En notas pasadas, hemos recorrido, la arquitectura del barrio identificando algunos estilos y casas chorizo de la época fundacional. Aún quedan pendientes otros, por desarrollar. En esta oportunidad, ingresa en escena el estilo racionalista, con tres historias edilicias y sus protagonistas.
Respondemos en este artículo, a un pedido de una lectora quien el pasado 29 de octubre (nota Art Deco barrial), nos solicitó desarrollar sobre este estilo en particular. El estilo racionalista está presente en Argentina desde hace 8 décadas. Es interesante la lista de arquitectos argentinos y extranjeros que han diseñado y dirigido obras públicas y privadas en esta ciudad. Por fortuna aún siguen en pie y son un hito. Así, fueron construyéndose viviendas colectivas, fábricas, cines, casas, etc.
Eso sí, por estos lados del continente americano, presenta un carácter rioplatense. Se suman con esta impronta, ciertas licencias de autor, pedidos especiales por parte del cliente, etc. Utilizaron generalmente, material de obra y de terminación de origen nacional. Es notable la presencia de la mica o del mármol travertino, claro u oscuro, provenientes de las canteras sanjuaninas por ejemplo.
No ha sido fácil encontrar en Villa Pueyrredón edificaciones que ejemplifiquen un “estilo puro”, como es posible ver en los barrios Recoleta, San Telmo, Palermo o La Boca. Hemos seleccionado 3 fachadas, por su buen estado de mantenimiento.
En nuestro andar, hemos observado en el barrio, algunos rasgos que los constructores copiaron de este particular estilo. El paso de los años trajo un cambio en las costumbres y modas. Por esto muestran a la fecha transformaciones que han desvirtuado el diseño original sobre la avenida Mosconi y calles aledañas.
Vayamos al origen de la cuestión
El racionalismo se lo conoce también como “estilo internacional” o “movimiento moderno”. Éste se fue gestando y desarrollando en todo el mundo, antes, durante y después de la primera guerra mundial. Fue evolucionando según los adelantos técnicos, conforme al país y las circunstancias (guerras, persecuciones raciales o religiosas, entre otras). De todas formas, fueron dos fábricas con este particular estilo las cuales dieron su puntapié inicial en Alemania en los años 1909 y 1911.
Este nuevo lenguaje en el diseño, no sólo involucró la arquitectura sino que también muebles, vajillas, iluminación o artes plásticas. Se estudió minuciosamente la relación y talla del ser humano con su entorno buscando nuevas y prácticas soluciones. El problema del aumento de la población en las grandes ciudades, se sumó a maneras de concebir los espacios en la vivienda. Los arquitectos, artesanos y artistas ideólogos, pregonaron a sus alumnos los nuevos conceptos de la teoría a la práctica.
Principios que regían y continúan hasta la fecha
- Líneas: sencillas con formas y terminaciones geométricas simples.
- Materiales: de orden industrial (acero, ladrillos de vidrio, hormigón, mármoles nacionales, y otros), interactuando con la funcionalidad del diseño.
- Ornamentación: quedaron libres de ornamento, dando importancia a los adelantos tecnológicos o los nuevos electrodomésticos, entre otras cuestiones.
Por otro lado, hemos observado en fachadas antiguas una austeridad producto de un escatimado presupuesto conjugado con la falta de calidad en los materiales utilizados. No debemos confundir estos casos de “racionalismo” que existió en el bolsillo del cliente-propietario, con el “estilo racionalista”.
¿Hay ejemplos en Villa Pueyrredón?
Cine General Pueyrredón, un gran frente geométrico
Este portal lo evoca junto a otros cines de la zona, en su época de esplendor en la nota: “Esos viejos cines” .
Ubicado en Cochrane 2450, construido en 1932, para un barrio que iba floreciendo con una atmósfera diferente al frenético ruido y movimiento del “centro”. En el cine, los vecinos se reconocían, se saludaban, era un ambiente familiar y esperado (a falta de TV), Hace aproximadamente 80 años, fue construido frente a la plaza Leandro Alem.
A mediados de los ´50, dejó de proyectar para siempre películas. Abrió luego como guardamuebles, para dar lugar después a un gran garaje, hasta la fecha. Los autos ingresan por su antiguo lobby y estacionan en lo que fue la platea y también lo hacen, en el primer piso a través de una rampa. Allí, según relato de un vecino, estuvo el pullman.
Exhibe su fachada racionalista, como única muestra de lo que fue. No encontramos el nombre de su constructor. Quizás nunca lo tuvo. No hay fotos que hubieran podido quedar enmarcados en la oficina-recepción del garaje (como a veces suele ocurrir). Ni una butaca, puertas de ingreso o iluminación de época, nada. Recorrimos la planta baja y el primer piso gracias a la gentileza del señor Pablo Brignone, vecino de siempre, quien trabaja allí.
Despojados de ornamentación, este tipo de cines, se levantaban en poco tiempo. Tal es el caso del cine teatro Gran Rex (1937) construido en 7 meses en la Av. Corrientes 857.
