El 15 de diciembre se cumplieron 90 años del acto de Erección Canónica de la Parroquia Cristo Rey y el 25 de diciembre de la primera misa. Todo comenzó en una carpa, luego la capillita de chapa de zinc y finalmente el templo actual de estilo neoromántico. En esta nota una reseña de sus inicios extraídos del libro “Cristo Rey. Lugar de oración y encuentro fraterno en Villa Pueyrredón”, iniciativa editorial a cargo de Juan Carlos Gastaldo.
Por Ignacio Di Toma Mues
En el mes de diciembre la comunidad de la Parroquia Cristo Rey está de fiesta, no solo por la celebración de la natividad de Jesús, sino por los 90 años de la Erección Canónica, el 15 de diciembre de 1931, y la realización de la primera ceremonia religiosa el 25 de diciembre de ese mismo año. Cabe señalar que la definición de Erección Canónica corresponde “al proceso de construcción y fundación de un recinto religioso de acuerdo con las prescripciones generales de una comunidad eclesiástica”.
Los terrenos, donde hoy está emplazado el templo y el Colegio Nuestra Señora de Luján, fueron donados por el rematador Virginio Luchetti el 28 de mayo de 1927. “Se trata de cinco terrenos (cuatro de ellos de 10 varas y otro de 12,56 varas, con una superficie de 1836,64 varas cuadradas) con frente sobre la calle Zamudio a la altura de Zamudio 5500, entre Cochrane y Larsen. En el plan de loteo del barrio la manzana en cuestión llevaba el número 64” refiere el libro “Cristo Rey. Lugar de oración y encuentro fraterno en Villa Pueyrredón”, en su relato de la historia de la parroquia.
En ese tiempo ya se había inaugurado la Plaza Alem (el 25 de mayo de 1921), delimitada por Sudamérica (desde 1919 Artigas), Larsen, Zamudio y Cochrane. Estas parcelas habían sido ocupadas hasta entonces por los hornos de ladrillos de Milani y Delpini.
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Cuenta Juan Carlos Gastaldo, que la piedra fundacional de la primitiva capilla de chapa bajo la “advocación de Cristo Rey” se colocó el 28 de octubre de 1927 como anejo (iglesia sujeta a otra principal) de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Villa Urquiza. Participó de la ceremonia el arzobispo de Buenos Aires, monseñor José María Bottaro. El Centro Católico de Cultura y Progreso de Villa Pueyrredón,creado el 28 de agosto de 1926 – dice Gastaldo -, jugó un papel muy importante.
Foto: Colocación de la piedra fundamental de la capilla de chapa el 28 de octubre de 1927 por monseños José María Bottaro, arzobispo de Buenos Aires.
Además, señala, que esta capilla comenzó funcionando en una carpa que era prestada por el Instituto de Agronomía. “Era retirada y transportada por los jóvenes del Centro Católico Cultura y Progreso de Villa Pueyrredón todos los sábados por la tarde y colocada en el terreno que actualmente ocupa el templo”. Luego de la ceremonia religiosa, los domingos por la mañana, se la retiraba para devolvérselas a sus dueños.
Vecinos y jóvenes del centro católico hacían guardia el sábado a la noche para custodiar la carpa, y los elementos de culto, como las vajillas, ornamentos, vasos sagrados, se guardaban en la casa de la señora Magdalena de Mainetti, que vivía en Zamudio 5468.
Foto: Misión realizada en Villa Pueyrredón en una carpa en 1930
El 10 de diciembre de 1927 se crea una comisión con el fin de reemplazar la carpa por una capilla de material. “Como no podía la carpa seguir cobijando a los fieles que cada día iban en aumento, se resolvió levantar una capilla provisoria de chapas de zinc, hasta poder recolectar fondos para la construcción del Templo” señalaba una crónica de la Fundación del Hogar Dámasa Zelaya de Saavedra que se toma como referencia en el libro.
Con las limosnas que se fueron recolectando se pudo comenzar la obra, y con ladrillos y piedras se construyó la vereda. “Toda la construcción de la capilla la hicieron los Congregantes de Marianos trabajando durante la noche”. Esta capilla de chapa tenía seis metros y medio de frente por dieciséis de fondo con entrada por Zamudio 5525, esquina Cochrane.
Estos primeros pasos, “Cristo Rey” los dio bajo la guía del padre Vicente Sauras. La Madre Nazaria Ignacia, escribió en su diario: “los primeros días de enero (1931) tuvimos la triste noticia de que el R.P. Sauras abandonaría a su rebañito porque la obediencia lo mandaba a evangelizar al Paraguay. Fue general el sentimiento de perder tan gran apóstol”
Haciendo una pausa en este relato, queremos destacar que el 26 de enero de 2018 el papa Francisco autorizó la santificación de la madre Nazaria Ignacia March Mesa. Pero esta es otra historia.
