“Mi taller no es de rehabilitación
pero resulta terapéutico”

SALUD COMUNA 12 |
Gloria Solarz, coordinadora del taller “Inteligencia del Movimiento” |

El Taller “Inteligencia del Movimiento”, a cargo de Gloria Solarz, comenzó su séptimo año en el programa de talleres gratuitos del Centro de Salud de Villa Pueyrredón (conocido como la “salita de Terrada”). Un espacio que invita a conectarse con la expresión corporal.

Urquiza se Organiza

Por Mailen Maradei

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“Cuando comencé con el taller, lo llamé de Trabajo Corporal. Luego, lo cambiamos por ‘Huesos para la Vida’ que lo propuso una alumna del espacio porque me dijo que los huesos eran importantes para ella. Este año, lo denominamos Inteligencia del Movimiento porque la creadora de este programa me pidió que lo nombrara de esa forma”, comenta Gloria Solarz.

Este taller se dicta en el Centro de Salud – ubicado en Terrada 5850 – desde el año 2012 y está basado en un método de enseñanza diseñado por Moshé Feldenkrais, físico israelí que, a partir de una lesión que sufrió en sus rodillas, pensó una forma para mejorar el movimiento.

“Este método – relata Gloria – Moshé Feldenkrais lo aplicó en Europa con personas que tenían grandes dificultades, como problemas neurológicos graves, y después en Israel y EE.UU. Él diseñó este método corporal para que cada persona pudiera cambiar algo en sus hábitos de movimiento a través de la conciencia de su imagen corporal. Los hábitos del movimiento son las costumbres que tienen los músculos de contraerse de determinada manera y nuestro cuerpo de organizarse para realizar determinadas acciones”.

Gloria participó de seminarios con Ruthy Alon, discípula de Feldenkrais, quien creó una serie de programas basados en el método de su mentor para incidir en el fortalecimiento de los huesos.

Tras luchar contra una escoliosis que le producía mucho dolor, Gloría intentó de todo. Natación, yoga, osteopatía hasta que descubrió la expresión corporal y el método Feldenkrais.

“Una profesora de expresión corporal había hecho un seminario del método Feldenkrais y me recomendó que lo hiciera. Me entusiasmé tanto que durante años lo hice dos veces por semana. Luego, me dio ganas de enseñarlo a mí”, recuerda.

“Inteligencia del Movimiento” es un espacio para mejorar la flexibilidad, la alineación del cuerpo y la estabilidad. Gloria trabaja con un arnés, una tela de siete metros donde cada persona se envuelve y realiza diferentes ejercicios para fortalecer las articulaciones.

“Hacemos ejercicios donde hay que rebotar con los talones envueltos en el arnés para mejorar la alineación del cuerpo y de la columna vertebral. A eso lo llamamos rebote que implica ejercer una fuerza un poquito mayor a nuestro peso sobre el piso y por reacción, nos devuelve la misma fuerza que ejercemos sobre él, esa fuerza circula por nuestro cuerpo hasta la cabeza. La envoltura en la tela también asegura que vamos a estar bien alineados”, explica Gloria.

Para realizar estos movimientos, también trabajan con colchonetas. En ese sentido, Gloria señala que es muy importante que cada alumno traiga la tela y una colchoneta. “El salón en el que trabajamos es grande pero no tenemos suficiente cantidad de colchonetas para acostarnos en el piso por eso yo le estoy pidiendo a la gente que si tienen, se traigan sus propias colchonetas y la tela”.

Al taller asisten personas con artrosis o dolores en las articulaciones. Sin embargo, las clases están abiertas para todo tipo de público porque comprenden movimientos que no requieren esfuerzo. Además de utilizar el arnés, también hacen pequeñas caminatas por el lugar o rebotes con los talones y todo tipo de movimientos para fortalecer las muñecas y las rodillas, zonas frecuentes donde se desarrolla la osteoporosis.

“Cada conjunto de movimientos se llaman procesos que empiezan y se van complejizando a lo largo de la clase. De a poquito, las personas se van flexibilizando y van comprendiendo con su cuerpo el movimiento”, cuenta Gloria.

Este no es un taller de rehabilitación ni sirve para calmar dolores específicos ya que tiene un enfoque somático, pedagógico e integrador. “Los movimientos no son específicos solo para una parte del cuerpo pero hay movimientos que sirven para flexibilizar y calmar dolores”, sintetiza y aclara: “mi taller no es de rehabilitación porque yo no vengo del área médica ni terapéutica, soy docente pero resulta terapéutico”.

Según afirma Gloria, la clave para lograr flexibilidad en el cuerpo es la continuidad. “Es muy importante que los usuarios tengan continuidad y que vengan una vez por semana porque en cada clase se comprende más este programa de movimiento. Además, nos metemos con los hábitos de las personas y les brindamos otras opciones de movimiento que le pueden ofrecer mayor bienestar”, señala.

“El primer año, venían una o dos personas y yo seguía yendo todos los lunes. Después, se fue haciendo conocido por la publicidad que hacen Verónica Delrío y Romina Caputo – coordinadoras generales de los talleres – a través de Facebook y los comentarios de los alumnos”.

El taller ya tiene un grupo de alumnos que asiste regularmente y se dicta todos los lunes de 15.30 a 17 horas. “La gente me comenta que siente menos dolor o se siente mucho más liviana al caminar”, afirma Gloria y agrega que este año se anotó mucha gente. “Todos los alumnos no tienen la constancia de seguir viniendo cada semana pero hay un grupo que concurre hace años”.

Actualmente el taller completó sus vacantes, pero Gloria puntualiza que se arman listas de espera en el centro de salud. Y, en caso de que se desocupen vacantes, se realiza un llamado a las personas que están en la lista y se los invita a participar.

Inscripción personalmente los días jueves de 15 a 17 horas.
Lugar: Servicio Social (por la tarde). Terrada 5850 (altura Av. Albarellos 2700/2800)

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