en Correo Argentino, reducción en tarifas de servicios públicos –Electricidad, Gas, Teléfono-, no tributación de impuestos nacionales a la propiedad privada, subvención para el mantenimiento de edificios y compra de libros”.

Y advierte que “el presidente y su coalición de gobierno quieren suprimir estos beneficios, orillando a cientos de bibliotecas a su cierre en pocos meses”.

Por otro lado, dan cuenta que los impuestos a los grandes premios de lotería “lejos de derogarse, sólo dejarán de ser destinados al Fondo Especial para Bibliotecas Populares, lo cual representa más del 60% de los ingresos de las Bibliotecas, que se traduce en Conectividad, Programas de Conservación de Patrimonio Histórico y Cultural de nuestros pueblos, y nos permite anualmente asistir a la Feria del Libro donde, con total Libertad e Independencia, nuestros bibliotecarios adquieren a un precio subsidiado libros de todo tipo, para millones de lectores, muchos en los confines de la Patria”.

Resaltan en este texto que la “guadaña” libertaria afecta a la industria del libro, en el sector más débil, poniendo en riesgo “el Programa Libro % que nos permite comprar libros con 50% de descuento al derogarse la Ley 25.542 que protege a los lectores de la voracidad de grandes grupos editoriales”.

También se elimina – expresan en su comunicado – “el Museo, Archivo y Biblioteca del Movimiento Obrero Argentino que testimonia la evolución histórica de la lucha obrera en la Nación. Se elimina también la Ley 14.800 que protege de demoliciones a teatros, siendo en el país muchas bibliotecas a la vez cine teatros”.

Un tema no menor es la estructura de gobierno de la CONABIP. El gobierno de Milei destruye el carácter representativo y federal “al eliminar la Junta Representativa, donde las Bibliotecas Populares de las provincias y la Capital Federal hacen oír su voz ante la Comisión, que de ahora en más solo será manejada por funcionarios directamente nombrados por el presidente de la Nación garantizando el silencio cómplice ante el pronto cierre de cientos de bibliotecas”.

Como bien dice el comunicado de la Confederación de Bibliotecas Populares de Argentina, en la Ley Ómnibus se incluye la derogación de la Ley 25.542, sancionada en el año 2001, y que establece que “los editores, importadores o representantes de libros deberán fijar un precio uniforme de venta al público o consumidor final de los libros que edite o importe”.

En su artículo 4°, inciso b, fija que los descuentos podrán ser de hasta “un cincuenta por ciento (50%) cuando los adquirentes sean el Ministerio de Educación, la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), y otros organismos públicos, que realicen compras para ser distribuidas en forma gratuita a instituciones educativas, culturales y científicas, o a personas de escasos recursos. En tal caso, los ejemplares llevarán inscripta la constancia de que su venta está prohibida”.

De esta manera también se pone en peligro al sector más pequeño de la industria del libro, entre ellos a las editoriales y librerías independientes.

Así lo explicaba a TELAM Víctor Malumian, editor en Godot y co-fundador de la Feria de Editores: “uno de los malentendidos más comunes es que si se elimina la ley de precio único el promedio cae, lo cual ha resultado falso en varios países. Lo que sucede es que en un principio vemos ofertas de los grandes jugadores que pueden acceder a comprar mayor cantidad de unidades, por ende, con mayores descuentos, y trasladan ese descuento al público. Ganan cuota de mercado, reducen drásticamente a los pequeños jugadores hasta hacerlos desaparecer y luego vuelven a subir los precios. Es decir, a mediano plazo, no funciona”.

Bibliotecas Populares de Villa Pueyrredón

El 21 de marzo de 1920 se funda la Sociedad de Fomento Pueyrredón Sud en la calle Sud América 4851, la actual Gral. Artigas; y en 1927 la sociedad de fomenta crea su biblioteca popular, siendo su primer Director y Bibliotecario Don Enrique Mobili. Desde el año 1964 hasta la fecha la sede está ubicada en la calle Bolivia 4801.

Para recaudar fondos para la creación de la biblioteca, la sociedad de fomento organizó el domingo 30 de julio de 1922 una jornada inusual y novedosa para la escasa población de Villa Pueyrredón. El principal atractivo fueron los vuelos que realizó con su aeroplano Airco de 100 HP, el capitán inglés S. H. Holland. Se utilizó como pista la quinta del Sr. Milone, situada en Av. De los Constituyentes y Pareja. Los vuelos se realizaron por la mañana y por la tarde.

Los pasajeros que se animaron a subir, surcaron los aires en un breve paseo por los alrededores, en esa frágil máquina de dos asientos impulsada a hélice. Pagaron una tarifa de 10 pesos. Lo recaudado se destinó, un 70% para beneficio de la futura biblioteca (Biblioteca Popular Pueyrredón Sud), y el restante 30% para solventar los gastos de los vuelos.

La Biblioteca Popular General Pueyrredón está ubicada en cercanías de la Plaza Alem y la Iglesia Cristo Rey. Tiene 107 años de historia y está ubicada en la calle Cochrane 2334, entre Zamudio y Caracas. Fue fundada por la Asociación Vecinal Pueyrredón Norte el 16 de junio de 1916. La fecha de su creación está registrada en un documento del año 1941 de la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares. Por su arquitectura es conocida en el barrio por la “Casita de Tucumán”.

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