La capilla de Cristo Rey
Foto: Altar de la Virgen María en la capilla de chapa anterior a 1931
Para la construcción de la capilla, en junio de 1929, se lanzó una campaña para la recaudación de fondos. Se visitaron unos cien domicilios “la mayor parte de gente pudiente” y se recolectó 942 pesos. Dos años después, el 2 agosto de 1931, el Círculo Católico de Villa Pueyrredón aprueba el plano de la obra de la parroquia presentado por el futuro cura de Cristo Rey, padre Carmelo Mazzacaro.
“Plano que la comisión formada por el Rdo. padre Mazzacaro y los señores Héctor Giretti, José Filippini y Orestes Pelagatti fue llevado a observación de los Rmos. Mons. Copello y Roca” detalla un crónica del Círculo Católico. El monseñor Santiago Luis Copello era Vicario General de la Arquidiócesis de Buenos Aires.
La obra constaba de un salón de ocho metros por veintitrés, con sacristía y la casa parroquial “la que estará en condiciones de una pronta ampliación” aseguraban. Se inició el 3 de septiembre de 1931 bajo la dirección de la empresa Musolino y Baistrocchi, que se encargaron de hacer en forma gratuita la confección de los planos, los trámites municipales y el asesoramiento.
Las empresas proveedoras de cemento, arena, maderas, ladrillos, mosaicos, entregaron estos materiales a precios muy bajos. Hubo donaciones individuales que sumaron unos 35 mil ladrillos y también pintura. “Los yeseros, herreros, carpinteros han contribuido también con algo” señala un informe de la subcomisión de edificación de la capilla.
Hacia el templo actual
Foto: Colocación de la piedra fundamental del actual templo parroquial el 30 de mayo de 1936 por monseñor Copello
A mediados de los años ’30, el párroco de Cristo Rey, Carmelo Mazzacaro, intercedió ante su amigo, el arzobispo de Buenos Aires, Santiago Luis Copello, para que solventara la construcción del templo que sería el definitivo. La piedra fundamental se colocó el 30 de mayo de 1936 con la asistencia de Monseñor Copello.
Las obras comenzaron en junio de 1936 y se inauguró el 29 de octubre de 1938. Como el terreno donde se iba a levantar la actual Iglesia era insuficiente, se compró un terreno contiguo que tenía frente sobre Cochrane 2375. Hoy es parte del Colegio Nuestra Señora de Lujan.
“En 1936 monseñor Copello destina los fondos para la construcción, aunque los mismo fueron insuficientes para concluir la obra” se relata en el libro “Cristo Rey”. Y cuenta que los revestimientos y el piso se pagaron con los aportes de la comunidad. “Aportando 6 pesos se contribuía con un metro cuadrado de revoque”. El altar mayor y los dos altares laterales se construyeron gracias al legado de Marcó del Pont.
El diseño estuvo a cargo del prestigioso arquitecto Carlos C. Mazza, inspirado en el estilo romántico (estilo neorománico tardío), sobre una planta de 40 metros por 18 metros, con tres naves, altas galerías laterales y una torre a la derecha de la fachada. Aunque se inauguró en 1938 se terminó una década después y la fachada se completó en 1953.
El interior de la parroquia
Foto: Interior de la parroquia en la actualidad
El interior tiene una traza basical de tres naves. Cuenta con tres pisos, la planta baja donde las grandes arcadas comunican con las naves laterales. Mientras que en el primer piso esta el sector llamado de tribunas y la superior ocupada por los ventanales enmarcados en arcos de medio punto todos con vitrales al igual que los rosetones.
En cuanto al actual altar, fue construido en granito de Sierra Chica y tiene como única ornamentación el Crismón (monograma de Cristo formado por sus iniciales en griego entrelazadas) realizado en hierro. El uso de este símbolo se remonta a la época de Constantino. Y se destaca la cruz con el cristo vestido.
Frontis de Cristo Rey
El frontis posee un rosetón románico que simboliza la inconstancia e inestabilidad de las cosas humanas. A ambos costados se destacan dos grandes imágenes que representan a San Pedro y San Pablo.
Fuentes:
Libro “Cristo Rey. Lugar de oración y encuentro fraterno en Villa Pueyrredón”
Iglesias de Buenos Aires: https://baiglesias.com/