“Lo grotesco tiene que ver con una manera contrastante de repasar esta historia”

“Vidé/ la vuelta móvil” en el teatro El Alambique


Los viernes de octubre se presenta en el teatro del Centro Cultural El Alambique (Griveo 2350) “Vidé/ la vuelta móvil” de Vicente Muleiro, basada en el libro “El Dictador”, una investigación sobre Videla realizada por María Seoane y el propio autor de la obra. Los actores Carlos March y Carlos Vignola nos cuentan sobre esta pieza teatral que aborda esta tragedia argentina desde el humor.

Por Ignacio Di Toma Mues

“¿Es digno, posible, aceptable, digerible que las zonas más lacerantes de nuestra historia reciente sean abordadas con humor? Mi respuesta es: sí. El grotesco es una selva oscura donde, para dar con una certidumbre, se necesita de la risa; un modo particular de transitar las más recónditas miserias de lo humano”. Así se manifestó Vicente Muleiro, autor de “Vidé/ la vuelta móvil” en el año 2014, en ocasión del reestreno de su obra bajo la dirección de Norman Brisky en el Teatro Calibán. En esa oportunidad Marcelo D’Andrea representó a Videla y Carlos March a Biondi, un bufón, un cómplice necesario.

Tres años después, Carlos March encarna nuevamente a Biondi y se pone al hombro la dirección de la obra y Carlos Vignola debe ponerse la máscara del dictador. En el bar del Centro Cultural El Alambique dialogamos con ellos, momentos antes del inicio de los ensayos.

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“Yo no había visto la obra” asegura Vignola. “Hablé con Carlitos (March) y me interesó mucho el proyecto y lo considero un desafío desde todo punto de vista. Un desafío actoral, un tema que todavía lamentablemente está candente y, cada vez más, parece que todo vuelve. Es importante desde nuestra parte seguir hablando de eso, de seguir hablando de lo que pasó, de crear conciencia. Yo no sé hasta qué punto el teatro modifica, yo creo que sí, por lo menos diría que hace reaccionar”.

Su papel encarna a uno de los verdugos de la mayor tragedia argentina contemporánea. Carlos Vignola menciona una frase de Norman Briski: “Tenemos derecho a burlarlos”. Le preguntamos si la obra se burla de Videla o lo que representaba él en la dictadura, Vignola asegura que es un poco de las dos cosas.

“No se puede separar una de la otra, fue el emergente de toda una época, de todo un momento, de toda una sociedad… es presentar lo patético y lo grotesco que fue todo en esa época y que sigue siéndolo ahora. Uno, como actor, juega a hacer de otro, a ponerse en la piel de otro, a jugar con este personaje y por ahí no tanto tomarlo de verdad como Videla, sino como un personaje de ficción”.

El rol de la sociedad en aquellos años tampoco puede dejarse de lado. Ante la pregunta de si la obra interpela a la gente más grande, a los que estuvieron y a los muchos que avalaron lo que sucedió, Vignola hace un largo silencio antes de contestar. “Y, te deja cierta reflexión, cierta visión diferente, o cierto recordatorio de lo que fue. Porque la gente grande, de nuestra edad, que vivió esa época la pasó muy mal, la pasamos muy mal, pero también hay gente que la vivió y no la pasó tan mal y también sigue habiendo gente que justifica”.

El grotesco, una manera de abordar el humor, decía Carlos March cuando estrenó la obra en el Teatro Calibán. Su personaje, un bufón irónico, sarcástico y patético a la vez. Desde su doble faz de actor y director, nos cuenta cómo aborda la obra. “Es un grotesco, la única manera que podría abordar este tema, no me interesaría hacerlo de una manera naturalista. Porque ya sería como meter el dedo en la herida, como una auto-tortura”.

March nos dice: “Cómo hacés para contar una historia a un público que no sabés cuál es el color ideológico, que puede ser variado, porque cada uno lo va a ver desde su punto de vista”. Y agrega “lo grotesco tiene que ver más que nada con una manera contrastante de repasar esta historia y con una mirada, además, muy intuitiva del autor”.