Consultamos – sin éxito – en la biblioteca Popular Pueyrredón Sud, como así también a su actual propietario, quien no cuenta con el plano original. Esto, nos llevó a contactar a la señora Dora Pérez, “ex vecina” del cine, que vivía a una cuadra y fue testigo de las proyecciones en el “General Pueyrredón”, hasta que se mudó a los 13 años.
A través de su destacado relato podemos armar, en parte, el evocado cine. Hall de ingreso: la boletería estaba del lado derecho y los servicios del izquierdo. Aún hoy se mantienen en ese lugar, con artefactos modernos. Una vez atravesado el hall, había una puerta de cada lado. El público podía acceder por una u otra, según la ubicación deseada en la platea.
Sala-platea: se distribuía en 3 grupos de butacas, divididas por dos pasillos. La parte central estaba compuesta por más filas de asientos. Éstos se podían levantar para facilitar el paso. La pantalla la cubría un telón oscuro.
Salita de proyección: como dato anecdótico, algo que a Dora no le gustaba, como niña espectadora, era “el noticiero”, que se proyectaba antes de “la peli”. Agregó que su papá solía ir después de su jornada de trabajo a este lugar en particular. La idea era ir a conversar con el operador. En fin, recuerdos imborrables, de aquellos tiempos.
Una casa en Bolivia y Bazurco
Esta casa se diferencia de los diseños de la cuadra y del barrio. Los datos técnicos que expondremos fueron gracias a la gentileza y cordialidad de su propietario, el señor Claudio Regis Coluccio.
Nos contó que esta construcción de dos plantas fue adquirida por Felix Coluccio (ver nota: Vecino entrañable de Pueyrredón), su abuelo, quien vivía a la vuelta. Remarcó que en aquellos años se había “enamorado” de esa distintiva edificación. Finalmente fue en la década del ´50, cuando la compra a sus propietarios: José Fernández y su esposa.
Claudio nos mostró el plano original de la casa. La tinta se había corrido, imposibilitando leer la fecha de construcción. Si observamos el dibujo con la foto actual, comprobaremos que su único balcón ha sido cubierto con un cerramiento.
La casa tenía una verja baja de material rematando en un tejido. Una puerta pequeña de ingreso comunicaba en línea recta con la puerta de servicio. Otra, para el ingreso del auto. La señora que sonríe – en la foto – en los años ´50 es María Catalina Naso, bisabuela de Claudio. Por detrás suyo, un edificio (demolido), el cual había sido un bar. La antigua verja fue reemplazada con un nuevo diseño (foto).
Realizada en hierro, está el nombre de quien la construyó – C.E. Pasquinelli, maestro mayor de obras -. La misma estuvo adosada en el frente.
El balcón
Es una media esfera. Sobresale como una especie de visera dando protección a la ventana de la planta baja (semiesférica también). La casa presenta jardín al frente y fondo (con un ciprés, de varios metros, plantado por su abuelo). La terraza, cuenta con un caño-baranda muy habitual en este estilo. Sus puertas de ingreso son de metal y ambas cuentan con ventana circular, a la altura de un rostro adulto. Acompaña el frente un amplio zócalo de mármol travertino claro. Libre de ornamentación, fue un diseño excepcional en el barrio junto al próximo ejemplo que trataremos.
La Casa en Cochrane y Bolivia
Lamentablemente fue imposible obtener datos de parte de sus propietarios. Tampoco vimos el nombre del constructor. Hay algunos detalles que llaman la atención por el parecido a la propiedad anterior. El balcón es semiesférico, concluye con una baranda de caño, que se repite en la terraza. Otra coincidencia es el jardín delantero, con entrada para el auto.
Las ventanas del primer piso confluyen formando dos ángulos rectos (foto). Una doble cornisa las protege. Fácil de distinguir – desde la calle – es el espacio al aire libre que conecta el jardín con un área verde arbolada, por detrás de la casa.
Quisimos de manera sintética, dar un simple testimonio de un estilo muy complejo, con la invalorable crónica y disposición de Claudio, Dora, Pablo y Marcela. Consideramos importante que todos estemos involucrados en valorar, difundir y conservar el patrimonio barrial y su historia. Por esto, si algún vecino posee fotos, artículos periodísticos o recuerdos, sería interesante su aporte, para continuar divulgando estas historias, que no tienen punto final, escriban.
Gracias.
Saludos con salud
Autora de la nota: María Fernanda Gómez. Tecnicatura en turismo, Universidad del Salvador. Guía de turismo, Instituto Superior Perito Moreno. Ciudad de Buenos Aires.
Fuentes:
- “Cines de Buenos Aires”. Patrimonio del siglo XX. Marta García Falcó y Patricia Méndez
- https://www.fervorxbuenosaires.com/category/racionalismo/
- https://www.fenarq.com/2019/04/arquitectura-racionalista.html