La primera versión de la obra se estrenó en 2009 (con el nombre de “Vidé/ la cinta fija”) y luego de la muerte de Videla, y su adaptación por este suceso, la reestrenaron con la dirección de Norman Brisky en el año 2014. “En el programa va a figurar esa parte de la historia, de los ensayos de la segunda versión, que Norman decía medio como en broma, medio en serio, dentro de unos años van a querer volver a colgar el cuadro. Y nosotros decíamos no jodas Norman, no jodas. Y acá tenés la realidad. Entonces hay una reformulación de la obra”.

Y nos habla de sus sensaciones. “Entendíamos realmente por dónde tenía que pasar el burlarse. Era la única manera de exorcizar la parte más profunda y la parte más densa de la obra”. Hoy a Carlos March le toca dirigirla, además de actuar. “Lo que estoy haciendo es tratar de poner arriba del escenario lo que hizo Norman, estoy autorizado por él, respetando todo lo que puedo el espíritu de lo que es la obra, por lo que él hizo, lo que hicimos, pero digamos que él terminó de moldear el producto”.

Sobre su nuevo compañero, asegura que Vignola es el 50 % de la obra. “La obra se sostiene por el trabajo en conjunto de ida y vuelta, es un ping pong permanente. Es muy placentero, paradójicamente, muy placentero hacerlo. Ahora lo digo yo, él se va a dar cuenta, espero que se dé cuenta, lo estoy convenciendo”.

Hay que aceptar ser Videla o por lo menos representarlo, decimos, y ellos reconocen que una obra sobre Videla tiene sus prejuicios que son entendibles. En “Vidé/ la vuelta móvil”, nos cuentan, Videla está muy preocupado por cómo va morir, que su muerte sea una muerte digna y una muerte que lo lleve a la gloria. Y el relato se inicia cuando comienza su carrera militar.

Sobre Biondi, el otro en escena, March nos explica que en principio la historia estaba escrita para muchos personajes: “Norman (Briski) quería llevarla a la ex ESMA y hacerla ahí con un batallón de militares y con tanques, con Falcon y con todo. Él quería hacer una súper producción y terminó no pudiéndose hacer y cuando Vicente (Muleiro) le dijo yo quiero que vos la dirijas igual o algo así, se le ocurrió escribirla para un solo personaje”.

“Dos actores. Uno, Videla, y el otro son los otros que Videla necesita para confirmar su accionar letal, que en un solo actor deviene multi-individuaciones maniqueas” a decir de Norman Briski. ¿Por qué Biondi?, preguntamos ¿tiene algo que ver con la contracara del cómico naif?, el Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

“Está puesto justamente en eso – asegura Carlos March – lo que hay atrás de esa supuesta cara popular y receptiva por la civilidad. Todo lo que está por atrás está en esta obra y es toda una trama de la complicidad que lo va acompañando en tanto y en cuanto Vidé va pasando por su memoria todos los personajes de su vida y él (Biondi) lo único que hace es acompañarlo y que vaya adonde tiene que llegar, hasta la puertita del cementerio, mientras tanto saca su propio rédito. ¿Cuál fue la conveniencia de que estuvieran estos tipos en el poder? Es el día de hoy que siguen diciendo tendrían que volver y dar mano dura. Hay mucha gente, no es la mayoría pero…”.

Es inevitable traer a la conversación el tema de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, y preguntar por qué una parte de la sociedad la justifica. March nos deja la respuesta en suspenso: “si vos ves la obra y sobre todo el final, que no lo vamos a decir, vas a tener una respuesta por lo menos desde el planteo de la obra. Una respuesta no certera pero sí por lo menos te va hacer reflexionar sobre esta pregunta y cada uno le pondrá la respuesta que quiera”.


Centro Cultural El Alambique, Griveo 2350, Villa Pueyrredón.
“Vidé/ la vuelta móvil” viernes 6, 13, 20 y 27 de octubre a las 21.30 horas.
Reservas en: www.teatroelalambique.com

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